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CONMOVEDOR
Hay un sendero, de espinas y piedras donde, se respira acidez y amargura. Hay un lago negro que solo espera. Hay un suelo sangrante en cada puerta. ¡Qué angelicales verdugos!.
En la esquina de la memoria, mil huérfanos escriben al otoño secos. Sus escalofriantes historias recorren el abismo, y su vida deforme y grotesca no espera justicia.
En su retorno al infinito, unos ángeles encontraron los despojos, y el horrendo suelo que pisan.
Ni sombra somos del olvido perdido. La complicidad de alguna divinidad, anima y alimenta, el agua que se bebe.
En sus almas el pasado asesinó al presente. La ira y la impotencia visten el futuro. Existe una obscuridad que anidó el espíritu.
En el crepúsculo encontré ortigas, recubriendo lechos y ropas y hogares, y polvo arrogante, y casas desnudas. En las nubes, alfileres y cuchillos, de dioses muertos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Desescribirse purpurino
Esta noche. Escribió los sueños de mañana. Conforme ha crecido forzosa. Entre. Pálidas crisálidas. Papel, cruel y despiadado.
Mucho trabajo ya no existe. En la paz que se destruye. En la voluntad que desfallece. En la pobreza que abunda. Desempleado. Ha quedado. El comprender al pasado. Y corregirlo.
Fácil se olvida y ni se siente lo que a otros pasa.
Sin escritura. O con ella. El. Muro murmura lo que había habido. El. Muro murmura purpurino lo que habría amado. Desescribiéndose lo que hubiere temido. En los antes donde hubiéremos partido.
¡Por los ahoras purpurinos!. Imposible Comentar embalsamando guantes Murmurando plomos hogares repitiendo. Ingenuidades descuidadas. ¡Alientos monumentos!. Camuflados rufianes. Montañas del pasado, triturarte del miedo. ¡Original, invención, mimesis, del eco tóxico, miles mueren, esbelta y escabrosa la consciencia!. Sin reposo. Sin luchar. Sin fantasmas.¡Con inusitado pasmo!.
Murmura. El muro inmóvil nudos. Los frágiles crepúsculos. ¡Desarmada y púrpura mentira!. Corrugado número, innúmeros taciturnos.
¡El temblor tiembla cada niebla!. El amor hila utopías. ¡Prototipo del delirio!. Del purpurino temblar temblor.
¿Con cuál amor pacífico, se desescriben los hogares deshabitados? y... el... desgarrado desquebrajarse en los tiempos dónde los relojes mueren?.
Con El Sagrado petirrojo Del dedo musical débil Del dedo caído duda Del dedo núbil desatento.
Purpurino, purpurino... Desescribirse.
Mover, de máscaras cenizas, de cordilleras amenazantes, de máquinas derrumbes.
Esta noche. Seguiré durmiendo. Y Los hilos deshilando. Y Los mañanas desescribiendo. ¡Caletra...Dasolo!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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