Enmohecido será
Porqué...
Del fuego el cubo sale,
recto al agua: Tibio,
laberinto circulando burbujeante,
debajo del rectángulo indispuesto,
arriba del sol vidrioso,
vieja estrella triangular,
geometría,
humana chispa humana.
El aliento en el barro, divino,
de vida plena, divinizada,
la más pequeña nube,
nodriza de la gota,
del vivirse,
en la tierra transitoria.
Lo acaricia el viento, lo cultivan,
ríos, lagos y lagunas,
y la brisa teje,
de sol a sol como relámpagos.
Atormentado estaba, como diciendo,
así callado, gestos y pasos lentos,
que aún no acaba de ser, ligera lluvia,
entre alfombras sedientas,
arenas, cadenas, casas y cementerios,
húmedos, anchos hierros. ¡Enmohecidos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez