Poemas :  El Ojo Azul
EL OJO AZUL

Se mira se mira
en el espejo azul
el ojo del mar en el cielo
el rojo del ramo en la flor
el azul del abedul en el sueño
que sueña el silencio desnudo
del mar hecho cielo en la mano
de la mano en la frente azul
tan azul que no cuesta nada
a la mentira más verde vistiendo.
El
Ojo
Azul
No, no cuesta nada, no
Al azul del reflejo en el ojo
En el espejo azul azul
Que tiñe a la luz engañando
En la mirada que mira mirando
El mar en el cielo
En la flor en el sueño
En la mano en la noche que duerme
Que duerme que duerme azul azul
El ojo el ojo se mira
El
Ojo
Azul
Donde la apariencia se cree verdadera
Donde la experiencia certera lo niega
Cuando la añoranza espera esperando
Cuando la templanza flaca flaquea
En la almohada menos azul
En la noche menos negra
En la consciencia menos vana
En la esperanza menos inmunda
Azul sabe que el ojo no es
El espejo azul que lo refleja.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  ME CUESTA MIRARTE A LOS OJOS
ME CUESTA MIRARTE A LOS OJOS
Me cuesta mirarte a los ojos
porque tú, ya en los míos no te miras
sólo danzas, y en cada giro tuyo
mi dolor se hace más grande.

¿Cómo explicar que tú estás aquí?…
¡pero no estás!..
que la música vive en ti,
en tu negra cabecita que otrora, con amor acaricié.

Recordando vas quizás, melodías que un día…
entre risas y caricias bailáramos muy juntos,
dibujando con pasos maestros
corazones en la alfombra.

Con perturbado ritmo danzas
soñándote ballerina,
en la mano, ramo de flores muertas,
el último que, por aniversario te envié.

¡Para qué quiero la cordura...
si la razón, barrera infame, me separa así de ti!
cada día muero, mirándote bailar feliz en libertad,
mientras yo, me consumo en soledad.

¡¡¡Que hecho miserable, golpearía así tu mente…
alejándote de mí…!!!
¡De éste amor que está presente...
que te siente cerca, pero ausente!

¡¡Gira en tu mundo mi vida…
sueña que bailas conmigo, baila!!...
que esta, mi desventurada sensatez
me atrape y me devore, en ésta espantosa realidad.

Delalma
Lunes, 11 de octubre de 2010

[/size]
Poeta

Poemas :  En el rincón de la serpiente
En el rincón de la serpiente

En el rincón de la serpiente.
Nadie llora ya, la piedra está en la frente donde solo los sueños lloran.
Nadie canta ya, la boca está solo en el tembloroso vaho de veredas lejos.
En
El
Rincón nadie llora ni canta, solo la serpiente piensa y siente...

Aquí está, se trata de la carne, de la esquina redonda, de los cuerpos, de las almas, del polvo,
desnudo, dulzura inquieta, brumosa,
en la lámpara de la torpeza,
en la pregunta perfecta,
con toda la niebla,
con toda la cuesta,
de la muerte en el mundo.¡Welt, mondo, world, monde!.

Gloria de los candiles degollados,
y sobrevivientes por las espirales montañas,
del tiempo, del aire, de plata pajiza y lentejuelas, sordomudas, magnolias, hechas de limones, violetas.
De mezquina paga, bucles de mano a mano,
de los que mueren juntos, abajo de los rincones,
de los serpenteantes pensamientos garbosos,
de los rincones de juncos de dos mitades,
degollados e inaccesibles mapas perdidos.
En
El
Rincón de la serpiente hay crepúsculos de invierno,
hay viejas estatuas de trigo, de lobo y de flor, ajada.
Hay palabras de perdidos alfabetos, de arañas campestres.
Hay pueblos centenarios ricos de presentes. desventuras.
Rincón de los rincones distraídos, dependiendo del después.
En el antes ciego, mudo, sordo, pantano de artimañas, llaves y candados.
Seis retrasados confidentes, descifrando novelas de escarabajos y gusanos.
En el mañana del quién sabe, tal vez, de otra manera, que por ahora no...


En
El
Rincón de la serpiente de muletas.

¡Sí, sí, de muletas, de muletas!-Krücke, gruccia, béquille, crutch.

Hay otras serpientes desengañadas, en los domingos de piedra, de lodo seco.
Hay otros más pequeños rincones, invocando a las lombrices imaginarias.
Hay además otras cosas que ya nadie recuerda, por ahora o por las noches.
Hay además botellas en los tejados de pólvora de las hogueras sembradas.
¡Hay, otros tantos miles de hay, además, de menos a más ó menos casi!.

En el rincón.
De la vida social, de la muerte individual, la serpiente cristaliza vidrios.
Por los soñolientos saltamontes, comprimidos del silencio pergamino endulzado.
Por los telegramas melancólicos, donde nacen,
las campiñas y meditan las orugas.
Por los viejos gavilanes, invocando en la sortija, caballeros y doncellas raras.
De la vida serpenteante, de la muerte angelical, la fructífera ignorancia.
En el rincón. ¡Teje del mismo interior, otras serpientes redondas!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta