Me parece injusto nunca haber hablado de Nadia, tomando en cuenta lo que fue para mi, ahora no es mas que historia vacía, olvidada, fracturada, ignorada...
Nadia estaba hecha de pedacitos de frutas dulces, que la cascara suele ser dura o amarga, pero lo interior es suave y delicioso.
Nadia era una niña, con cuerpo de niña, encerrada en años que jamas vivió, posiblemente por eso me quería, quizá mi inmadurez le resultaba agradablemente compatible.
Nadia era frágil como alas de mariposa, fuerte para volar, hermosa de ver, pero sumamente sensible al contacto con los demás.
Ella no lo cree, pero me parece que el mundo en su cabeza es hermoso, y aunque ahora soy completamente feliz con alguien que me ama como yo a ella, nunca dejare de agradecer lo que hizo por mi...
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Poeta
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