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TRAVESÍA DE UN FANTASMA
Empezó con las ausencias que repiten su presencia, donde el olvido sale obligado del bolsillo incompleto, con sonrisas y gestos serviles en las manos, y en las cercanías el honor desertor será fusilado. En cada noche la luna cuelga sus lágrimas, permanece quieta, unas pestañas agonizan en el viento.
La naturaleza, así, acaricia los fusiles no exenta de violencia, triunfal, cobra su cuota robusta. La cámara y los medios son escuadrones domados, cómplices del espectáculo. La escena es tan común. En el fondo, acabaría por aburrir la decepción del silencio, quemado en las hojas de los viejos diarios. Es lo malo de ir por delante del pasado. El presente busca independencia afanoso, inútilmente, cándido e ingenuo como un gusano, explicando lo que ya se sabe, a su modo, desechando todo lo no deseado.
El nos ve lavarnos las manos, desmaquillar pesadillas, untar el pecho, ignorar el desconcierto, ocultar los secretos más evidentes. Por fin llegaron. Era un lugar cualquiera bajo un cielo mecánico, invadido de sombras descendiendo lentas, trabajosamente, abatido, sin sobresaltos, simple espectador riendo en el balcón. ¡Eso no es más que un ejercicio de estilo, juego calculado, pura bellaquería y basta!. En la plaza la tarde duerme, el polvo con su voz y diversidad no se le escapa a los viejos. ___ Amigo mío: Moriré como muchas otras veces, tal vez ésta sea la última, he cumplido mi pena, ya no escribiré más.
La sangre seca había dejado de llover y olía a olvido barato, a vulgar noche comprada. La luz, era muy lenta, torpe y opaca, caía en los rincones del murmullo lejano. Las ramas verdes azulaban grises, se balanceaban ahí, inquietas y las hojas desordenadas, secas, empezaron a cubrir su cuerpo. Fue fusilado al final de un largo viaje por la historia, dejó de parecerse a su abuelo y perderse en el rostro borrado que alguna vez creyó tener.
___ ¡No, por favor!. Ni lo pienses, la posteridad es pura inocencia. Los equívocos de ayer hoy siguen existiendo, imperturbables, con el vigor sutil más calculado, más vulgar y ostentoso. El valor, la prudencia y la consciencia limpia, arrastran su cadáver en el vagón de segunda clase, conocían perfectamente ese tren de humo tímido y pequeño. Gritos y alaridos chocan contra las paredes y el techo, y van ampliando poco a poco su circunferencia hasta morir, ahí donde se cruzan pies y brazos y el deber se tambalea en el averno, arrodillado y tapizado de perdones y plegarias costosas, enjoyadas con ceniza.
La humanidad contempla su aliento sangrando, las vestiduras desgarradas, y los labios enmudecidos, han quedado sepultados en la confusión cosechada, la maldad brillando, la crueldad y la injusticia rápida y arancelada expresan su gratitud. El futuro muestra el engranaje que lo ha triturado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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T.I.E.R.N.O.
Te ve azul el cielo, verde colgado de añejos anhelos, la frente desnuda, el sol suspenso, ingrávidas resbalan las sombras, al tiempo que rizan las piedras, que abaten mordiendo las hiedras, amantes abiertas las cuadras.
Azul triste soñando emergiste, andando destellando volando, al momento feliz embriagando, violetas jazmines claveles vergeles.
A su lado verdoso el horizonte, creías, cruzando la espuma alfarera, de arcilla abrasada la mirada, deshojando palabras profundas, emociones, del fondo palpitante encendido, de la memoria cautiva.
Desnudez honesta, dulzura armoniosa, discreción que embelesa, el jugo pausado en la voz conmovida, de la fruta celeste, del anhelo, satisfecho.
¡A su lado no importa si eres verde!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Altura solitaria
Con un pedazo de muro el sol perdió, temporalidades y ganancias, en la sombra intacta de la noche, en la tierna página del tiempo.
Sol Y Alturaitaria.
En El Maduro labio de la historia, de la huella del azúcar, de la orilla del viento, del cesto miserable del hambre.
¡Allá, allá! En Sol__Y_Taria__Altura. El sol imprime un pájaro, un pez, en la nieve que florece, en los trozos del silencio, en las auroras en llamas. El sol teje la madrugada, una vez.
Antes... Del asombro subterráneo, las aves doran el abismo fácil, las máscaras de certidumbre sueñan, los tesoros aniquilados inocentes, los tesoros de párpados callados, después del fondo...¡Del vacío inerme!. Antes, de las palmeras enterradas. Con un pedazo de muro perdió el sol la noche la luna el lago tiempo historia honor, asalariando al desmán, al bosque ambulante, a las persianas abandonadas, y la sed de los relojes, detenidos en los anchos meses de indiscretos años.
¡Solitaria, altura de ultratumba!. La memoria revestida de amargura e impotencia, la siniestra y retorcida luz retrógrada. ¡Solitaria, altura escalofriante!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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