“Que cita con desparpajo . . .”
De una forma inesperada, con tremenda leperada digna solo de un arriero o de cualquier verdulero.
Así, sin costarle trabajo, López, pues, mandó al carajo a las víctimas de Tláhuac, desde el Palacio de Anáhuac.
A esas que, el día tres de mayo, sufrieran peor que un desmayo, más de veinticinco muertos, setenta heridos, bien ciertos.
Claramente, sí, Señores, en vez de rendir honores o de enviarles unas flores, les recetó sus ardores.
Dijo en muy pocas palabras, lerdas, lentas, siempre tardas, que nunca irá a visitarlos o al menos a consolarlos.
Dijo, en un lenguaje llano, que esas prácticas de antaño son de los noeliberales y que, ya: “no somos iguales”.
Dijo también, mis lectores, que, antes, los conservadores hipócritas, tales por cuales, iban por fotos a hospitales.
Pero que, a él eso no le gusta, tal estilo le disgusta, y al fin, con gran desparpajo que manda todo al carajo.
Así, el peje autoritario, para nada solidario con los problemas del pobre, nos sigue mostrando el cobre.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 08 de mayo del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|