RETIEMBLA PORQUÉ
El eco del silencio desteje cada ausencia,
por el insomnio de aquella almohada,
que a las piedras cobija con el río,
donde descansa el olvido,
donde dispersa la niebla.
El sudor endurecido bebe uñas rotas,
por ofrecer a los gusanos auroras,
que a los pantanos tiñe sonoros,
donde el crepúsculo se enreda,
donde el corpúsculo se envicia.
El mar siembra sombras angustiadas,
por el hambre de aquellas cucharas,
que a las montañas adormece,
donde congela la flama,
donde camina el sepulcro.
El espejo sueña su transparencia,
por verter a las perlas puercos,
que a las nubes anudan cadenas,
donde la escalera se muere,
donde la escarcha se muerde.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez