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Taciturna catarsis (Texto Neosurrealista)
Por atrapar los mañanas en un recuerdo de párpados nocturnos en los dulces labios del silencio en las manos cálidas del sueño donde el eco ansioso merienda un plácido silencio como hirviente cascada que desgarra.
Entre las noches un fuerte huracán que asoló islas, como la negación, la culpa, y todas las etapas del duelo, alimentado por cálidas aguas, junto a una zona arrasada por el fuego de la muerte, la ignorancia, y la indiferencia de las rocas impacientes, por los riesgos de la autopista, mientras caminaba sonriendo, trabajosamente hasta el buzón sepultado por la nieve. Encontrando una razón más para disfrutar del fracaso, que enriquece, la insensibilidad, del despojar al semejante de sus bienes, con todas las comodidades modernas, y el perdón a la vuelta de la esquina, decorado con monedas, como un terópodo depredador, pequeño y ágil, y el hábito de incubar polémicas suculentas, y controversias apetitosas.
En la virtud encendida y derramada la carne del fuego forja vientos en el íntimo fulgor del momento prematuro por el roce inadvertido que rosa y goza el clavel por las orquídeas.
Cavando en el pasado, con las pestañas que resuelven las incógnitas, hasta las mismas raíces de lo increíble, como animales mesozoicos jamás descubiertos, por un dátil codificado como tomate, ni por las siluetas de las nuevas nubes, con techo de paja y pequeños pastizales, preocupados por el propio cabello, que flota cuando las campanas dejan de sonar bajo el acantilado de acacias. Expulsar de raíz a las corbatas y camisas infames, es el canto, es la clave, es el tesoro ataviado con saco negro, como el cinodonte del Pérmico tardío, con patas torpes y sangre fría, por las cordilleras montañosas y los riscos agrupados... Sigilosa la noche serpentea bajo una almohada...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Falseada maraña
Arden las preguntas incubando vegetales, en el filo de las costras. ¡Hay pobres de las ostras, de las arañas inquietas!.
Faltriquera del tiempo. Maraña, maraña. Cubierta página, en el mosaico.... acuchillado, del hormiguero... paulatino, entre fango... de saeta.
Pelerina falseada. Maraña, maraña. Allá está la lengua en cuevas, disipada, el cúbico perro, del minuto, turbada, la masa, vacilante.
Eligiendo vitrificar al flácido cabello, retorcido___ del puño_____ de las cavernas, la cara, del suelo. ¡Marañascua!. Con la amenaza_ del triunfo mece gatos, la mesa ...tóxica y pletórica, del agujero del polvo.
Extendiendo a los techos, preocupados prismas, del aposento.
Con el oblicuo choque del tapete aéreo, deja multiplicando cada ausencia, la pipa del residuo mojado. Tanta privación, hay en las creencias, rupturas__que aflojan alfileres, al conjunto__grandilocuente soberano.
Así ha quedado. ¡La marañascua!.
Clave de la convocatoria, inútil____ liberación, adversa.. procede abrupta, la mariposa, que encadenada goza, la multitud, irritada, en la maraña falseada maraña, cada día más, más. ¡La desolación ya es monumental!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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