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AH, TUS LARGAS PESTAÑAS. ___Georg Heym ( Alemania ) 1887-1912.
Estudió Leyes, y fué poeta de la naciente escuela Expresionista. En vida publicó: Ël dios de la ciudad¨ y ¨El día eterno¨. Esta es versión de: Ernst Edmund Keil.
Ah, tus largas pestañas...
Ah, tus largas pestañas, el agua oscura de tus ojos. Déjame hundirme en ellos, descender hasta el fondo.
Como baja el minero a la profundidad y oscila una lámpara muy tenue sobre la puerta de la mina, en la umbría pared,
así voy yo bajando para olvidar sobre tu seno cuanto arriba retumba, día, tormento, resplandor.
Crece unido en los campos, donde el viento reside, con embriaguez de mieses, el alto espino delicado Contra el celeste azul.
Dame tu mano, y deja que creciendo nos unamos, presa de todo viento, vuelo de aves solitarias.
que en verano escuchemos el órgano apagado de las tempestades, que nos bañemos en la luz de otoño sobre la orilla de los días azules.
Alguna vez iremos a asomarnos al borde de un oscuro pozo, miraremos el fondo del silencio y buscaremos nuestro amor.
O bien saldremos de la sombra de los bosques de oro para entrar, grandes, en algún crepúsculo que roce tu frente con suavidad.
Divina tristeza, ala de eterno amor, alza tu cántaro y bebe de este sueño.
Una vez alcancemos el final adonde el mar de manchas amarillas calladamente invade la bahía de setiembre,
reposaremos en la casa donde las flores escasean, en tanto entre las rocas tiembla un viento al cantar.
Pero del blanco álamo que hacia el azul se eleva cae una hoja ennegrecida a descansar sobre tu nuca.
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Poeta
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BRONCEADO PATALEAR
El bronce de los ríos livianos brilla. Al aproximarse la imagen. De los tres elementos. La mayoría de los campos, de perfil.
-(Monada del monociclo)-
A las viudas hojas en los museos. ¡Valiosas joyas fieles!. Al violín de menta, al esfumarse. Mano a mano, viejas palabras, sin esposas.
-(Hacendera hegemonía)-
Contemplando leones ágiles gacelas. Al breve lienzo almacén de calles, los momentos de visitas cuarteadas, habitaciones, de parques, girándolos.
-(Cornucopia del corno)-
El frío de campanas, impotente balanceo, crece suspendido en las nubes, dócilmente, pausado, franco ardor. ¡Tejido suave al hierro afilado!.
-(Palestra pintoresca)-
Dos veces estridente el tinto canto, cae solemnemente acumulado, cazador, al encuentro, de glaciares, con el himno delicado de ademanes.
-(Vanilocuencia de vareta)-
Las uñas abandonaron al humo, sin asombro, del sufrido prójimo, ya, imagen, desteñida mano, al rostro del muro añejo.
-(Patalea bronceada la zalea)-
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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