Poemas de reflexíon :  Adiós a la transparencia
De la información, ¡caray!,
la dictadura se escapa
y a la corrupción solapa
diciéndole adiós, bye, bye
al que fue autónomo INAI,
sí, ya en la plena indecencia
termina la transparencia,
terrible barbaridad
llega más la opacidad
a un México en la inconsciencia.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 20 de noviembre del 2024
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Poemas de reflexíon :  De López contra el INAI, hasta desaparecerlo
“Hay que ver para creerlo . . .”

Como tomando conciencia
después de la independencia,
reforma y revolución,
pasada la conmoción.

Curamos nuestras heridas,
buscamos muchas salidas,
nuestra sociedad formamos
mil organismos forjamos.

La incipiente democracia
y, en trastornación, desgracia,
llega el peje a destrozarlos
en vez de bien reforzarlos.

Demoledores pregones
contra México traiciones
expresaba el muy ingrato
desde que fue candidato.

Soltaba sus maldiciones
mandó al diablo instituciones
López “gobernante” opaco,
su oscurantismo, hoy, destaco.

Fascista de malos tratos
que blande sus “otros datos”
de autocracia, sin piedad,
bañando de opacidad.

Las corruptas decisiones
y todas aquellas acciones
que, en poder, toma mugrena,
para el país cruel gangrena.

La destrucción lo define,
no ha podido con el INE,
al INAI trae entre fauces
con delirios y desfases.

Andrés nos dice de entrada
que: “no sirve para nada”
en sus lerdos lentos gritos,
pues, le saca sus trapitos.

Al sol y, en lo absoluto,
va contra el sacro instituto
que dota de transparencia
a la nación, qué inconsciencia.

Lo quiere desaparecer
para información no ofrecer
al pueblo, su plan flagrante
mantenerlo harto ignorante.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 30 de abril del 2023
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Cuentos :  La sombra del silencio
LA SOMBRA DEL SILENCIO

Te presto mi silencio, anda, calla.
En su superficie he navegado por siglos,
y la nueva luna se baña ligera,
con las extremidades
en contorsión inerte. En flor de leche e instantes de oro.
Por eso anoche, antes de dormirla bajo una almohada
la música danzó geométrica con sus tonos más vivos,
incapaz de soportar la cuesta más difícil de las palabras iniciando los preparativos para el despegue, si bien no se descarta la probabilidad del diálogo automático.

La nave estaba instalada en un brillante aro intermitente
de finos rayos propulsores desde el cual se contemplaban
montañas blandiendo una tarde moribunda.
No lejos, la sombra inmóvil era nítida diluyendo el secreto
intacto del cielo limpio entre la firmeza, evitando mayores
dudas y complicaciones. Con un ritmo rotundo y un compás poderoso.
Pues aparte de la microinyección de fragmentos de ondas planas
también usamos otros métodos para crear espacios vacíos de cadena
sencilla como material complementario dentro de una matriz armónica.

Con la vista insospechadamente ágil, busca el amparo en la esférica nebulosa
electrónica, como un himno al fuego interno del alma, en un intento de precisar
sus límites, la zona de sombra, abisal soberbio, insondable y formidable.
__¡No es posible!___ La ve reptar, extenderse por el piso, refugiarse serena,
aunque piensa... Tal vez sea un espejismo, una sola ilusión desdibujada
acosada por los recuerdos, entre el asombro y el marasmo, entre lo fascinante
de un proemio especulativo, recuerdos sin fin donde medran mefíticos la insipidez
y desgana, entre la contrariedad y el desconcierto. Como la claridad entre rendijas.

¡Si por lo menos hubiera otros caminos más agradables!.
Parecía como si solo hubiese dos opciones: Vivir dentro de la información deformado
a conveniencia ajena. O ser un marginado en la auténtica interioridad hundido.
Preguntándose bajo el esplendor de un cielo taciturno, entre la brisa qué cariñosa mece
el portento candoroso, de interrogar al vendaval qué azota, qué estremece y palidece
la vívida corriente inagotable del mismo abismo fustigado, y soñando al firmamento.
¿Porqué no buscar una cuadratura alternativa?.
Miles de años se destinaron a la búsqueda de la cuadratura perfecta, en la sombra
desconocida de la geometría del espacio subjetivo, y tal vez ahora la solución fuera
una cuadratura de mediana profundidad.

¡Anda usa este silencio acumulado en la noche circular!. Es como la colina en la gentil ladera,
bajo el peso de todos los olvidos , que despierta el grillo una mañana y en la banda microfílmica
se ha grabado desde hace siglos. Tiene una fuerza dinámica que se expresa en el transcurso
del tiempo. ¡Cómo el premio al mejor combate dónde nadie pierde, la victoria máxima!.
Pues hay un orden cósmico simultáneo entre la palabra y el pensamiento donde se define
el nuevo ser, y se reagrupan acción y reacción.
En el fondo musical de las esferas, reflexionando
dentro de sí mismo. Donde se despliega el vuelo a las alturas, y se hospedan las mayores profundidades.

En esta dimensión, con la emergencia de los sensores remotos, y el análisis comparativo de las ventajas
y los inconvenientes de resolución espectral sombreada, se identifica una vasta región, saliente de fragancias
como puertas esculpidas en el núcleo más creativo. ¡Una región sonogénica, amorfa, atípica!.
En el fondo eso le lastimó lo más íntimo, y cuando trató de hablar nuevamente, el extremo de la habitación
se tornó brillante, reflejando en su actitud algo de extrañeza y confusión, haciendo saltar unas chispas
en un manojo de murmullos, enmascarando muy bien un sistema de alarma con celdas fotoeléctricas,
distribuidas por millares, en todas las paredes, suelo y techo.

Después, tras una pausa suspende el aliento en forma alucinante, insólita, multiplicándose por todo el cuerpo.
Tomó asiento, cansado el cuerpo, delgado, intrigado, y efectivamente en el silencio se realizó una mutación,
una especie de luminosidad embrionaria en la región codificada en gris, poniendo de manifiesto las alteraciones
sufridas en los pensamientos como propósito central.
Siendo así que determinó los detalles de la fantasía que había sido extraída de su regresión molecular,
programada en el primitivo acelerador de partículas, de diseño no isócrono, pero extremadamente sensible a las
numerosas variaciones en el campo electromagnético y sensoperceptivo amplificado a enorme magnitud.
Trató de recomponer en el cerebro las dimensiones del cambio operado, sin variaciones del tono ni la tibieza
que antaño emanaba del espacio, y descubría mirándose a hurtadillas detrás de cualquier espejo flexible,
o de una sencilla vasija, en el agua de lentas y sucesivas sacudidas desde su mecedora.
Fue allí, en el perímetro de los objetos más próximos, donde se rodeó de una breve claridad vigorosa,
una claridad beatífica en la región musical encortinada, de un libre silencio encendido por la sombra,
de la silueta de Harpócrates. Una pequeña estatua de bronce comprada ese día en la tienda de antigüedades.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta