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TEXTO SURREALISTA Autor: Antonin Artaud Francia 1896-1948
En 1920 radicó en París y publicó los primeros versos bajo el título "Trictac del ciel" en 1924. Escribió ensayos, guiones de películas y su sobresaliente obra poética "El ombligo de los limbos". En el año de 1936, su interés por la cultura solar lo llevó a convivir con los indios Tarahumaras en México. Después de varios años de reclusión psiquiátrica, publicó en 1947 el ensayo "Van Gogh le suicidé de la Société" , galardonado al año siguiente con el Prix Saint-Beuve. Este escrito fue Publicado en "La Révolution Surréaliste", N° 2 (1925) y es... Versión de Aldo Pellegrini
Texto surrealista
El mundo físico todavía está allí. Es el parapeto del yo el que mira y sobre el cual ha quedado un pez color ocre rojizo, un pez hecho de aire seco, de una coagulación de agua que refluye.Pero algo sucedió de golpe. Nació una arborescencia quebradiza, con reflejos de frentes, gastados, y algo como un ombligo perfecto, pero vago y que tenía color de sangre aguada y por delante era una granada que derramaba también sangre mezclada con agua, que derramaba sangre cuyas líneas colgaban; y en esas líneas, círculos de senos trazados en la sangre del cerebro. Pero el aire era como un vacío aspirante en el cual ese busto de mujer venía en el temblor general, en las sacudidas de ese mundo vítreo, que giraba en añicos de frentes, y sacudía su vegetación de columnas, sus nidadas de huevos, sus nudos en espiras, sus montañas mentales, sus frontones estupefactos. Y, en los frontones de las columnas, soles habían quedado aprisionados al azar, soles sostenidos por chorros de aire como si fueran huevos, y mi frente separaba esas columnas, y el aire en copos y los espejos de soles y las espiras nacientes, hacia la línea preciosa de los seno, y el hueco del ombligo, y el vientre que faltaba. Pero todas las columnas pierden sus huevos, y en la ruptura de la línea de las columnas nacen huevos en ovarios, huevos en sexos invertidos. La montaña está muerta, el aire esta eternamente muerto. En esta ruptura decisiva de un mundo, todos los ruidos están aprisionados en el hielo; y el esfuerzo de mi frente se ha congelado. Pero bajo el hielo un ruido espantoso atravesado por capullos de fuego rodea el silencio del vientre desnudo y privado de hielo, y ascienden soles dados vuelta y que se miran, lunas negras, fuegos terrestres, trombas de leche. La fría agitación de las columnas divide en dos mi espíritu, y yo toco el sexo mío, el sexo de lo bajo de mi alma, que surge como un triángulo en llamas.
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Poeta
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SONETO WATTEAU Autor: José Juan Tablada Mexicano 1871-1945 Poeta, prosista, crítico literario y prolífico ensayista. Fue también diplomático.
SONETO WATTEAU
Manón, la ebúrnea frente, la de cabello empolvado y vestidura crujiente, ¡tus ojos me han cautivado!
Eco de mi amor ardiente, el clavicordio ha cantado la serenata doliente y el rondel enamorado...
¡Ven! el amor que aletea lanza su flecha dorada y en el mar que azul ondea,
surge ya la empavesada galera flordelisada ¡que conduce a la Citerea!
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Poeta
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EL OJO AZUL
Se mira se mira en el espejo azul el ojo del mar en el cielo el rojo del ramo en la flor el azul del abedul en el sueño que sueña el silencio desnudo del mar hecho cielo en la mano de la mano en la frente azul tan azul que no cuesta nada a la mentira más verde vistiendo. El Ojo Azul No, no cuesta nada, no Al azul del reflejo en el ojo En el espejo azul azul Que tiñe a la luz engañando En la mirada que mira mirando El mar en el cielo En la flor en el sueño En la mano en la noche que duerme Que duerme que duerme azul azul El ojo el ojo se mira El Ojo Azul Donde la apariencia se cree verdadera Donde la experiencia certera lo niega Cuando la añoranza espera esperando Cuando la templanza flaca flaquea En la almohada menos azul En la noche menos negra En la consciencia menos vana En la esperanza menos inmunda Azul sabe que el ojo no es El espejo azul que lo refleja.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SED EXCEDENTE
En este destejer, celeste remé. Pensé entender. En el deber. Del deber emerger. Del perder. En, el ser.
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En el, ser. Entender. En el emerger. Ver. En el perder. Ser. Entre el ver fenecer. ¡Velé peces, endeble!. Pez de tez. De ceder.
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¡He de perder!. Pensé. ¡He de emerger!. Creeré. El temple tensé. El envejecer estrellé. El eje, creé. ¡Elevé!. Remé. Pensé. ¡Pené!.
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¡He de creer, decreté! El ver fenecer es perenne. El verse, es sed. ¡De ser!. De tener excedentes. ¡De sed!. Sed de ver. De verse emerger. Del perder, es deber. ¡Entender!.
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De ser pez, enseñé peces. De este envejecer. ¡Enfrenté, excederme!. Entre ver, ejes, decrecer. Refrené lentes, tez, sed, ser. Pensé. El ser es sed, de ver, del deber ser.
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En el ver endeblez. ¡Ser, serme!. Entre este extenderme. Pensé perder, pensé embeberme. En el defenderme, rebelde, ser. De frente fenecer. ¡Pensé!. Enseñé. ¡El verme, en el tenerme me tensé!.
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Pensé reverdecer de vez en vez. Entender, el teje, extender, el desteje. Entre este deber, de frente decente, del ser. Del ceder, repeler, ennegrecer. Del temer enfermé. Pensé. Tener excelentes referentes, el ser, el serme.
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Reemprenderé el deber. De emerger del revés. Del deber, de ver, el envés. ¡Me cremé. Me regeneré!. ¡Me creé, en el serme, en el reverdecer!. ¡En tener sed excedente de ser!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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G A L I L E O Autor : José Joaquín Ortíz. ( Soneto ) Colombiano
G A L I L E O
En alta torre alzado, en noche umbría, el ojo armado de su activo lente, revuelta a Venus la serena frente, a Galileo absorto se veía. El astro en tanto en órbita corría de vivísima luz entre un torrente, y el viejo, en su balanza omnipotente, su volumen y fuerza audaz media. Los ángeles del cielo que lo vieron del planeta seguir las claras huellas, por un simple mortal no lo tuvieron; y él dobló su rodilla a las estrellas, porque sus ojos de águila leyeron el nombre del señor escrito en ellas.
José Joaquín Ortíz ( Colombiano )
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Poeta
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DUALIDAD _Alberto Guillén (Peruano)
DUALIDAD (Soneto)
Filosóficamente veo en fuga las cosas, e intermitentemente amo larvas o diosas; yo llevo una serpiente enroscada a mis prosas, pero bajo mi frente hay semillas de rosas. Yo no sé si Mefisto es mi padre o si Cristo se prolonga en mi ser, pero si sé que todos los dioses y los lodos amalgaman mi ser.
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Poeta
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EL ALTO VELERO __Salvatore Quasimodo ( Italia ) 1901-1968.
Fué poeta y profesor de literatura, Premio Nobel de Literatura 1959. Esta es versión de : Carlo Fabretti. De ¨Nuevas Poesías ¨.
El alto velero
Cuando vinieron los pájaros a mover las hojas de los árboles amargos junto a mi casa (eran ciegos volátiles nocturnos que horadaban sus nidos en las cortezas), alcé la frente hacia la luna y vi un alto velero.
Al borde de la isla el mar era sal; y se había tendido la tierra y antiguas conchas relucían pegadas a las rocas en la rada de enanos limoneros.
Y le dije a mi amada, que en sí llevaba un hijo mío y por él tenía siempre el mar en el alma: «Estoy cansado de estas olas que baten con ritmo de remos, y de las lechuzas que imitan el lamento de los perros cuando hay viento de luna en los cañaverales. Quiero partir, quiero dejar esta isla.» Y ella: «Querido, ya es tarde: quedémonos.»
Entonces me puse a contar lentamente los vivos reflejos de agua marina que el aire me traía a los ojos desde la mole del alto velero.
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Poeta
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¡Oh, qué antiguo sentimiento!
¿De qué me sirve, pregunto, la tinta, el papel y el verso?
Carne tuya me parece, rojo lirio, junco fresco. Morena de luna llena. ¿Qué quieres de mi deseo?
Por las orillas del río se está la noche mojando y en los pechos de Lolita se mueren de amor los ramos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche canta desnuda sobre los puentes de marzo. Lolita lava su cuerpo con agua salobre y nardos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche de anís y plata relumbra por los tejados. Plata de arroyos y espejos. Anís de tus muslos blancos.
Se mueren de amor los ramos.
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Poeta
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UNDÍVAGO
Como la mirada de un árbol que corriera. Hasta la punta del hoyo. Odia, amasa escaleras blandas, odia. Nuestra mano dulce.
...UN...
El Corazón De mandolinas Ónix en retiro.
___DI___
Escuchan lo que conviene solo. La camisa azul rota. El piso rojo ahogarse, rojo. De los cabellos al hueso.
---VA---
Como la mirada de un mármol nuevo. Hasta la sal del párpado. Piensa, recoge olores duros, piensa. Aquéllos brazos café.
:::GO:::
Por La misma. Noche insomne. Luna cabello obscuro.
+++UNDÍ--VAGO+++
Abre. La frente. Pálida. ¡Del sudor petrificado!...çÇç Undoso, Undoso çÇç
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EN OTRORA
Un día había pasado vacilante, entre las piernas de una semana, al mes parpadeante que dejaba, satisfecho aguardaba el año, el día cuidando la destreza, de las horas de alarma honorable, un minuto de silencio desconocido, venciendo los segundos ininteligibles.
Otrora En el fallo arruinado del cansancio. Otrora En el rechazo admirable inevitable. Aminora El intérprete fatídico ensortijado. Aminora El monólogo calculador insuficiente.
Ese día. Misteriosamente. Resucitaba reverente. Al frente milagroso destructor. Del tono maligno raro. Vestido enjambre. Diariamente.
Un día que no habló mucho. Con los ojos puestos en la noche. Otrora. En la moneda subyugada y sorprendida. Aminora. En la caricia vertiginosa y recogida. Un. Día. ¡Un día como cualquier otro!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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