Hay pesadillas de las que no deseo despertar
niebla de humo en bocas excitantes
neón ensordecedor y cuerpos que danzan
ebrios, excitados, hilarantes
Corro tras su sombra que se disipa en la penumbra
de un callejón que no tiene final
perros rabiosos quieren devorar mis entrañas
protejo mis genitales por instinto animal
También aúllo, rabio, jadeo y sigo la carrera
a un sitio tenebroso donde crecen flores raras
aromas de intimidades impregnan la brisa
Surges de la oscuridad y me devoras