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L.A.P.I.D.I.F.I.C.A.D.O.
¡Dame!. Silencio, los labios de tus ecos, a veces, te veo, en la piel, quejándote, flor, en espera, de lo que pudo ser, después, sobre las alas de mil pretextos, dentro de la edad, olvidados, en el perfume de la noche, aguda, del agua que me duele, arenosa, en el espejo escondida, sombría, por la ausencia del mundo, magro, amarga larga viveza demorada cautelosamente indiscreta hoy.
¡Dame!. Despacio, los relámpagos de asombro, del cuarto, saliente, resbalando, infinitas, mil ausencias, apodícticas, dudosas, estés donde estés, incierto, seguro, en la madrugada por los tejados herida por el verde de los pinos llorando el río, por la estéril catarata, del trigo confundido por la noche, al despertar, sobresaltado, reseco, el eco, por el impulso, perdido, extraviado, en la paz quemada, inexistente, solo, creída precipitadamente, meditada en serio.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Miro dentro del espejo, me veo a mi mismo, estoy sobre mi, necesito espacio para mis deseos, tengo que bucear dentro de mis fantasías.
Tengo que ver mas alla de lo invisible, tengo que buscar en mi mente, todos mis recuerdos, todas mis memorias.
Miro dentro del espejo, miro en mi interior, miro en mi alma, algo falta en mi.
Es momento, de romper estas cadenas, que me tienen atado, a un castigo cruel, es hora de liberarme.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas, he sentido el otoño; sus achaques de viejo me han llenado de miedo; me ha contado el espejo que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas...
¡Que curioso destino! Me ha golpeado a las puertas en plena primavera para brindarme nieve y mis manos se hielan bajo la presión leve de cien rosas azules sobre sus dedos muertas
Ya me siento invadida totalmente de hielo; castañean mis dientes mientras el sol, afuera, pone manchas de oro, tal como en primavera, y ríe en la ensondada profundiad del cielo.
Y lloro lentamente, con un dolor maldito... con un dolor que pesa sobre mis fibras todas, ¡Oh, la palida muerte que me ofrece sus bodas y el borroso misterio cargado de infinito!
¡Pero yo me rebelo!... ¿Cómo esta forma humana que costó a la materia tantas transformaciones me mata, pecho adentro, todas las ilusiones y me brinda la noche casi en plena mañana?
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Poeta
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MAÑANA CIRCULAR
Por la izquierda del viento corre, un tintero bajo cada rojo nácar, bajo cada millonario molusco, los huracanes deslumbrantes. ¡Duermen espigando herreros!. ¡Duermen desgranando soles!.
En la miel punzante de zafiros. La piel anuda letras promesas. ¡Gotas y alfileres enguantados!. ¡Botas y alacranes enterrados!. Inquietas fotografías del eco. Inquietos purpúricos del agua.
Por la pared engendra cuerdas donde brillan las botellas devoradas. Y los cangrejos entierran sueños, donde naufragan los odios secos, y los canguros pintan espejos, por la perla transparente fresca.
En la piel del tiempo. Embalsamado. Ensimismado. Encendiéndose. Engendrándose. En la fiel mañana... Circular.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL ESPEJO VACÍO
ESPEJO EMPTY ESPEJO VIDE ESPEJO VAZIO L C Cuantas veces al espejo escuches O E Su perfume pulirá tu piel S Y los labios cerrarán tus ojos E P Como las malas hierbas S E Donde los enanos son gigantes P J L as cuatro patas del alma E O Y los insectos colección J Escuela de fango sordo O L Espejo opaco opaco de azufre E Donde la cigüeña muere H E Y las limosnas son arena O R Ve al espejo ciego y mudo H Inclina el rostro siempre L E ¡Qué la música sea fría!. S Y las montañas te acaricien E P ¡Cuántas... Cuántas veces!. S E Tu piel refleja sus engaños. P J Y los párpados palpan sueños. E O Y los insectos son gigantes. J Por los espejos cardinales. O V Abismo polar. U Obscuridad brillante, brillante. C O ¡Ilusión subterránea del vacío!. A T V OCO ESPEJO CAVO ESPEJO CREUX ESPEJO
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AMOR AZABACHE
De las estrellas un simple, pastor soy... ¡Alado y complicado!. Me he quedado. ¡Solo en el pecado!. De los sueños. ¡Oro y azabache!.
Pretendiendo Haberme encontrado. En un espejo. ¡El corazón!. ¡Qué brilla en el fondo!.
De perlas carnales. De diamantes entretelas. ¡Espejos de suspiros!.
Amor, sí. Amor que enciende. ¡Amor que enciende astros!. Amor, que, tinieblas muere. Vegetación. ¡Pedregosa y salada!.
Marinos cabellos. Y de tu vientre. ¡Cada perla!. ¡Cada anhelo en cada muslo!. De la noche aquélla. Eres Eres La Estrella, donde anido. ¡Lluvias de blancos vinos!. He quedado. ¡Ensueño de oro!.
En los pechos. ¡Qué te bebo!. Gotas del tiempo. ¡Amor!. Del tiempo, de la tierra, del agua. ¡Con el fuego!.
De ti. ¡De tu aliento! Amor, amor. Amor Oro. Y... ¡Azabache!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ADMIRANDO RUINAS
En un minuto ningún marfil escoge. La violeta luz de largas horas. La vida la forma resplandece. En el fondo de la multitud. Crucificada, testigo, desventurada. En el minuto traicionada... ¡Cómo muchas!. Otras veces...
Doblegadas azucenas. Relámpagos distantes y clásicos idiomas. ¡Ternuras y tragedias!. Lenguaje submarino del subsuelo. Un minuto de consciencia... ¡Solo basta!. Un solo sentimiento honesto. ¡Amarfila dignamente todo vendaval!.
Amor, sudor, penetrada nada. ¡Ver la confusión impura, de frente!. El agua suave y dura. El hierro recurso sin anochecer. ¡La ley bestial del odio sin descanso!. Ver de frente al inhumano imperioso. Con las huellas de sus propios dientes.
Verlos Contemporáneos ¡Ruines, ruinas, runas!.
¿Porqué soy la resistencia, de los cangrejos, sumergido, en las perlas de los cerdos?. ¡Oh, himno de sarcófagos y cíclopes!. ¿Porqué vemos hoy el abismo como, el cielo?. Y el azul ensangre reverdece. ¡Oh, vértigos brutales carnes y ceniza!.
¡Cuánta risa se degaja sometida!. ¡Cuánta tundra el siglo enluta!. Con el rumor paralítico de peces. Con el clamor absorto del bolsillo. De unos cuantos. Microscópicos. ¡Insectos!. De la ruina, cátedra.
La ruina tiene manos infinitas. Manos estériles de rostro inmóvil. Manos, descarnadas, amenazantes. ¡Últimos diluvios y tormentas!. Ruinas de cartílagos fosfóricos. ¡Admirados por las escamas!. ¡Admirados por aluminios desgarrados!.
Ruinas ruines Del Espejismo ¡De unos cuántos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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NEGADO EL PRESENTE
Se niegan millones de ojos. ¡Cómo los desiertos granos!. En su arenosa memoria. ¡A ver claro!. ¡Al enemigo verdadero!.
Equilibrio del último gigante. Del último canto. ¡De un pájaro!. ¡Qué!. ¿Qué?. ¿Qué?.
¡Qué pintó un águila, y ella se creyó!.
En los insepultos huesos. De un cuchillo, desafinada guitarra. ¡De empobrecidas cuerdas!. Los relojes, son ahora. Son Ahora... ¡Intemporales!. Intemporales límites perdidos.
¡Intemporales, inmortales!.
Como son... Inestables las partículas. ¡De geométricos arroyos!. Yo... Yo... Yo... ¡Simple balero!. Plomo de perlas. En los cerdos.
¡Infinitos, pieles, sedas!.
Se quiebran entre octavas. ¡Corcheas!. ¡La sinfonía de bancarrota!. Mesa, masa. ¡Mece alegre!. El sendero inexistente. Del asesino involuntario.
Del obligado. ¡Peón!. ¡Peón, simple, de tablero!. Enroque falso. ¡Enroque falso de gambitos!.
Los ojos, en los dados. ¡Cargados!. De curvos cuervos. ¡Cómo arena en la playa!. De mentiras, cada vena, cada día.
¡Viven muertos!. Los colores. ¡En los añicos!. Del espejo. ¡Perdido del presente!.
¡Negado... Negado... Negado...!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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