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POR EL TRISCAR CRUEL
Lloví las sequías de los mares, que sueñan los desiertos atardeceres, agotados en el estropicio al que embaten. ¡Del resquicio quebradizo, halo sin fasto!. Sin reacomodo pretérito. Sin roblizo desconsuelo. Aún en la virada que roe. Aún en la emulación hostil.
Cruel, cruel triscar.
Lloví enarenado al precario circunloquio, muy lejos de la natural frescura, del fuego soñador de la abeja dura. En la miel rosada de la espina frágil. En el anochecer de una roca reposando. En el plañir entresacado del obvio ópalo. Con el disfraz de la doblez desfigurado. Con el disparatado desmandarse asesado.
Triscar cruel, cruel triscar.
Lloví los desiertos anublados tirotearse, en la plácida tormenta clarinada. ¡Tan abribonada al enfangarse erguida!. ¡Tan apretujada como estrujante!. Por el denuedo del encogimiento animoso. Por el atosigado desembarazo indigesto. Entre el nítido encalabrinarse inútil. Entre el férvido camaleonarse indómito.
Por el triscar cruel, triscar cruel.
Lloví en la ceguera del arriscarse, la desértica esperanza inalterable, en el fámulo espejuelo de rabia tibio, en el engolosinado transeúnte temporero, los refrigerios del desamparo y la incuria, los anodinos entusiasmos fustigando, por la dulcificación del allanar, por el lapso de la sosaina iniquia.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Museografía Simbólica (Anticuento Neosurrealuista)
Cuando el otoño murió ella cumplía cincuenta veranos junto al fruto en el proceso inverso de las raíces a las hojas las primaveras colgaban verde a verde en la huerta qué asomaba nuevas ventas por el vidrio opaco afuera del mercado llenando con frescura el apetito sobre una mesa qué crecía en la jarra de fervor vegetal.
A veces viene a verme, con la rapidez de un pequeño jugo esperando ver pasar el gato bajo el sillón agobiado por cobijas y almohadas en invierno, es decir, sin pasar los linderos de los huesos temblando como hielos danzando encima de los zapatos cultivando calcetines uno sobre otro más agujeros naciendo tras lavados años de jabón en la película delgadísima del suavizante olor a burbujas cítricas admirables al plancharlas en el trabajo del bordado nombre del dueño caminando muy de tarde en tarde después de que estuvieran bien secos sin dar la impresión de envejecimiento prematuro a los diez años en la costumbre de comprarlos en el supermercado ya enlatados. Sonámbula una cortina sonríe por la hendidura del sol recién salido, y me pregunta si son más de las siete y media de la invención apetecible de esas naranjas en el estruendo del extractor que se oye en la cocina afectando el sueño del vecino bajo el piso que piensa salir corriendo porqué su trabajo empieza a las ocho acosado por la represión de los semáforos seguramente por la predisposición innata a la sincronía del café y los huevos tibios a la vista sobre la mesa siguiendo la tradición familiar en la expectación repugnante de las mismas noticias, y asexuadas pastillas en el humo eróticamente fantasmagórico disparado con orgullo de placa dentobacteriana ampliamente reconocida en las tarjetas del último banco endeudado con la plástica madera contrarrestando la honestidad de los bosques especializados en matar el aire limpio con su ausencia de problemas a la observación de los satélites marcianos en el ciberespacio qué estornuda sin cortapisa al refrenar indigestarse en la concordia aseverada por denostar las dentelladas más honorables buscando la probabilidad instantánea como el polvo contenido en este aluminio de la casa clausurada como museo en mi vaso jugoso...Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Exterioridades...
Cabalga el alba la tarde tenue. en la silueta que duerme. al horizonte qué acecha. los topacios qué recuerdan. de la lluvia de cristales. ¡Tenues rosales en su sed!.
En el frío del ensueño derretido, cuando el infinito es nombrado, en la estatua del fuego intacto, por la frescura del hielo mudo, entre la espuma del grito roto. ¡Cuando la sonrisa es escombro!.
Ex Terior Idad Es
Cabalga. El espejo silencioso. Invisibles. Superficies. Del reflejo. ¡Suspendido!.
Ex Terior Idad Es
En el fuego. Pintor del aliento. En los náuticos orígenes. ¡Trémulas burbujas!. En los gestos diestros. ¡Cáscaras cabalga!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL AMOR DE MI AMOR ___Autor: VIDYAPATI (Siglo XV).
El mayor poeta erótico hindú de su tiempo. Escribió muchas obras doctrinarias en sánscrito. Es famoso por sus canciones amorosas. Esta es traducción de: M. Rolland/J.L.M.
EL AMOR DE MI AMOR
El amor de mi Amor es cruel como la muerte. Construí un hogar para encontrar la dicha y el fuego del fogón lo ha consumido. Esperaba bañarme en un mar de placeres y, ¡ay!, el mar estaba envenenado. Busqué la frescura en el claro de luna y el sol me ha ardido. Quise planear sobre las cimas y he caído en el abismo. Pedí una gota de lluvia y el trueno me gruñó amenazante. Lo poco que tenía lo perdí todo mientras buscaba la fortuna. Mi amor se complace en mostrar mi vergüenza, mi amor que es cruel como la muerte.
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Poeta
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Incandescente incisión
Son Las Llamas Dolientes Del corazón Congelado y angelado En Tanto Conmueven A Las Cumbres De los mínimos Abismos. Dolientes Llamas
Asombrando la frescura de los fondos olvidados Elocuentes... ¡Las ausencias, inacabables! De felinas pupas... Relampagueo perfumado. Incisión. ¡Que late lato!. Los latidos.
El Corazón Incurable... ¡Roto el rato en la rotura rueda! Rudo y raudo... Frenético el hierro candente el mármol oleoso grita el rayo gotas... ¡Llueve luz! Luz, luz llueve y silencio en sombras gime a la vida la mano del fino polvo cien mil voces las veces del tal vez siempre pudo ser.
En La Incisión Incandescente Las ventanas insaciables Los momentos adolescentes Las noches agitadas Los vientos libres Libran Libros Vidas Llamas dulces centenares las mejillas tiñen las pupilas brazaletes ensortijados los tobillos embriagados
En Los ¡Breves mares largos lagos! Incandescente Serpenteando la mirada Incisión El indomable idilio Los años enterrados En las plumas ardorosas... Las memorias tejen sus arañas corazones en las cumbres de los abismos la frescura de las ausencias los mínimos rayos inmensas gotas elocuentes en la mano en las ventanas agitadas de las puertas centenares...
Incandescente Gladiadora la humildad Arrodillando al tiempo Por Los Anfiteatros ¡Que evapora!. Profunda llama la incisión.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ALDABEAR...ALBURA
La espuma disfruta el polvo en cada poro. ¡Porque al vivir hay que morirse mucho!. Resbalando el apetito ola tras ola. ¡Más y más, las íntimas ruinas viendo!. En la sal vestida temprano, al florear los arremolinados monólogos, por la tarde recostada. ¡En los vestíbulos abriendo Islas!. En el brillo de la frescura, repartiendo años a los pupitres. ¡Lluviosos del verano marchito!. ¡Campanas perfumadas del heroísmo!. Del posarse la misma luz, al final comprensivo de la espina. ¡Hablando de las excelencias de la noche!. En la esquina cansada del abandono, colgada del caudal de sueños.
___Aldabilla___ Al danzar redondo de los rebaños ___¡Aldaba!___ De la intimidad gastados. ___Desconcertados___ Visiblemente, burdos bultos. ___Al alborear___ De la vereda esclava en sandalias. Blanca ...Pureza ......Aldaba .........Blanca
Al alborear. En la salida del techo que calzó.
Aldabear. Al extremo de las milenarias muletas.
Por Las Inclinadas escaleras del húmedo ladrillo. ___¡Aldabeando, aldabeando!___
¡Albura!. Ardiendo aquélla rareza encerrada. __¡Alba hondura!__ Por las sillas solas. Por las flechas cortesanas. __¡Caídas del suelo al cielo!__ Entre las figuras... ¡De porcelana rota!. Donde Aguardan Las paredes Desvencijadas. ¡El polvo albura en cada poro ingenuo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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