|
NON SE OLVIDE… (Castellano Medieval)
En hedad cayente vevir es morir la luz eminente buscais en tinieblas. Por luenga que seya, la vida es breve es uno fiel, apenas entre mil.
A los buenos vida ser el bien morir.
Non faria otro omne obra tan esmerada como abenencia e lealtad. De buen comun e omnes de buen tiento. Verdura, vergeles, mire florestas.
El mi pensamiento non puede pensar buscando fortuna asi andamos tenemos más poco cuando más avemos.
Ciego tras ciego los fechos de viento todas estas travas que estan retravadas.
E tanto es el mal e la corrubcion que si bien mirando del todo non mira ¿Qué locura es esta tan magnifiesta?.
Non es nomne ninguno Que bien derecho venga Asi por riquesa es muy alabado lo que denostado es por pobresa.
E veemos ser vanidat pura el mundo Traiciones, engaños, mentiras, cobdicias Que cuando pensamos Mas alto sobir Non es seguranca en que cosa sea.
E jamas non pudo Fartar su conciencia E le paresció cosa muy vana todo.
Dexád de ser tristes sabed ser alegres sabed deservir a quien tanto serviste.
Fuertes, nobles e umanos como el mejor, e tan bueno e claro en toda bondad. Sereno en toda virtud.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
LOS RECUERDOS Autor: Giuseppe Ungaretti Italia 1888-1970.
Poeta y traductor italiano nacido en Alejandría, Egipto, en 1888. En Paris, estudió en La Sorbona. Voluntario durante la Primera Guerra Mundial. Sus primeros poemas "El puerto sepultado" 1916 y "La alegría"1919. En 1921 trabajó como Periodista en Roma, su obra más conocida "Sentimiento del tiempo" 1933,en 1936, vivió en Brasil oficiando como profesor universitario. Después en Roma 1942, enseñó literatura moderna, publicó "El dolor" en 1947 y la compilación de su labor poética entre 1942 y 1961, bajo el título "La vida de un hombre". Esta obra es versión de Jesús López Pacheco
Los recuerdos
Los recuerdos, inútil infinito, pero solos y unidos contra el mar, intacto, en medio de estertores infinitos...
El mar, voz de una libre grandeza pero inocencia enemiga en los recuerdos, tan rápido en borrar las huellas dulces de un pensamiento fiel...
El mar, sus blanduras indolentes tan feroces y esperadas tanto, tanto, y en su agonía, presente siempre, renovada siempre, en el despierto pensamiento, la agonía.
Los recuerdos, el revolverse vano de arena que se mueve sin pesar sobre la arena,
ecos breves y lentos, sin voz, ecos de los adioses a minutos que parecían felices...
|
Poeta
|
|
TROIS
Allí, donde el baricentro de la sangre promete travesuras tripartitas, el amante, ella y el marido tentetieso, ese que vuelve a su eje de espiga erecta y triste tras una nueva contusión, allí es donde ella vive, su sinistrorso apaleado por tanta lidia de alcoba, doble turno de escaramuzas endocrinas.
Y aún así, su colágeno soporta tanto embate. La zabordan ellos dos, se desencalla en la vida sola. El crápula y el vilordo, y ella mesalina e íntegra. Entre el aullido y el mesurado gemido, A medio camino de la ignominia y el accésit de su pedestal social.
La invidencia de su entorno es evidente. El mutismo de los otros, y su bilingüismo carnal. Sabrosa y cochambrosa, consecuente y viripotente. Hoy es el día. Hoy no se divide. Hoy demanda que ambas mitades suyas se reconcilien en la noche. Y tiene todo el flogisto necesario para los dos a la vez.
|
Poeta
|
|
Loa a Asclepio ¡Por las tres alfas!. ¡Por el alma del amor ancestral!. A ti, de la salud, oh dios. ¡De los remedios padre!. ¡Que otorgas bienestar a los enfermos!.
A ti, del dolor enemigo. Y de la curación amigo. ¡Ven, da fin... A esta enfermedad!.
¡Ahuyenta la pena de mi hermano!. De mi hermano el corazón. ¡De cada hombre y de toda nación!.
Te invoco, magnánimo y venerable. ¡Sí, sí...! Al bendito hijo de Apolo. Al salido del vientre de Coronis.
Del Centauro Quirón. ¡Fiel discípulo y amigo!.
A tí, para mis hermanos. ¡De todos los colores y lenguas!. ¡De todas las edades y dineros!. A tí, la salud pido, Oh, dios.
*Asclepio-Esculapio-Asclepio*
¡Qué moras ahora inmortal!. ¡Qué fuíste muerto por Zeus!. Y qué a Hipólito... Resucitaste. ¡Cura el corazón enfermo!. ¡Cura tanto espíritu malsano!.
*Esculapio-Asclepio-Esculapio*
¡Te lo pido por Hermes, tu salvador!. ¡Por Apolo, por Coronis, por Quirón!. ¡Por el padre de todos los dioses!. ¡Por la madre de todas las diosas!. ¡Por el infinito múltiple...! De los mil nombres. De los diez mil seres. ¡Te imploro, te invoco!.
A ti, oh, dios... ¡Elevo mis plegarias!. Por el antes, el hoy y todos los mañanas.
¡Oídme Asclepio, Esculapio inmortal!. Alivia las penas de los hombres. Aligera los dolores de mis hermanos. ¡Yo te invoco, desde el alma al hueso!. Yo te ruego, con mi voz y mi silencio.
¡Sednos propicio!.
¡Oh, bienaventurado...! Aligera nuestros males. ¡Te suplico nos seas propicio!. ...Recibe favorable esta plegaria!.
Y... Y... Y... ¡Devuelve la salud a todo enfermo!. Y cura nuestro pueblo. ¡El pueblo que corre por mis venas!.
*Asclepio Esculapio Asclepio*
Te invoca y te suplica. Este insignificante mortal. ¡Aunque no tenga paraíso!. ¡Aunque no tenga vida eterna!. ¡Aunque sólo sea dueño...! ¡De la nada!.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
PAJAREANDO AL CARBÓN
Los pájaros inanimados dejan al firmamento, incesante del cobre confuso. Al polvo cauteloso. De la noche caída de un árbol. Del siglo del año anterior, único difícil. De la perla encampanada.
¡Al carbón!.
Recostado el murmullo sobre la lluvia, corre a despertar al sol, delgada hoja con dedos finos, la madera solemne de los abetos. Con un poco del cuarto, traga irrompibles mentiras, cada pared rica de notas, débiles y quiméricas libertades.
Tal vez cada día quede, con un futuro irrepetible signo, en la realidad diluido.
Con la mezcla del bambú, el hierro crece agitado, labios resecos del agradecer, al agresor, las caricias de las nubes.
La mazmorra esparce al grano, diluyendo, de nuevo al campo, humeante, en la pasta, plástica, asimétrica. La pecera ladradora respira, codo a codo, cada peldaño, un rato, robado, al tiempo, fiel oruga, la promesa espigando, entre las uñas del dibujo.
¡Pajareando, quedó pajareado al carbón!. Y Luego... Entregó la cabeza verde a cada rato. desteñida ágata de claro vuelo. las cartas invertidas. del tren de las sombrillas. con la brecha gastada. al temblor caricia, del túnel, al timón de mantequilla. ¡Sitio sacudido con lujo!. A la vista, del salitre, mensajero.
Estando en bandadas las escamas. al color empaquetado. en el forro de visión, un mamut, encuentra el sombrero, un cabaret, desdoblando la rodilla, un valet, la casa de los botines, quitando de las axilas, la desesperada pantorrilla.
¡Pajareando al carbón!.
Allá están los muslos del hacha, la mecha de los papalotes. ¡Escribiendo del rubí al abanico!. Del nivel de la pizarra, sobre la mesa de las bicicletas. ¡Guardando anónimos deseos!. Informando a la caballería. de los rayos ultravioleta, con el eco del bosque, con las caderas del trigo, con el garrote de bobina. ¡Y la___Turbina___En los murales!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
POR PÁRAMOS PARALELOS
En el paisaje. Parcelario. Los encantos celestiales han sido encadenados. Por el parásito paréntesis. Los rehumedecidos rehiletes han sido sonsacados.
Pára... ¡Mos lelos!. Lardosos largamente. Del ortogonal ornato. Del ribete redundante. ¡Haz levantisco impuesto!.
Paralelos Humildes Y Resignados Páramos.
Para. Otros incógnitos viajeros. Hoy. Te destierro dichoso reposo, en la memoria, postrera, regazo y caverna, charca saudosa, fragancia, donde voy a vivir enfrascado, del recuerdo, del fiel desterrado, polvo, demacrado y hosco páramo. Busca más pródigos aromas, oyendo la estela que dejas, en el día que tal vez, envidioso anhelas, por la redondez alabastrina apetecida, por la sonrisa generosa y serena, por la jovial cañada de la pupila, busca, de la historia, el perfume vespertino, de la paz, las campanadas de la nada, de la pluma, los vuelos de las aves, de las ruinas la eternidad ligada.
Todo lo que es. Lo que no ha sido. Sonora aurora de jardines. Límpido peldaño incólume. Por el anónimo destino. Por la penumbra incierta. Lo que ya no es. Todo lo que fue. Visión de la pradera extraña, música insondable, pena infinita, luz de noche. Luz del abismo, del exótico diseño, del ingenio disparatado, del servil. Donde la muerte nos olvida, en la eterna vida desconocida. En la eternidad conocida de improviso. En la eternidad sin resistencia. En la débil voz sin nombre. Donde la vida nos niega, en la fugaz moneda ufana, el balar de las cisternas.
Y renacen las primaveras vacilantes, destellos vivos conmigo, hermanos, para poblar el marfil truncado, minúsculo elefante, del telescópico, desierto, inundado del sermón punzante, con el bien meditabundo, de la pólvora, bienhechora. ¡Entre los nuevos páramos!
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
|
Poeta
|
|
Soporífera indiferencia no
No mañana, nuestra lira, sonora. ...¡Calle!...
Ni en la desventura, ensalszse, lo que destruye el vicio. ...¡Alegre!...
Hechos que si cantan, los males, en la tierra. ...¡Cunden!...
En la cima que, trajo, la inhumana bajeza. ...¡Descifrada!...
Y que adula, servil, al hombre fiel. ...¡Mortalmente!... Detestando las iras justas, insensato, cabalmente, del combate, que tal vez nunca logre, en la cordial cadena lamentarse libremente.
El ayer que la mano arrojó homicida acero. Repentino Himno Al Desencanto. Tarde vidriosamente, ninguno, quiera. Por la timidez del emplasto repetido. Por la viveza del robótico nefasto. Por la médula del anzuelo títere.
¡Qué repite!. Al mismo Ayer El Desencanto, humillando con cinismo toda muerte. Aún aquélla. ¡Qué merece!. ¡Qué justamente!. Pide lúcido el desapasionado ermitaño. El timón al mástil tierno. Del fulgor sopor. Del eco fatigado. Aquélla muerte. Qué... Toda honorable vida merece. Odiando la victoria, del conformismo dócil, y que de sangre manchará toda memoria.
¡Cuándo ya por lo tarde no haya noches suficientes!. Ni plegarias útiles. Ni extemporáneo clima. Por la muerta muerte que a nadie ya le importe nada...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
LA PIEL DE LA NOCHE
¡Quedaron lágrimas de bolsillo!. Cuando pasaron puentes volando. En la guitarra del caracol. Como semillas de campanas. ¿Cuántos días desea destinar a ése viaje?. ***¿Hoelang wilt u op reis gaan?***
Y amarillos noviembres. Quedaron solo pestañas. Y párpados de bolsillo. Al pintar el viento salado. ¡Pintar...Schilderen...Peindre...Dipingere!.
Con los años enterrados. Caminando dueño del sueño. Una vez fragmento. Cristal sísmico risueño. ¡Piel...Skin...Peau...Pele...Pelle...Haut!.
Medalla infinita de serpiente. Pobre íncuba de alcoba. Lágrima clavando ceniza. La cruz extendida lenta. ¡Noche...Night...Nuit...Noite...Notte...Nacht!.
Unas tantas como otras. Veces de voladores puentes. Paz vestida de pez. Carne alegre de ganchos. La piel nocturna... ¡Noche bajo la piel!.
Sí, marrón, o tal vez gris. ¡Bruin of misschien grijs!. Quedaron llanuras de campana. Los gusanos y las ovejas. ¡Como noche fiel al infinito!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|