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Las rosas tienen espinas al verde tallo adheridas que suelen causar heridas si al punto no las germinas jardinero y escatimas tal labor apasionante; empéñate fiel amante al cultivo de esas flores que no astillen resquemores de tu rosal tan fragante.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 14 de febrero del 2024 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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SOBERBIA SOLEMNIDAD (Neosurrealista)
Ya vienen por el vientre de siempre. Con el árbol de cada día. Cuando alzan al desdén como baluarte. Como aguas tranquilas y azulosas. tejiendo las brumas y las nieblas. con armonía. ¡Qué hiela la memoria y los fantasmas!.
A pesar de la esperanza en el cultivo de las balas, y el incremento en la producción de huesos, que ejercen sin duda alguna, un cierto atractivo sobre los depredadores de las monedas, que no tienen la libertad de determinarse por la proscripción suave, y el acerbo llanto de la lluvia que dialoga con los pianos, que mueren perseguidos por el mármol dulce, en el torrente torturado por la fatal potencia, donde falta la consciencia de su especie, cuando el edema les llega a los pulmones, y confunden el efecto con las causas que provocan, que los separan de todos los metales orgullosos, en el borde ciego del abismo melancólico, de frenéticas ráfagas e incandescentes rayos, que gustan mucho de las fotografías, que cruzan el río en el mismo punto de tierras emergidas.
La tragedia, no se debe sólo a la felicidad de las arañas, ni a la fuerza absorbente del apetito impedido, junto con la indiferencia de la nieve, y el desprecio del papel encerado, más allá de la pureza artificial de la angustia inesperada, que corre por cada nube, y se le ve en la evasión pasiva del teclado inadaptado.
En estos caminos vertiginosos, existen otras razones, menos azules, que si bien incrementan la debilidad de las verduras, no dejan de ser los sentimientos que se empeñan en soñar comprando hermosos vestidos, para la tristeza con la botella de leche en la boca, y los viejos caprichos y deseos, por la desesperanza de la mano que intenta consolidarse, en la intimidad de un saludo, ligado a la interferencia de los hilos de la trama, que hiere a los agravios de los anhelos.
Hasta hace poco, no se hicieron los estudios de los determinantes de la altiplanicie, como el factor más eficaz en la observación participante de los rincones, que a su vez paralizan el amarillo, que se refugia en la inercia del rojo por las calles, y los cielos temerosos e irrefrenables del aceite en biberones. Es difícil encontrar estadísticas honestas y sinceras, que consuman sólo números en gotas, con la etiqueta mortal del hambre falsa, y el rostro impregnado de piedad diminuta, con la placidez asombrosa de las campanas, que dan mayor certeza al análisis de la catarsis, sin intentar disgregar el cuerpo, con la humedad del aire de los escapes radioactivos, en los embalses y pantanos, con el alto poder de disuación de las pasiones destructivas.
Esto puede ocurrir, en las cómodas metrópolis de nueces, con la omnipotencia narcisista de las fresas, y la mortalidad reducida de las tuercas, cuando los tornillos marginados se vuelven enemigos de las tijeras. Aunque las pruebas en el agua son un paso indispensable, los jabones no ven la razón que les asiste, y en muchos casos los miligramos protestan, como si fueran litros, más allá de diez kilómetros, tan ligeros y menudos que parecieran ser hombres, desesperadamente buscando la mano sobrehumana, que indaga sobre los dolores de los cocoteros verdosos, que derraman sus consuelos, en la escala ilusionada de las enredaderas, con los rigores del olvido más reciente, que se inclina por el ocaso pertinaz.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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MANCOMUNADA BIFURCACIÓN
Hemos sacrificado la rapidez, con el énfasis de los primeros meses, armonizados, y aprendido de las imágenes convencionales, condecorados, del olvido, de los ruidos de la naturaleza, desgajados, de la sinfonía, indígena, maravillosa, indiferentes, con el pájaro de cinco flechas, saboreando, con la rana de un cuadriculado, danzando, con el ratón de un escritorio, desmesurado, con la escala de un recetario.
Ésto de las finalidades inmediatas, y libres del pasado. ¡Inventar nuevos fracasos!. ¿Es más fácil?. Y luego el juego. ¿Reflejará un progreso incontenible aislado?. En la dramática substancia de un ancla, microscópica. En la ternura de una máquina profunda.
Sin descanso, de la producción ancestral, despilfarrados, con otras informes fonéticas, miopes, con las formas impersonales, robóticas, con las esencias eternas. ¡Sin descanso!.
¡Tan cercanos, como incapaz de hacerlo, sin contexto!. Pueden los significados estar fuera, de su expresión. Aminorados. Enamorados de lo indeterminado, insoportable. Y elegir la sobresdrújula, jactanciosos. ¿Pueden?. Sin brújula, escamotear. Con el acrónimo en bruto. Artero. Con la sintáctica adjetiva. Embelesados. Sin temática.
No del cultivo incomprendido de un ensayo. Arbitrario. Y así, hacer la inoperancia más posible, imperiosa. Y confesar la frustración despreocupados. Atormentados. Con el ardor delicioso del intimismo. Exasperados. Con el desequilibrio implacable núbil. Erradicando. Tiempo, espacio, temple frágil. Fortaleza vacilante. Y el... ¡Hemos con el que ya no seremos!.
¡¿Bifurcamancomunadación?!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AMORES SALUDABLES
Por esos ojos. Ojos esmeraldas. Por esos ojos esmeraldas del campo. Cultivo y cultivo. ¡Cultivo mis desérticas memorias!. Salud amor, amor amor, salud es.
En la profunda humedad de los cactus. Más allá del espejismo de una hembra. Corona, corona, corona.
¡Corona de primaveras!. De primaveras cobaltos, corona. Latires lunarios de áureos labios. Por Las... Esféricas mañanas, amor, amor. Por Las Imágenes sólidas, mi amor es salud. Salud, del corazón, alma del universo.
¡Amor, humano, amor de humano a humano!. Amor en verdad esencia sola, una chispa infinita. La madre de la eternidad.
Amor de terrestres destinos uno solo. Un preludio profundo de lluvia sonrosada. Amor armonioso de luz un espejo. Amor virginal de los himnos. ¡Coro silencio, polvo de estrellas!. ¡Cada letra de mil alfabetos escribes!. En la voz hechizada del rubí. En la paz extasiada del clavel. Amor.
Eres tú como yo. Un yo de muchos otros, hermanos yo de otros. Amor de humanos a humanos, carne a carne. Piel de todas las pieles, unidos y en la salud. Saludables humanidades, amores en la unidad.
Eres el tenue palpitar de la noche. Tierna colmena de sutiles suspiros. ¡Invisibles mis sombras amargas!. ¡Con las danza que alondra rocíos!. ¡Con la tinta que amapola colibrís!. Del corazón apartas los velos. Del pecho desatas la luz.
¡Amor terrenal, luz concreta!. Amor saludable.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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