TEMERIDAD CONSPICUA
(Neosurrealista)
Llegó.
De pronto
desvestida.
En la noche
color de olvido
trajo
en
los ojos
los recuerdos
de selvas
y
caminos
de pinos
repitiendo
con su aroma
las ventanas.
¡Por estar forzando al fondo!.
Una taberna taciturna taladrando trepando.
¡Antes que forzare la campana el silencio!.
Un saqueo secular sediento sentimental.
¡Aunque fuerce suavemente latigueando!.
Al jardín jovial juguete juntando juramentos.
En
la puerta
vigorosa
de un latido
sin coraza
relámpago magnético
lluvia láctea
en los hechos
y las hachas
labrándome
un suspiro infatigable
alguna vez, profundo
inmóvil
envejeciendo al sol.
¡Con la mirada anaranjada en un limón!.
Arrojando marmórea las cadenas,
de lujuria, por las mejillas verdes,
y haya plata, en las pestañas, seca,
cuando lloran al candado lascivo,
los ebrios vasos, de la fe perdida.
¡Al mirar ciego al espejo!.
Al caminar acostado el sol,
con la nieve triste, al insensible ruego,
en los extremos de lo eterno.
¡De cada instante escoltado por un momento!.
¡Por el placer indecible del mañana!.
En
La
Delicia
Inefable
Del futuro
Cuando
llegó.
De pronto
desvestida
en la noche
color de olvido. ¡En la temeridad... Conspicua!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez