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“Se ha vuelto mi vigía . . .”
La luna es un astro de disfraz travieso, algunos la miran de plata, de queso, que en ocasos tristes de inmensa nostalgia aparece presta dándonos su magia.
La he visto en octubre rondando coqueta por el cielo suyo, redonda silueta, que suele adornarse de hermosos luceros, cometas fulgores imperecederos.
A mí me parece la dama galante cuando nos regala su cuarto menguante, que nos brinda impulso, que nos da fortuna, si se va exhibiendo como media luna.
Y se entrega toda si aparece plena dominando al mundo linda luna llena; su enigma artificio por siempre me guía, de mi vida entera se ha vuelo vigía.
De la luz del sol reflejo que alienta, aunque algunas veces misterio alimenta cuando en ciertas noches se mira eclipsada tímida se esconde, sin mostrarnos nada.
Solo oscuridad, su pose más negra, la tan desolada que no nos alegra, pues, transmite miedo que a muchos aterra privando de su alma a la preciosa tierra.
No sé si es de queso, no sé si es de plata, penumbra derrama su sangre escarlata salpicando estrellas, todo el universo, luciendo ese lado tétrico . . . adverso.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 16 de mayo del 2022 Dedicado a la Lic. Gloria Rafaeli Becerra (QEPD) Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Su reflejo no celebro . . .”
Este enigma es algo serio, su existencia es un misterio proveniente de las sombras si lo conoces te asombras.
He visto al espejo negro de su suerte no me alegro porque tiene cicatriz como huella de un desliz.
El cristal se encuentra herido está triste compungido, hoy, le cambió la fortuna alguien lastimó esa luna.
Alguien mancilló su rostro, cruel actitud, yo, denostó, fino vidrio, fiel raigambre, regó astillas cual desangre.
He visto al espejo negro en sus fisuras me pierdo convergen todas al centro mi acechanza queda adentro.
Pues la atrapa el laberinto de tan tétrico recinto; su reflejo no celebro pobre del espejo negro.
Adoptó una facha extraña, parece brillante araña que se apodera del nido, de ese quebranto dolido.
Tal situación lo degrada la imagen me desagrada ha quedado más oscuro como en penumbras, impuro.
De su vida me desmarco, aunque aguantó por el marco ha quedado como fiambre ya no quiero en él mirarme.
¿De quién serán los siete años de mala suerte, los daños que se causan en el alma?, ¿quién no podrá tener calma?
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda. Ciudad de Santiago de Querétaro, Estado de Querétaro, México, . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Mañana es solo otro día, cuando dejé la luz del sol a mi conciencia, te contaba historias, y nuevas ideas, pero entonces sólo tu, tu conoces las respuestas. Conoces todos mis secretos, todo lo que cuento, lo que digo lo sabes todo, lo dices sin titubear. ¿Es esto lo que quieres? ¿Quieres un pedazo de mi? dime ahora, ¿estás corta de dinero? lo nuestro fue hecho para durar, dime, dime ahora,dime por qué. Te estoy esperando, estoy observándote, cada segundo cuenta, para que me digas ahora, para que me digas te amo. Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Amei... Ela, com aquele corpinho de flor, despetalou-se em meus braços, perfumou-me de amor e saiu enigmática...
Hoje espero seu desabrochar num sonho qualquer, num cálice ou, preferencialmente, numa manhã ensolarada.
A.J. Cardiais 07.01.1990 imagem: google
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Poeta
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Hola de nuevo, amiga de una amiga, cuando te conocí, nuestro objetivo común estaba esperando, el fin del mundo.
Ahora que la verdad es sólo una regla, que se puede doblar, deseas restallar el látigo, cambiar de forma y de engañar al pasado otra vez.
Eres un enigma, una mujer con alma sombria, eres como una oveja negra, no eres como las demas.
Un dilema llama a mi puerta, si en verdad sabes que es el amor, o solo lo consideras un juego, una simple relacion de una noche.
Te envío mi amor en un hilo, levantate para arriba, cada vez mas, todo el mundo, tira de una manera tan bizarra.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Revélame los misterios ¿puedes decirme que significa? explicar estos movimientos y metáforas revelar estos secretos en mí, describe tu visión, se ha perdido el significado,
¿No habrá nadie escuchando? Dame las respuestas, para salir de este laberinto, de esta encrucijada, define las cribas de mi mente nada es estrictamente lo que parece.
Una profecia, un predicamento, se aproxima, nada lo detendra, describe estos mensajes, nadie nos escucharia.
No hay respuestas, no aun, hasta decifrar el codigo, que esta en mi mente. Esta salida, seria la correcta, tal vez la otra puerta, que me guiara a la luz.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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(My name is might have been [...] Dante Gabriel Rossetti) La mujer que en mi lozana juventud pudo haber sido -si Dios hubiera querido- mía, en el paisaje interior de un paraíso de amor y poesía; la que prócer o aldeana «mi aldeana» o «mi princesa» se hubiera llamado, esa es, en mi libro, Damiana.
La hija risueña y santa, gemela de serafines, libélula en mis jardines quizás y en mi feudo infanta; la que pudo dar al alma fe, vigor al esfuerzo, tino al obrar, ¡la que no vino por mucho que la llamé! La que aún mi frente besa desde una estrella lejana, esa es en mi libro Damiana.
Y aquella que me miró, no sé en qué patria querida tras mirarme pasó (desto hace más de una vida); y al mirarme parecía que me decía: -«Si pudiera detenerme te amara»... la que esto al verme con los ojos repetía; la que, sentado a la mesa del festín real, con vana inquietud aguardo, esa es en mi libro Damiana;
La que con noble pergeño, suele fluïda vagar como un fantasma lunar por la zona de mi ensueño; la que fulge en los ocasos, que son nobleza del día, la que en la melancolía de mi alcoba finge pasos, la que, puesto a la ventana, con un afán que no cesa aguardo hace un siglo, esa es en mi libro Damiana.
Todo lo noble y hermoso que no fue; todo lo bello y amable que no vino; y lo vago y misterioso que pensé y lo puro y lo inefable y lo divino;
El enigma siempre claro en la mañana y el enigma por las tardes inexpreso; amor, sueños, ideal, esencia arcana, todo eso, todo eso, todo eso, tiene un nombre en estas páginas: ¡Damiana!
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Poeta
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Grabó sobre mi faz descolorida su Mane Thecel Phares el Dios fuerte, y me agobian dos penas sin medida: un disgusto infinito de la vida, y un temor infinito de la muerte.
¿Ves cómo tiendo en rededor los ojos? ¡Ay, busco abrigo con esfuerzos vanos...! ¡En medio de mi ruta, sólo abrojos! ¡Al final de mi ruta, sólo arcanos!
¿Qué hacer cuando la vida me repela si la pálida muerte me acobarda? Digo a la vida: ¡sé piadosa, vuela...! Digo a la muerte: ¡sé piadosa, tarda...!
¡Estaba escrito así! No más te afanes por borrar de mi faz el torvo estigma; impélenme furiosos huracanes, y voy, entre los brazos de Abrimanes, a las fauces hambrientas del Enigma.
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Poeta
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Milenario Lirio
Le dejaron. El mismo rostro. La misma íntima noche. Y Le nombraron al día, al mes, al año, alma del tiempo, cuerpo de mariposa temible, al final, enigma, por el nombre, mortal manzana del nuevo día, por el entonces del más allá lamentado, de la carne sudorosa, por los muslos a los que estuvo colgado el árbol oculto, por el corazón soñador de campiñas del amor invisible, y se atrevió a nombrarlo soledad cautiva pensativa, y también tarde de siempre, noche de nunca, jamás, de lo que llevan los pañuelos seguros de que la noche blanca y enrojecida había terminado.
El segundo lirio canta al ritmo de saetas. El día, del pequeño aljibe, la madrugada, pinta heridos los techos murmurando lunas, pinta montañas cristalinas llenas de luz. El día, del pie menudo, la manzanilla. El segundo violín prefiere ver las miradas.
Donde, recogió agua de lluvia, se bañó y la calentó dulcemente, con sus pestañas y suspiros, entre las manos delicadas, hasta hacerla mansa y noble.
En el tercer milenio. De la tarde, del níquel, de los enlutados cielos, de algodones afilados. De la noche. Del campanear solo las encrucijadas, los leopardos tristes. Milenios. Los dos previos.
Traurigkeit, sadness, tristesse, tristezza. "Tristemente triste entre otro tristemente". Traurig, sad.
Lirio De los Dos milenios ¡Se quedó insomne!. En la cama con sus dedos secos, por los huecos y los ecos. Lo humedecieron despacio. ¡Heterodino hemático!. Y después de secarlo, menguado y miedoso, lo envolvió en sábanas geológicas, de astronómica resignación, lavadas con parsimonia de todo sol, y luna. ¡Ella, la eternidad, al empobrecido, y milenario lirio!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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