La necesidad finalmente descolgó la cuerda atascada del muro vacilante en los que reposaban esos gritos que hoy se escapan con dudosa debilidad.
Apareciste como un motivo, respaldando la mirada transitiva, susurrando realidades convergentes; sí, locuras diagnosticadas y agravadas.
Otra vez, ya no tengo miedo de conquistar aquel -te quiero-, que recorre los momentos de un reloj figurativo...
Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego
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Poeta
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