Olvido recesivo
Como el agua, reciente, De párpados sedientos, progresivos, De la piel endurecida, convulsión, De tantas brechas, dañadas, Fértiles aún, fracturadas, Abandonadas, Masacradas, Por los arcabuces y las flechas, por las lenguas multiformes, codiciosas desdeñosas, de innumerables picos, escabrosos y bruscos abismos, Recesivos de la corriente, febril, del idioma profundamente humano.
En el olvido. De la telaraña impulsiva. De los dedos hiperactivos. De los mensajes incómodos.
Eso es todo, en aquél viejo, recuerdo, y nada más, enigmático de un largo suspiro.
¡Ah! aquel adiós postrero lúcido recuerdo donde la paz anida tanto contra el siervo de un gélido mañana tanto contra el tirano de un hirviente hoy en pos del nuevo trino en el césped de nieves puras espectros de brasas moribundas reflejadas en el cielo crispado del cabello, y ámbar angustia del deseo del nuevo día del color de las promesas en vano encareciendo las caricias en los libros de la vida y de la muerte. ¡Por los días interminables!.
Si por la espina peregrina la bondad florece humedecida restaurada aún dentro de la tierra dividida.
Antes De fundir la lava hirviente y las pestañas de seda la lírica blancura y rabia purpurina ya, Y por los ángeles llamada, divina. ¡Impiedad humana!.
¡Memoria de los gusanos años!. Putrefacción y ebullición.
Aquí donde sólo la ceniza es pura. Aquí donde los pecados huyen. En un torrente cálido. De fe con rostro. ¡Sobrehumano.! A las orillas. De una vieja. Fosa..¡Dónde sucumbe la gloria apetecida!.
Sobre la tumba. Más grande. ¡Qué ha existido!... En el olvido escondido por el tiempo. ya sin nombre, para siempre. Recesivo al modo negativo más obscuro.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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