|
LOS ESPEJOS Autor: Jorge Luis Borges Argentina 1899-1986
Nacido en 1899 en Buenos Aires, estudió en Ginebra y vivió durante una breve temporada en España relacionándose con los escritores ultraístas. En 1921 regresó a Argentina, donde participó en la fundación de varias publicaciones literarias y filosóficas como Prisma (1921-1922), Proa (1922-1926) y Martín Fierro en la que publicó esporádicamente; escribió poesía lírica centrada en temas históricos de su país, que quedó recopilada en volúmenes como Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San Martín (1929). Borges es uno de los escritores más importantes del siglo XX, no solamente a nivel nacional en Argentina, su país de origen, sino mundialmente. Su obra incluye cuentos, ensayos y poemas. Ejemplos: https://www.youtube.com/watch?v=IPXEFJCHjl8 https://www.youtube.com/watch?v=Qcqy5JnL05U https://www.youtube.com/watch?v=xJxAQRgNCd8
LOS ESPEJOS
Yo que sentí el horror de los espejos No sólo ante el cristal impenetrable Donde acaba y empieza, inhabitable, un imposible espacio de reflejos
Sino ante el agua especular que imita El otro azul en su profundo cielo Que a veces raya el ilusorio vuelo Del ave inversa o que un temblor agita
Y ante la superficie silenciosa Del ébano sutil cuya tersura Repite como un sueño la blancura De un vago mármol o una vaga rosa,
Hoy, al cabo de tantos y perplejos Años de errar bajo la varia luna, Me pregunto qué azar de la fortuna Hizo que yo temiera los espejos.
Espejos de metal, enmascarado Espejo de caoba que en la bruma De su rojo crepúsculo disfuma Ese rostro que mira y es mirado,
Infinitos los veo, elementales Ejecutores de un antiguo pacto, Multiplicar el mundo como el acto Generativo, insomnes y fatales.
Prolongan este vano mundo incierto En su vertiginosa telaraña; A veces en la tarde los empaña El hálito de un hombre que no ha muerto.
Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro Paredes de la alcoba hay un espejo, Ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo Que arma en el alba un sigiloso teatro.
Todo acontece y nada se recuerda En esos gabinetes cristalinos Donde, como fantásticos rabinos, Leemos los libros de derecha a izquierda.
Claudio, rey de una tarde, rey soñado, No sintió que era un sueño hasta aquel día En que un actor mimó su felonía Con arte silencioso, en un tablado.
Que haya sueños es raro, que haya espejos, Que el usual y gastado repertorio De cada día incluya el ilusorio Orbe profundo que urden los reflejos.
Dios (he dado en pensar) pone un empeño En toda esa inasible arquitectura Que edifica la luz con la tersura Del cristal y la sombra con el sueño.
Dios ha creado las noches que se arman De sueños y las formas del espejo Para que el hombre sienta que es reflejo Y vanidad. Por eso nos alarman.
|
Poeta
|
|
Gimiente y porteña preguntaste ¿Qué he de hacer con la tristeza? Desde el bar oscuro de San Telmo, en el humo dibujo mi respuesta:
Con la tristeza dibujá un tango, así le das laburo y la hacés productiva, la instalás en la Recoleta y la alquilás a las lloronas de las funerarias ABC1
La tristeza puede desplegar sus frustradas seducciones entre borrachos suicidas.
Ser copetinera del averno y hacer streep tease para los noctámbulos que se fuman las madrugadas rumiando soledades.
Finalmente, la tristeza se acuesta con la fatalidad en incestuosa orgía. Drogadas y esqueléticas desparramadas por la aurora, vampiresas huyendo de la luz de mi alegría.
|
Poeta
|
|
EL SUEÑO DE LA MUERTE ___AL-MA´ARRI (979-1057)
Nació al norte de Siria, entre Alepo y Hims, perdió la vista a los 4 años de edad (ceguera a consecuencia de viruela). Su vida fue muy difícil, consiguió ser uno de los hombres más cultos de su tiempo, estudió en Antioquía, Trípoli y Alepo. Fue también misántropo y asceta. Este poema es traducción de Émile Dermenghem/J.L.M.
EL SUEÑO DE LA MUERTE
Que tus pasos sean leves; no te apoyes demasiado sobre la vieja tierra que sólo está hecha de cadáveres.
Avanza suavemente y sin orgullo sobre los despojos de los viejos esqueletos.
Acaso hay aquí una tumba que lo ha sido dos veces y se ríe de tener dos huéspedes tan diferentes,
y ve, en el curso de los tiempos y las edades, un cadáver enterrado sobre los restos de otro.
Interroga a las dos estrellas de la Osa Menor acerca de las tribus que han visto pasar y acerca de las naciones cuyo recuerdo han perdido.
Cuántas veces han visto caer el día y cuántas han brillado para los caminantes de la noche.
La vida entera es sólo pena y me admiro de los que desean que dure.
La tristeza a la hora de la muerte es dos veces más grande que la alegría al momento del nacimiento.
Los hombres están creados para durar. Quienes los creen hechos para la nada se confunden.
Se encuentran solamente transportados, de la casa de la actividad a la estancia de la miseria o de la rectitud.
El sueño de la muerte permite al cuerpo reposar. La vida es semejante a un insomnio.
|
Poeta
|
|
A.L.A.R.S.E....
Y Lindar Nublados Y Espejismos Despeluzar Por Todo Eso... ¡Despliega insomnio tus alas!. Al viento del aliento. Al tejer las horas las noches, por el dormirse campaneando, el alba bajando campiñas, ¡Las ágiles águilas gráciles!.
Alados soñares al vuelo Linderos Lunares De las Viejas Y Nuevas Lunas. Alados campanarios de verdusca verecundia. Alados. Campanarios. De las albas. ¡Solitarias!.
De las lunas Asoladas Desoladas Soledades Solícitas Salidas Del Aliento Tejido de la noche estrella con estrella. Emplumarse del ramaje y resurgir jinete. Alarse de nocturnidad iridiscente.
Y Alado enfervorizar la brisa. Soñándose despierto. Al trajín de la vorágine. Y más allá... Alarse.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Sólo leo cuando lo necesito, y tengo que descansar un poco, lo confieso, me quema un agujero en el colchón, sí, sí, que era yo, me declaro culpable.
Soy raro a veces, algo excentrico, enamorado y callado, me reservo el derecho de hablar.
Este insomnio, a veces me perturba, a veces me castiga, si estas ahi, cantame una cancion de cuna.
Esta noche, quiero dormir contigo, decirte cosas lindas al oido, besar tu labios carmesi, por toda la noche.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
|
Poeta
|
|
Paso muchas noches, sin dormir, sin comer, sin escribir. Insomnio, cansado estoy, debil hasta la muerte, hasta dejar de respirar. Noches de desvelo, no he dormido una sola vez, palido estoy, bajo este tormento estoy. Desvelado, no puedo soñar, ni dormir, sin nada. Erick R. Torres (Angel Negro)
|
Poeta
|
|
PROFUNDO FRÍO
Del mundo se apodera, con la mirada, el frío que al alma llega y sacude, una mañana, del amanecer. ¡Qué deja seco al fuego!.
Al día siguiente, tierra, víbora, rayo, temblor, huracán, al bajar la escalera, tormenta de barrancos. ¡La camiseta roja, rota!. Viento de cuevas y volcanes. ¡La puerta con la ventana, esfumadas!.
A media cuadra del acontecimiento, en la flama de la vela encharcada. ¡Arriba, en el desván, el velo planta!. En la corteza del riesgo, la mirada, la luna, el espejo.
¡Al quedar, el alma, sudorosa!. ¡Qué del mundo es imaginable!. El cuerpo pierde las montañas, después del tiempo, puesto, en ambos. El aliento. Débil. ¡Gris!. Antes del campo, oculto, en velas.
Pro Fundo Frío. Profundo, frío es el más frío.
De los punzocortantes recuerdos. El suelo veleidoso. En los invisibles productos, del mal sueño. ¡Es la realidad más fría, es el nuevo hoy, aquí!. Del insomnio de los cementerios, campanas lloran, los acerados recuerdos. Y velas, del náufrago.
Con la mirada. Con el perro negro gato toro. Con la mirada. Con el alacrán, tarántula diaria. ¡Del amanecer!.
Con la lumbre, profundo frío, cumbre pesadumbre, profundo frío.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|