ENCUENTRO INFALIBLE...
De Uno En Uno Dentro De la dormida noche ó el despierto día. Del fuego duro ó la deslumbrante sombra. Más allá de la esencia de la muerte completa. Más allá de la forma de la vida multiforme. ¡Dónde uno sólo es uno, con uno mismo!. El Ser es infalible Es El encuentro de sí mismo, a pesar de sí mismo. El encuentro en sí. Y más allá de él, entre sí mismo queda el que se encuentra.
Cuando Por todos los caminos la soledad encuentra. Nada es más fácil. Todo es más difícil. Y la nada, el todo, lo fácil y difícil son uno solo. Resulta. ¡Que las cosas prematuramente han muerto!. Sin pensarlo, sin sentirlo. La sabiduría del zapato, del vocabulario, del mercado decapitado. Lo pensado por la araña, lo sentido por el vidrio. ¡Es encontrado salpicando impenetrables romances!. Infalible. Flamable. Inefable. Desencuentro trss desencuentro. ¡Solo una simple derrota!.
Donde fue una piedra preciosa, el silencio leve, de nieve halagüeño, de esos gestos indiferentes de las multifacéticas sonrisas, de esas obras bellas, de rostro sobrehumano, urdido en sueños de esos joyele,s y palacios vibrantes, luminosamente alegres, de esas alas de fastuosos, pliegues suspirando terciopelo, es que vive, sensatamente de plomo, ágata y rubí, y pasa de la nieve al fuego, como de la muerte a la vida, en la combustión, espontánea, sensible, y palpitando, cada minuto de la vida, de la muerte, del mundo, del ser sí mismo, lo que solo es, en sí mismo el ser, que es verdadero, clarobscuro radiante, que tiene su esencia en su mano, y de los momentos de alegría, de tristeza o cualquier cosa, hace de sí un ser siempre completo, en todos los momentos. Aún si pudiera volver del futuro letal, veneno con las manos, con las perlas, con las palmas, con las conchas, aún así, dejaría atrás, el mañana perfumado, la tarde insípida, y en la noche trataría de tejer más estrellas con las lunas. Y de tener solamente carruajes ambulantes, del sonido nuevo, mundo pintores de pasillos, enmohecidos al atardecer, de historias colgadas, de los techos, ternuras brillando, astros arrecifes, jamás de regimientos, de colonos, de sed malsana, de promesas impedidas, repletas de bajezas, y los buenos momentos, sólo cultivando, y de tener solamente carruajes.
Por si no lo saben, los carbones nada son, sin hidrógeno, sin oxígeno, con el hermano nitrógeno, y más aún sin el divino impulso que suprimen, de eso que está hecha la vida, de eso que alimenta el tiempo, de eso solo de momentos, dignos, no pierdas el ahora, el ayer, ni la mañana aunque no llegue.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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