Tú me decías algo y yo me anticipaba por tus ojos
Subía hasta la raíz misma con pianos generosos gravitando hemisferios
Adivinabas mi insurrección permanente mi tranco acelerado y, entonces, tu piel se comedía a recibir mis dibujos como rojas aristas de una locura tierna que engalanaba tus lógicas murallas de mujer moderna
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Poeta
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