A.S.O.M.B.R.A.D.A.
En la sombra del aire rosado, espera. ¡Disciplinadamente!. La mañana, costumbre, indispensable. ¡Del agua qué teme medirle!. Los pedazos de noche sencilla. En el rostro de moribunda colmena. En los alados cereales de panes. En la sombra la luz aprende, la hora de la traslúcida muerte, la carga amarga del menosprecio. Encendido el paisaje adormecido. En la angustia fósil del pecho. En la luna prisionera del ojo. Por la vertiente de vidrios masticados.
En la sombra crepitan los grises. ¡Corrosivos elefantes herreros!. De la sed inundada del tejado. Cuando el césped emborracha el viento. Cuando la luna cultiva alfileres. En el vino, camino, al enigma. ¡Desfilando los anhelos desvestidos! ¡Asombrada, oh sí, asombrada, asombrada!. Por todo eso que la ignorancia permite. ¡Con el perdón!. Seguro, infalible, sombreado. ¡Qué a la pólvora hace añicos!. Y viento al tiempo. ¡En el edén!. ¡Qué quiere!. Parecer lo que no es. Por el amor, sí, por el amor. ¡Sí, sí!. ¡Qué nunca aún se ha dicho de ninguno!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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