“Hermanados en mar y cielos . . .”
Cuenta, dice, la leyenda que un ave tiene encomienda de velar por los marinos, de guiarlos en sus destinos.
En los viajes, derroteros, por sus líquidos senderos en las travesías tan largas de horas felices y amargas.
Sobre todo, en los naufragios donde cunden los presagios de la triste mala suerte cuando les llega la muerte.
Se trata de la gaviota por ser buena, fiel, devota, si el navegante fenece élla en su blancura crece.
Así, sin perder la calma la gaviota lleva el alma del marinero hasta el cielo ejecutando ese anhelo.
La afianza a su fuerte pico, despliega alas de abanico, trasciende la mar acuosa volando, pues, majestuosa.
Para ese encargo cumplir llegando a Dios, al subir, le entrega esa alma de ofrenda dando vida a tal leyenda.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 18 de marzo del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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