Te he visto bajar serena
En mis tardes solariegas,
Mojándome lentamente
El rostro y el abrigo.
En otras sin embargo,
Con vertida en aguacero,
Torrencial, arrasadora,
Te has llevado los sueños y la vida
De aquellos que ansiosos te esperaban:
¡Lluvia!
Mas tu fuerza creadora
Ha limpiado las larvas de los campos,
Los hierbajos del camino;
Has regado las sedientas tierras
Con tus lágrimas de vida,
Y has abiertos surcos,
Como las heridas de mi alma
Donde el trigo ha crecido,
Como mis esperanzas crecen.
¡Lluvia!
Delalma
19/01/202
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