ODA AL OLVIDO
Ya
No recuerdo... ¿Dónde estás?.
No recuerdo
cuando
nací
fuera del tiempo
del polvo donde estabas
del pantano
que corta
corriendo
los años
en la piel
arrugada, de los libros
no leídos, entre las arenas
del desierto de la niebla
sal y abeja
mar y miel
lejanos, añejos, vinagres
luchando sin bandera
fuiste
vestido de pasado
seco, desangrado, borrado,
alegre al frente, de espaldas.
Te escondiste
en el blanco pelo en blanco
como pétalo, perdido, seco,
temible en la frescura
del reloj
de arena que rebrota, fuego,
de la ceniza, en fragmentos,
de obscuridad teñida
en el molino cruel
de la historia indefensa
sepultando
lo más exquisito
del dolor
recién lavado
en la noche
que sacude las estrellas
de corbata y aplausos
con monedas y billetes
y nebulosas y balas.
Te vuelvo a encontrar
perdido
en las esquinas
de rodillas
lágrimas rodando
en la sangre de nubes
que pesan, espesas,
pesadas, que no pasan
ni se secan
solo
esperan
la escritura de la verdad
del sueño imposible
en el aire inmóvil
de las campanas que callan
de los lutos decorados
sumergidos en las islas
de las lápidas del fracaso.
Olvido olvidarte
cuando
no quiero
aceptar el fruto
del futuro en el pasado
de herradura y cicatriz
de telarañas repetidas, perennes
en el polvo, las cenizas, el viento
en los latidos salvajes
de la espina
solitaria
extraviada
dulce y débil, dolor negado
en la punta de cada retina
de tanta ventana rota.
Dime, olvido, acaso,
me he olvidado a mi mismo, recordándote,
Qué sería del silencio!... Sin escucharlo.
Encadenado
a las cosas.
Sin esperanza.
Del regreso.
Del tiempo azul.
En el cielo invisible, incierto, borrado.
En la gris memoria que lo alimenta yerta...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez