“De su trauma . . . al “estudiar”.”
López necesita, urgente, un asesor que lo oriente pa’ que evite la ignorancia y su cerrazón tan rancia.
Seis de octubre, en la mañana, platicó en tono de hazaña de su época de estudiante, se le vio no tan radiante.
De aquellos tiempos, secuela, dijo que acabó la escuela de puritito milagro, recordando trago amargo.
Por apoyos que se daban, por becas que se otorgaban a ciertos, pocos, alumnos que amolados daban tumbos.
Dio a entender que fue becado por pobre, no por aplicado, expresando así a la gente que por eso es presidente.
Después de tal perorata tristísima, lenta, ingrata, entiendo ya desazones, complejos y sinrazones.
Que siempre ha cargado López, sus irracionales brotes de ira contra la ciencia, contra el saber, sin consciencia.
Acción de causa y efecto, su carencia de intelecto, falta de conocimiento tecnológico, sin tiento.
Él, no ha superado daños de aquellos catorce años de febril actividad porril en la facultad.
No se ha quitado de en medio el siete punto seis promedio con que acabó su carrera de manera lastimera.
Comprendo el grisáceo rol del que solo habla de béisbol, su tirria hacia intelectuales, entre muchos otros males.
Sí, bien ya me lo decía de su falta de empatía con la educación privada, reticencia descocada.
La crítica que, incesante, lanza contra el estudiante que al extranjero a viajado, que, por allá, se ha educado.
Ahora caigo en la cuenta de su trauma y forma cruenta de extinguir fideicomisos culturales, enfermizo.
Entiendo, al fin, por supuesto, recortes al presupuesto sobre educación, cultura, los porqués de su incultura.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 07 de octubre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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