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AL AMO EMBOSCADO
Desemboscarte puedes si quieres De las monedas monas en manadas.
Álame álamo al tálamo siéntelo enraizado al viento como como desayunando noches que destilan tildando al tilo de atormentado noble roble cuando el pino empina sin tino al destino liberando libre…
Si yaciese como enlunado sol asolando con erosión y aridez.
Aquel que yergue al viento luces con lecho ondeando por la colina del cedro al ébano malévolo albo solo porque hubo erguido vinos vistosos bienes miles mal habidos entre pulsos acelerados y vaivenes sin sentir remordimientos clementes.
Aún no morirán, al morir, todos todo lo que deberían y debieran.
Álamo álame si puedes alar ahí donde yazgo, ahí donde yaceríais si humanos fueran los humos y cenizas si irguiéremos hábiles al bosque núbil del fuego atroz y tala infame evitando y deslumbrando flamas infecundas latitudes endulzando humedecidas.
Sí, sí… Vivirían, al vivir, muchos conviviendo amos de la vida para morir bien digna muerte.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DE ABOLENGO TAXATIVO
Entre las manos del barro y la tristeza, resucitaba la calle cayendo de la tarde, en las palabras castañas del año. En la ventana que entra una casa, silenciosa, estremecida, ligera, en la humildad alabastrina, de ceniza casta fulgurante.
¡No, no!__La curiosidad no se vende de buen gusto, esperando el desayuno bajo la ventana, hablando de los picos de las montañas, con un desesperado mensaje buscando, recuperar la voz con los dedos separados, por el umbral completamente inútil.
¡Sí, sí!__Por el cruel susurro del silencio, qué corroe las venas y las frutas, en la matemática radiosa, por el tintineo de la cizaña, cuando nadie se da cuenta.
¡Nadie!___ Solo nadie sabe cuando el tiempo empieza en el punto tenebroso del espejo, con el tierno desenfreno, y el rumor. Triturado por la espalda, dónde caza la flaqueza débil entre los golpes de la vida, en las entrañas mismas de la tierra que termina acongojada de los aires ardiendo.
Pues la obscura noche desaparece bajo el poder de un fósforo de los pies a la cabeza en la distancia, dócil, hermética con el raído tuétano entre la estulticia. Por entre las bocas abiertas de los hondos barrancos.
Sí, así es de taxativo, de abolengo, el día encorvado y erizado. En el silencio qué de buena voluntad acaricia el viento congregado como el dibujante qué transpira rojas hebras y las ganas de gritar malentendiendo los cultivos a lo lejos. Dígase lo que se diga, la realidad prismática es una dramática carencia con el hidrógeno inflamado entre la lengua del mármol jaula.
Ya, ya. Son las palabras inservibles, del estorbo pernicioso, acreedor de paradojas y pajas, en el sarcasmo miserable de los buenos aduladores llenos de ansias rupestres en el apetito infinito... Ya, ya, en el manantial de la inmundicia está la codicia solemne del imperio del absurdo, del fango del fausto de los espejos inseguros y carcomidos en la última corteza del cuarzo.
¡Vaya arquetípico afán de timoratos!. El tímido universo se desprende de sus pétalos. Con el alimento vano, en la masa informe de los límites inciertos. Maleables, intangibles mercaderes del odio al indefenso, hecho monstruo a conveniencia. Por eso se ve al sol entre las cenizas desdichado, y en la lluvia de sombras, el suelo la luz eleva.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SIN LLAVES
En la imagen carente de forma de pasado duplicado en ausentes de raciocinio y carnes de futuros que hipnóticos se piensan porque adecuaron al hueco en la redondez del aliento entre las agujas de la memoria entre lo que habrán adecuadosuprimiendo su radical, pasado, entre sueños y panteones. Historia de súbito, del agudo escultor de noches, del escritor de nuez, del mundo terminar sin hablar, donde adecuáremos al olvido, ingenuo triangular en descampado, en la expresión, de cataratas de esférico valor, el tiempo al espacio cristaliza, algunas veces lento, otras oculto el germen, sobornar al paraíso con perdones injustos, y lo que hubiese adecuado, al abrir del candado, del destino excesivo, una ruleta cargada.Con llave incierta, del camino leer ideas en las paredes blancas, del hambre verdadera una cuchara, sin que adecue al suelo, un hogar sin techo, decorado con el viento, intoxicado entre estrellas embriagadas, como adecuaba la noche, cuando gira el desconcierto, de todo, largamente un contraejemplo. ¡Sin llaves!.Sin Llaves Ves acaso la cerradura del ajeno pecho Un vientre bajo el piso una mirada al cielo Una frase de silencio discriminado Sin Llaves Ves acaso el verdadero ocaso de la carne alegre Vacío el pensar sin hambre, vicio satisfecho. Promotor de angelical olvido del polvo humano. Pero.¡Ah!. Eso sí. En los ojos desnudando, muslos ondulan, entre libélulas parpadeando, encarnados del nácar anzuelo, y algodón erecto sueña, donde adecuaría la tarde, la humedad enrojecida, del horizonte encima, del manjar apetitoso, adecuado el hueco.
¡Un simple y llano ves ya!. Cada desayuno de pestañas. Al instante vertical latiendo, la curiosidad del cambio, tibia posición y movimiento, en la intimidad escrita en secreto, lo blanquecino compartir libre, universos agitando tiernos, frutos de acuerdo maduros, jugos de abierta sensación,
en el criterio, del pañuelo amable, al propio espíritu sumerge, la inocencia imberbe, joyería de fantasía, solido vacío, al impulso de la incandescencia. del cerrojo llave perdida después.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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+ ESCARPADAMENTE ESCABROSA +
La Montaña Había qué Restregarla ¡A fondo!... Y sobre todo, después de tantos metros cuadrados de familias en las nieves quemadas por los mercados en los elevadores inventando nuevas duchas a los recovecos de las pijamas desagradables y prepararlas para el desayuno por la senda de compras terminadas escandalosamente enjabonadas ofreciendo muslos de vidrio molido en micrófonos de las palmeras plásticas caídas del mástil del sueño amarillo charal... derramado en la mísera cocina a las tres de la mañana allá también... repetirán los destellos...
Forasteros cuando menos se lo esperen.... los escudos...inocentes...cuidadosamente almidonados... en los sótanos tiernos midiendo al farol... del mármol el tamaño de las cenizas para las nuevas... urnas después de las transfusiones a casas y aceras...
De las calles asombradas contra ....el pecho en la orilla del pañuelo ........arrancando el cuero qué de nada sirve mimar...... al escorpión y pedirle frijol ...asado estando... desarmado el margen... selvático de las pestañas comiendo lodo...
Antes de urnificarlo entre un vertical anhelo ingenuo y una horizontal inmune inexpugnable..... con el horrísono recuerdo de los hongos al guardarse... el milenio anterior las espaldas.... que desde las estrellas del apoyo....
Están bebiendo ceniza las chuecas lágrimas entre... pausadas muertes secas... ¡Qué venderán el desamparo... tristemente estando afuera de la tormenta... jugosa tecleando ...el olor repleto de la montaña!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¿Quién dijo?
A Mor Qué el convivir no implica acuerdos A Mor Qué nada cuesta esfuerzo A Mor Qué ningún efecto adverso se deriva del aplicarlo.
¿Quién dijo? Menos que nada una tarde.... ¿Quién morirá tú muerte? antes de la primavera después del verano de ese gran momento de la gran partida de esa suave forma que se aleja rápido del espacio ¡Cuándo se va el aliento, con su verdadero dueño!.
Si buscas para peinarla una nube afortunada caminos hay que se cuelgan de los rayos en flor, por el rostro del viento dónde los recuerdos viven más allá del tiempo innovando detalles cada día en la tierra.
¿Quién dijo? ¿Quién eres tú sin ti? y el nacimiento del universo. ¿A dónde va?, después del ciclo de la vida, sin la humanidad... ¿Qué es? Sólo las palabras Sólo las ausencias Sólo la fabulosa opción de devolver todo a quien ha dado todo.
¿Qué parte de la vida es más esencial ahora, ser ó tener, pasados y futuros. Pantallas voluptuosas a un paso de la muerte cada segundo, mil veces, equipo de audio a un paso de enfermarse, con la inspiración violenta, de los nuevos dispositivos, vestidos de moda, de programas extravagantes.
Con todo lo que necesitas del mismo albo Caos fino lino.
En la voz del pálido titanio En la fragancia del coral En la pasión de porcelana. ¡Que te viste!. Y sea una luz muy tenue de traje, que te pueda escuchar en tanto existas, una mano que te da el brazo sin causarte somnolencia ni distraerte, del duelo, del cuarzo, roble, mármol y granito, disuelto en el momento, con el mismo traje, del tiempo libre, del viaje múltiple, textura íntima... ¿Quién dijo? Con el insomnio intramuscular. la verdad sin agitación asociada.
Camuflado ¿Quién dijo? Con el atípico trastorno del notable triunfo de la urna calcinada. Enmascarado. ¿Quién dijo? Con el amor transdérmico que siempre hay un progreso continuo. ¡Fascinado y magnetizado, embaucado y desorientado!.¿Quién dijo qué tú eres la propiedad de alguien?. Con los impuestos aplicables Con el hospedaje del cuerpo Con el desayuno respirado Con el precio del dinero....¿Quién pensó tus ideas antes de tu nacimiento?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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