|
HUMEDAD SILENCIA
La calle calla caída. Salida del callejón de la manga, que asombra indolente al mismo panteón, todo aquéllo incapaz, de la ceniza siquiera. ¡Ausencia, inofensiva, irrefutable!.
Húmedo, feucht, úmido, humide, moist.
¡Paso a paso, plena plana!. Húmedo el suelo, y el cielo sanguíneo. La humedad silencia. ¡Ha sido diariamente!. Sin las rápidas polémicas frustrantes. (falsas) ¡Se_pul_ta_do____Asfalto!.
Feucht, úmido, humide, moist.
Deliciosamente miserable, Así han dejado (todo esto), lagarteramente, ¡Lágrimas venerables de la cerámica!. En la médula del aire. Los nombres que fueron. ¡Así__Len__Ciados!.
Silencieux, still, silenzioso... (úmido, feucht)
Humedad de los fantasmas. Ahogando lágrimas. Humedad de los mañanas. ¡Secos verdores!. ¡Humedad, humedad, humedad!. Feucht silenzioso, úmido still, humide silencieux
Si fueran solo.
Imaginados______(H) Los recuerdos______(U) Embalsamados________(M) Navegando lo intolerable__(E) Campos del adiós___________(D) Impulsos calcinados________(A) Al costado, gris, del agua___(D)S.I.L.E.N.C.I.A.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Soporífera indiferencia no
No mañana, nuestra lira, sonora. ...¡Calle!...
Ni en la desventura, ensalszse, lo que destruye el vicio. ...¡Alegre!...
Hechos que si cantan, los males, en la tierra. ...¡Cunden!...
En la cima que, trajo, la inhumana bajeza. ...¡Descifrada!...
Y que adula, servil, al hombre fiel. ...¡Mortalmente!... Detestando las iras justas, insensato, cabalmente, del combate, que tal vez nunca logre, en la cordial cadena lamentarse libremente.
El ayer que la mano arrojó homicida acero. Repentino Himno Al Desencanto. Tarde vidriosamente, ninguno, quiera. Por la timidez del emplasto repetido. Por la viveza del robótico nefasto. Por la médula del anzuelo títere.
¡Qué repite!. Al mismo Ayer El Desencanto, humillando con cinismo toda muerte. Aún aquélla. ¡Qué merece!. ¡Qué justamente!. Pide lúcido el desapasionado ermitaño. El timón al mástil tierno. Del fulgor sopor. Del eco fatigado. Aquélla muerte. Qué... Toda honorable vida merece. Odiando la victoria, del conformismo dócil, y que de sangre manchará toda memoria.
¡Cuándo ya por lo tarde no haya noches suficientes!. Ni plegarias útiles. Ni extemporáneo clima. Por la muerta muerte que a nadie ya le importe nada...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|