Poemas :  Alambicado Intríngulis
ALAMBICADO INTRÍNGULIS

Sobre un lago de sueños largos,
anidan blandas las ventanas,
los pasmados pasillos, el turbulento entusiasmo,
deglutiendo malabaristas malmandados,
allá donde los párpados resucitan fábulas,
e instantes de plata,
e inquisidores encantos.
*
**
¡Ni lo pienses!. El fuego ocioso muere solo,
y las ausencias permanecen,
y el horizonte desaparece,
como esplendente portento,
como vínculo insondable.
¡Facsímil al culebrear, al lisonjear,
al desagraviar, escabroso pululando!.
**
***
¡Oh, lámpara peregrina!. Hierve al destino gris.
Desnuda la llama tierna y adversa.
Sin encubrir lo intrincado.
Sin dispersar demorando,
al inusitado insolente,
friático, atosigante, viscoso desfiladero,
en la ingente ingenuidad del incauto.
***
****
Como los relámpagos que lentos huyen,
abriendo relojes donde mueren sueños.
En las mañanas de seda, de cera, de lodo,
en la fuente de los pantanos. ¡Ni lo pienses!.
Hielo e hilo es lágrima al desvanecerse.
¡Como ola pensativa!.
Como consuelo en las rodillas. ¡Sin futuro!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Ásperas pérdidas
ÁSPERAS PÉRDIDAS

Son,
en la espuma de la sombra,
donde, donde, donde,
la noche duerme,
al sol,
entre los brazos.

Del tiempo quieto que teje al aire,
nubes deshaciendo lágrimas sepultando,
donde la memoria seca el juicio,
del humo que al vicio empuña,
donde la consciencia enferma.
¡Ásperas pérdidas, ásperas pérdidas!.
Allá.
Donde el desaliento está___ ¡Vendiendo males!.
Allá
Donde la miseria está____¡Comprando bienes!.

¡Pérdidas!.
Porqué...
En las desnudas montañas,
el vacío feroz encierra el suelo.
De
Trémulo silencio____¡Pálidos embates!.
De la nieve____¡Devorando incendios.
De la vida___¡Cultivando muertes!.

¡Ásperas!.
En esas inmensas luciérnagas,
que tejen mil noches en hilos de luz.
¡Ásperas!.
Entre las fértiles lunas esmeraldas.
Entre las gráciles manos perladas.
¡Pérdidas!.
De la esencia de la vida.
Alimentándose.
La esperanza la noche.
¡Oscureciéndose!.
La razón.
En la infame codicia.
¡Sin distinguir ni suelo ni cielo,
ni pobre corona, ni ricas espinas!.

¡Ásperas, pérdidas, ásperas!.
Y luego.
Una nube mira, luego por la tarde,
que corre,
minúsculos opúsculos, ahogados entre,
lámparas ciegas.
¡Oh, luciérnagas dormidas!.
Ya vienen las noches en faros heridas,
las maderas afilando estrellas.
¡Miles de alientos quiebran el firmamento,
extinto, de tantas pérdidas, perdido está!.
Espera.
Extinto. Perdido.
En el vientre del horizonte partido.
¡Dónde el bronce desierto tiene sueños huecos!.
Empujando las altas esquinas del agua,
en lágrimas que exhalan degolladas,
esperanzas de moluscos y abanicos.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Textos :  Deletérea jactancia... (Neosurrealista)
Deletérea Jactancia
(Neosurrealista)

Ahí debajo, donde el pasado nos crece,
por el tiempo que obstinado envejece,
en la cama de los latidos.
¡Qué se estiran!.
En el vertedero del aliento,
golpeando con la obscuridad,
las cuevas cotidianas de los planes.

¡Oh, vanidad del ángulo, poliedro convexo, perverso!.
Quejidos entre las dos dimensiones de un rectángulo, con las cifras decimales del minuendo en las piernas, por la impiedad que el orbe ostenta, de ambiciones , de románticos sauces grises, con el perfil de la lisonja,
que se apoya en la cadera, que se inclina, mansa, y allá donde descansa el giroscopio bajo el vientre.


¡Sí, porqué mullo masticando al pasado, me dicen!.
Donde solo cabré cuando sea polvo, pienso, siento.

¡Con las lámparas flechas desnudas!.
Por inhalar unas pocas palabras.
¡Un minuto de silencio!.
Por... Miles de ausencias olvidadas.
Por el espíritu espeso.
¡Qué al mismo viento coagula!.
¡Qué asedia los techos y rincones!.

¡Sin saber, qué mullirían las nubes callando!.
Y no sé si quepa ahora, o cupiere olvidado en algún cielo.

Pues la realidad, es que los fonemas distintivos del contorno,
solo tejen el rubor en los talones, desde el primer acento hasta la inflexión final, en los enunciados exclamativos antes de ser huesos, donde las sílabas terminan en vocal, y la vibración de
éstas, puede repetirse con las urnas agudas o palatales, entre la grafía, que no corresponde a ningún sonido de la lengua, como el hueso hueco, y el hipocampo corre en la hierba de hierro.


Por ese eco que al silencio asombra.
¡Caminando por las paredes!.
Viviendo herido el suelo yerto.
¡Callando al espejo péndulo!.

Por la extensión monótona de la planicie muerta, el silencio seca,
lo que aniquila y consume, cambiando al punto de vista anterior, que dará sus frutos al cabo de varios siglos, con el empleo del más
infinitivo de los recursos sintácticos, y en el desarrollo sistemático de las proposiciones participativas en los panteones más cercanos.
Por tener el alma aromada de amor y tristeza, con el designio de la perenne memoria, y las ficciones que hacen dulce al llanto.


¡Aún, y así, mullésemos al camino andando!.
O qué mulleran los sueños almohadas perdidas.

Y así es, esta deletérea jactancia, de cetro y sonrisa.

Por tener el alma podrida, en la consciencia vacía,
y en la memoria, lexema y morfema, antifaz y barniz, miles de sustantivos acabados, con el ímpetu canesú, miles de relaciones sintagmáticas sepultadas, a cal y sal, jactancia que no admite división, deletérea y paradigmática.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta