Poemas surrealistas :  Relámpago estrambótico
RELÁMPAGO ESTRAMBÓTICO

Entre las distancias gastadas.
Al abrir la noche,
que la esperanza expresa.
Al subir la tarde,
en las avenidas de la serenidad doliente,
por el silencio roto de las violetas,
por el tiempo de amargos fuegos.
Relámpago.
Estrambótico.
Es...
En los caudales azarosos.
En los delirantes paraísos.
¡Sos, sos, sos!.
Del pudor atrás del verso.
Del dolor qué amanece.
Del acero y de la piedra.


Estrambótico relámpago.

Entre las cercanías perdidas.
En el jardín etéreo de la justicia.
¡Con el nunca presto pronto.!
Hecho solo, del polvo, sobre la mesa.
¡Ágil olvido fácil!__ Fugaz y añejo.
Entre la soberbia sembradora del engaño.
¡Han hecho de hipocresía virtud pulida!.
En la solemnidad del vano diálogo.
La morada qué el instinto aprisiona.
En los años secuestrados del asombro.
¡Asamblea de cenizas y de huesos!.
Por el exceso qué supera el elogio.
Infructuoso de escribir al manicomio.
¡Látigos sin lápida!__ Engendros escondidos.
Porqué los cementerios mueren tétricos.
¡Qué mueren del ayer sin apetito!.


Relámpago estrambótico.

En la inútil expropiación de la miseria,
comensal del proyecto turbado en el drama,
marginal de los zapatos hambrientos,
en la simpatía del remolque afilado,
en el símbolo póstumo del álbum.
¡Acribillado a flechazos!.
Entre las pobres desgarradas balas,
de la ignorancia indefensa en cada casa,
dónde humildes los demonios debaten.
¡Actores de la masa informe!.
Ejecutivos del ser febril aberración.
Del afrodisíaco escrupulosamente amonedado.
¡Por el canal recluido!. ¡Qué al rencor asaltó súbito!.
Envenenando los mismos caminos del aire.
Del puerto que deja soltero al mar acusado de locura.
Del imposible contenido. ¡Mitología licantrópica del trópico!.


Relámpago.
Estrambótico.
Del
Conciliar
Voraz
Todo
Absurdo
Los
Gusanos
Ya
Comparten
Y
Reparten
El
Falso
Desengaño
Excesivo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Tétrico dicterio
Tétrico dicterio

En la desnuda luz encubre un pliegue
la impaciente obscuridad descubierta
en la espalda del espejo
que observa y calla.

¡Tétrico, tétrico!.

La franja de arena sangraba húmeda,
de sueños aniquilados tiernamente,
entre las miles de absurdas razones,
del mismo nombre informe repetido,
millones de veces causando desde

terremotos, manchas solares, eclipses,
el dolor de las pandillas de las hormigas,
acribilladas con el amor fatuo y necio,
el incendio de las cuevas de caracoles,
y la extorsión de los marcianos al
resistirse al robo de sus platillos...

¡Ah!. Es el tétrico dicterio.

Entre la mojada piel de una caricia,
pasó cojeando una camioneta estrujada,
en la mano de los secretos indiscretos,
por varios cascos verditerrosos en las ubres,
al descuido escamoso de las grutas sillas,
de sedientas ametralladoras mortificadas,

en el espacio limitado de los gusanos retrógrados,
clavando las guitarras en las puertas de las casas,
entre las fauces de una inmensa lágrima salada,
arrasada por el derecho del índice tiránico, cetónico

con la mutua transferencia lactogénica, entretejida,
del pulgar suelto, y firme al succionarse burlón,
a las muñecas esposadas, vibrantes inocencias,
por el robo de cualquier aliento fermentado,
al despertar los tobillos la plata fría...
¡Ah!. Es el tétrico dicterio.


¡Todo, todo, menos yo, gritaba el gigante
microbio,
en las venas de la basura que bordaba su lengua
día
a día, a cualquier hora, fenómeno demencial de
letanía!.
Al galope inaplazable apetecible.
¡Qué en la higuera colosal parecía un eco seco!.
En la concavidad, crispada marcha,
del pasado diluvio sanguinolento,
en el tacto febril de la mirada,
por los nuevos ríos, y cataratas,
alfombradas de mil palabras,
absurdas y asalariadas.

¡Ah!. Es el tétrico dicterio.

Después de haber sido derrotado, infinitas veces,
seguía causando toda serie de atrocidades, menos,
el divino bien, que proviene del escritorio alado,
con todos los arpones en miniatura, maldición,
en los ataúdes de manantiales vigorosos,
entre todos los mensajes, y palabras,

noticieras bien asalariadas, y esqueléticas,
desvergüenzas, al decir del prostíbulo,
disfrazado del canal vidrioso, y sordo hasta el
final,
del grueso intestino, de letanías del bolsillo infame.

¡Ah!. Es el tétrico dicterio.

En el encéfalo chasqueado invaginadoramente,
en la prostática mirada estremecida, falsa,
en los analfabetos rincones húmedos,

y las familias de los huesos inútiles,
y los hogares de los afanes vanos,
enganchados al acantilado,
víctimas de la fúnebre catástrofe,
de las carpetas, focos y cabras voladoras de plástico volátil.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Ayeresdemañana... (Experimental)
AYERESDEMAÑANA

Allí, dónde los recuerdos transitan,
las épocas prolíficas,
los episodios infames.
Entre
los vaivenes,
apartados.

Ayeresdemañana apartados.
Apartados de las olas, las calamidades,
sangres personajes de los sonidos,
donde chocan enfrentados los infiernos.
¡Hay seres qué vivieron alguna vez!.
Transitando, transitando, los recuerdos,
antagónicas las risas y los besos.
Épocas de sueños.
Episodios.
marginales.
Entre
los
Ayeresdemañana.
¡De pronto, llegando tarde!.
Al abrir una mañana, media luna.
El día,
del blanco ropaje del paisaje,
de novelas inundadas, simultáneas.
Ahí, allí, hay, ay, ya, demasiado en exceso.
Bocanadas obscuras,
ingenuas espumas en rebanadas,
turbación doblada peligrosa.
¡Hoy en venta del vacío ayer!.
Con las manchas luminosas de los cielos en brasas.
...Demañanayeres...
En
las
tradiciones inaccesibles.
En
los
finales del origen.

En
las
narraciones indefinidas
en
los
mitos remotos... ¡Demañanayeres!.
El amor de fábulas y cristales,
valles, fuentes, flores tibias, muslos firmes.
El recuerdo.
En la ceniza del reloj, del pequeño mundo,
del momento inmenso, en el anónimo desánimo.
En los ayeresdemañana
hay.
¡Demañanayeres!.
Hay allí un ahí...¡Un ahí, donde el ahí!

Es
un
ahí.
Donde
la voz del pueblo perdió el sentido,
los hechos la borraron bajo tierra,
la profundidad de los indefensos,
en la materia informe del desorden.
Ahí,
ningún significado importa el hombre,
ni la vida, la verdad, el honor y la familia.
Ahí,
los recuerdos escriben, y borran la memoria,
la falsa historia, la riqueza inútil, hipócrita,
incrustada de vacío.

Entre éstos...
Ayeresdemañana
¡Se prosigue descubriendo los vacíos!.
Y los mismos culpables se proclaman inocentes,
y los ayunos meditan todas las cucharas.
¡Dónde pródiga la vida derrama muerte!.
Y
Ahí es aquí, en cada recuerdo,
y
Aquí es ahí a diario,
y
Aquí es aquí. ¡A propósito!.
Y
Ahí es ahí. De muchos sabido,
ayer y mañana.
Ayeres que vendrán sin sus mañanas,
mañanas legendarias sin calendarios.
¡El tiempo sacudido entre dos eternidades!.
Túneles de puerta, ventanas de laberintos.

Ayer
Es
De
Mañana. ¡Ya demasiado tarde, infinita noche!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta