Poemas de reflexíon :  De López y su gasolina de a diez pesos el litro
Andan presumiendo todos
que “Dos Bocas” ya refina
gasolina de la fina
hablan hasta por los codos
con sus mugrenacos modos,
así, pa’l pueblo “despierto”
que no quede en el desierto
la vil promesa del peje
y que a diez pesos nos deje
el litro que ya sea cierto.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 03 de agosto del 2024
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Poeta

Textos :  En la vicisitud trepidante
EN LA VICISITUD TREPIDANTE
(Neosurrealista)

La noche mira,
el cielo negro,
sin ojos, solo estrellas, lunas,
redondos abismos brillantes,
ahorcando palabras y silencios,
cortejando a los números esquivos.
¡Porqué las hojas desnudan el viento!.

Mira la noche el encabezado de los ecos,
demasiado exhaustos para hablar del silencio,
cada vez que se requiere, por los bosques hoy,
rebeldes, que resultan imposibles de evadir
por ser andrajosos y peregrinos.

El cielo negro oculta la sonrisa, feroz,
única en el mundo, como hormigas,
en fila india, blanda y aguda,
que se quedó fuera de casa,
sufriendo dolores intensos,
en tanto que las botellas,
seguirán el mismo trayecto.

Sin embargo, en el trípode formado por el ciclón,
y los metales, hay una pata que todavía luce gris,
inestable, que conversa con peces y orugas, sepultando gasolina en una vieja choza.
Al levantarse la noche,
se puede apreciar el contraste,
por el polvo que está tosiendo,
algodón, arroz y mijo, ennumerando las carencias,
en las nuevas pantallas de plasma.
Para eliminar la sensación dulce,
de frío que le da al hielo, hilo,
y el maíz se puede guardar
con hambre, y en el proceso de secado,
las ranas conducen,
al rebaño en un rincón de tierra.

He ahí, porqué la unidad de pasado y presente, es el factor
básico para matar el futuro, entre las numerosas formas
que adopta en los recipientes más corrientes. Una vez,
llegado a su hogar el invierno, se mantiene como un
flexible nómada, y empieza a formar columnas, por lo
general antes del amanecer, provocando serios problemas
de escasez, más no por eso deja de ser un gran esfuerzo.
Por esa razón, los payasos, las mímicas y las palomitas
sirvieron para motivar a los libros, rechazando, sin duda,
las evidencias que contradicen al ponerse al descubierto,
la falsedad escondida, trabajando en la mina, con la penalidad
agravada, y el envío de los paquetes de sueños.

Por fin, y gracias a todo ello, se realizan este tipo de eventos
que van de la mano, y aún no regresan a casa, para disponer
voluntariamente de sí mismos. Aunque el misterioso brillo
de las setas, es de manera intencional o fortuita, una especie
para marcar los caminos, protegidos en yeso para moverlos,
y pueden significar una amenaza proveniente de las nubes.
Pero en la vida, más bien, es el cuerpo el que debe determinar
el momento adecuado, de una interrupción planeada.
Sin bien trepidante, no deja de ser una vicisitud entre muchas
otras, que con frecuencia traicionan el criterio de la razón
egoísta, con la lentitud típica de todo lo incomprensible.
Como bien lo muestra todo lo anteriormente expuesto.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Al yermar... (Visual experimental)
AL YERMAR...

Y se puso en gotas, unas botas rotas,
en un buen par, de ojos, lejos,
del espejo las pestañas,
al fresno, fresco, un frasco.
Al
Yer
Mar
Gota a gota, levantó el coche, un gato,
tan poco hidráulico, más allá el aceite,
luego gasolina, bebe un rubí al frágil hombro.
¡Latón de picos, paja, la baraja!.
Al
Yer
Mar
¿Está la venganza gimiendo cartas?.
En los bermejos gusanos de fuego,
interminables temblores sentados,
deshilando las tristezas embalsamadas.
Al
Yer
Mar
Puso ese mismo frasco, embalsamado, luego,
las botas en gotas, el aceite sepultó,
al barniz en la silla desecha sin cucharas,
y al olfato colgado de las ventanas mudas.
Al
Yer
Mar
La voz amarga el aire, de límpidos panteones,
al rincón de arañas entre los cojines encalados,
al rumor de los báquicos chicotes endiablados,
al rompimiento de los deleites y broche famélico.
Abun
Dosa
Mente
Yermar con zalamería infantil las lenguas.
Yermar samarugo de los topos cíclicos.
¡Desandar al mismo reflujo esculpiendo!.
¡Destruir calamitoso exterminando la consciencia!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta