Poemas surrealistas :  Dadivosidad Indómita
Dadivosidad Indómita

Porqué nació el fin resuelto a empezar,
en el reino del vapor fidedigno.
¡Manzana manual almendrada!.
Superficial fealdad callando,
el mal tono del recipiente,
fuelle desinterés del daño.
¡Habitación feroz de paladar cruel!.
Al interés tenue del invierno,
el huésped se derrite pleno.

¡Carente permanencia insigne!.
La virtud, del abandono, sin fe.
¡Apacible jarro sin destellos!.
Nace,
Nace débil la miel fértil,
En la espera invariablemente oscura.
¡Valle informal del pez grasoso!.
Al sol infeliz que incendia.
¡Cada luna incurable lago!.

Ruido. De cadenas. ¡Libre!.

Porqué... ¡Guarda fingiendo al silencio!.

Indómito dadivoso en la dadivosidad indómita.

En la blanda benevolencia de la pared menos
distraída carne impersonal de cera invernal es
blancura por excelencia tres veces del elástico
penúltimo en la cicatriz de la tablilla funeraria
al borde de los barcos parcos dotados botados
de avidez por la vida al comienzo de la audacia
qué subsiste por encima del drama de la cara
cortés obtusa de nuevo bajo un casco desnudo
por eso del fantasmal crudo interior incalculable.

Indómito
En la dadivosidad
Indómita
Dadivoso

¡Oh, conmovedora existencia!.
Del fruto melodramático al contacto precoz.
Del ascenso extenuante.
Del ritual intermediario.
¡De la edad tardía de la escoba!.
Del ínfimo rango ostentoso.
¡De la larga mirada de la oruga!.
¡De la profética trompa de la hormiga!.
Un escarabajo explica meticuloso.
Los desenfrenos del agua,
entre las ramas del fuego caídas,
las calles danzando en las gotas.
¡Decorando campanas portuarias!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Poeta

Poemas :  Aldabear... Albura
ALDABEAR...ALBURA

La espuma disfruta el polvo en cada poro.
¡Porque al vivir hay que morirse mucho!.
Resbalando el apetito ola tras ola.
¡Más y más, las íntimas ruinas viendo!.
En la sal vestida temprano,
al florear los arremolinados monólogos,
por la tarde recostada.
¡En los vestíbulos abriendo Islas!.
En el brillo de la frescura,
repartiendo años a los pupitres.
¡Lluviosos del verano marchito!.
¡Campanas perfumadas del heroísmo!.
Del posarse la misma luz,
al final comprensivo de la espina.
¡Hablando de las excelencias de la noche!.
En la esquina cansada del abandono,
colgada del caudal de sueños.

___Aldabilla___
Al danzar redondo de los rebaños
___¡Aldaba!___
De la intimidad gastados.
___Desconcertados___
Visiblemente, burdos bultos.
___Al alborear___
De la vereda esclava en sandalias.

Blanca
...Pureza
......Aldaba
.........Blanca

Al alborear.

En la salida del techo que calzó.
Aldabear.

Al extremo de las milenarias muletas.
Por
Las

Inclinadas escaleras del húmedo ladrillo.
___¡Aldabeando, aldabeando!___
¡Albura!.
Ardiendo aquélla rareza encerrada.
__¡Alba hondura!__
Por las sillas solas.
Por las flechas cortesanas.
__¡Caídas del suelo al cielo!__
Entre las figuras... ¡De porcelana rota!.
Donde
Aguardan
Las paredes
Desvencijadas.
¡El polvo albura en cada poro ingenuo!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta