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Si escuchas cantar a un grillo en tu casa por la noche es señal que habrá derroche de prosperidad de brillo, es sentarte en un banquillo para esperar la fortuna y, poniéndole su cuna, darle buena bienvenida al éxito en esta vida con mil arrullos de luna.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 01 de septiembre del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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¡Buenas tarde Gerard! (ella estaba de pie, mirándolo de frente y sonriente) Olga era una rubia muy hermosa, con unos ojos azules encantadores, y por su acento al hablar se notaba que era europea. -¡Buenas tardes señorita! (Gerard terminaba de subir las escaleras hasta el segundo piso y entre sorprendido y nervioso, miró rápidamente a sus costados y alrededor suyo)… eh!... Perdone Ud. señorita… ¿nos conocemos? -¡Bueno, tal vez me conozcas tú, si me soñaste un día, pero yo te conozco de toda una vida. -¿Me conoces? (Gerard se puso aún más nervioso porque en su trabajo anterior, había realizado operaciones impuestas por su jefatura; ahí donde las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones, o se es traidor. Impulsivamente fue deslizando la mano hacia atrás, a la altura de su cintura buscando...) -No te asustes Gerard, mi nombre es Olga y tengo dos buenas noticias que darte hoy, primero: Yo seré tu personal trainer y tu esposa si un día lo quieres… jejeje!! (Una sonrisa coqueta, instantánea le brotó de los labios), y la segunda buena noticia es que: hoy no tienes ejercicios, por tanto puedes invitarme a tomar un café en algún Snack bar o en tu casa, o en la mía si prefieres. -¡Mucho gusto señorita! (estupefacto y tenso saludó con un beso en la mejilla a Olga)… - Si claro… un café… Bueno… ya que tuve la suerte de conocerte y aún no logro procesar todo lo que me has dicho, por favor… quisiera que fuera en tu casa. -¡Encantada... será un placer prepararte el café que tanto te gusta, tomaremos un lunch con quesos de mi país, y quizás hasta nos podamos tomar unas copas de vino! Bueno, sígueme, vamos en mi carro (Olga lo cogió de la mano fuertemente como si temiera perderlo). HORAS DESPUÉS… -Gracias Olga, todo muy rico y esas dos botellas de vino como que nos alegraron… jajaja!! Y ya que estamos ahora en confianza… pues quisiera llevarte a mi casa para pasar la noche contigo… Después de todo lo que me has contado… entonces creo que si nos casaremos… ¿no te parece?... ¡No!... (a Olga le cambió la cara) No por gusto treinta y un años de mi vida cuidé mi castidad, treinta y un años de mi vida, le fui fiel a Dios, a mi palabra y a mis valores… para que en cinco minutos de debilidad yo caiga rendida en tus brazos y deje de ser lo que quiero ser para ti… y tú te conviertas en un miserable cualquiera...¿acaso confiarías en mí después? Hace dos años que estoy aquí por ti, sabiendo que vendrías para ser mi esposo, el padre de mis hijos, mi rey, dueño de mi amor y de mi vida. Cuando te cases conmigo… tendrás esta virginidad, este cuerpo, que sólo a ti voy a entregar, me tendrás para siempre, y para amarnos en la forma que mejor queramos. No eches a perder lo que has dicho: “el amor espera, la pasión desespera; mejor esperar para después… no desesperar”, y son tus palabras. Y esto no es un capricho, ni es casualidad; esto es predestinación, que te quepa eso en la cabeza, porque ya desde los quince te soñaba en estas tierras lejanas, así como ahora te veo, te veía… serio, adusto, de mirada triste, pero ojos muy bellos, y una sonrisa que no me convencía; por eso créeme, con tranquilidad me preparé para ser tu esposa, estudié, esperé, y algunos lugares del mundo visité; más sabía, que aquí era dónde te había de hallar. Y ayer sin verte lo presentí, sentí tu presencia, sentí que habías llegado y paré el entrenamiento cuando llegaste a inscribirte. Yo ti vi desde la ventana del GYM y me dije: ¡él es… quise correr a tu encuentro, pero me contuve sabiendo que hoy vendrías! (Olga era una mujer de origen ruso, del distrito oriental de Bor, de la capital Moscú) -Está bien… no te insisto, pero vienes a cambiarme la vida… con ese porte europeo y caucásica personalidad. Ni soñado ¿sabes?... ni soñado. Si yo me conformaba con una mujer latina y su inteligencia, claro que además buscaba que fuera bella. -¿así?... y qué te estoy cambiando?... -¿tienes novia? -Yo… -¡No tienes!... ¿tienes esposa? -Pues… -¡No tienes!... ¿tienes hijos? -No… -¡No tienes! Lo que tienes son ganas locas de amar y de acabar con tu soledad. Yo ya no tengo apuro, te encontré y no te voy a dejar… Yo estoy segura de lo que quiero, pero tú dices que hay que esperar, muy bien…. Esperemos pues. Sólo hay algo que me tiene inquieta… ¿Por qué no te encontré hace dos años… cuando recién llegué?... Siento que ese lapso quedará en blanco en mi historia porque tú nada me vas a contar. -Mira amor, la historia empieza y termina contigo, esa es la única historia que hay que contar. - ¡¡¡AMOR... al fin me llamaste amor… mí amor!!! FIN. Delalma 04/01/2013 06:20 p.m.
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Metafórico Mancomunar
Sincero auné Cada Cuento Con todas las anónimas estrofas desacreditadas, del triángulo arrugar, amargura de un sauce enrojecido. Allá Por El ¡Mancomunar...Metafórico!.
Acerado aunarán. Cada Cuenta Por debajo de dónde las piedras pierden. ¡De lo escaleno isósceles!. Por la fuerza abriendo basura el suelo. Mísero aunaban todo ayuno. ¡Con toda la insinceridad apocalíptica!. En las filas del mundo___¡Del triedro!. Del triedro caras dos___ Amor y olvido. ¡Despreocupado abismal insospechable!. Sin... ¡Qué grosero hubieron aunado lunas!. Cuarenta estilos en una probeta. La semilla conmoviendo saudade. Entre estróficos y vigilantes pasos. Al puente pintan___¡Metafórico mancomunar!. ¿Será uno de cera el fuego un juego?. Entre los árboles derrumbando montañas. Pintan. Entre los árboles refugiando injustos. ¡Plantan!. Solo metáforas vanas. Acaso... ¿Aunarían lo que habrían aunado?. Los obreros agrietados durmiendo... ¡Más allá de todo empleo evaporados!. Y dejaren... ¡Oh...Mancomunar metafórico!. Encerado lo que aunado hubiere. ¡Anónimos!... Tras la tentación del sótano. Un cero será de ocaso cera y vela... ¿Sólo flama?.Por Más que peinásemos al césped. ¡Un cero de cera será!. Del prado que peinaren los pianos Man Comunar Meta Fórico ¡Como que de los pinos peinemos picos!. Como En Las estrofas, escenario de invasoras metáforas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Acisnado Deletrear
Solo Entienden las pupilas grises. De abundante materia acompañadas. Porqué... Enojado el cisne yace olvidado. ¡Qué en un rincón encala blanco el huerto!. En la espesura hierba seca. Clara esponja sin almohada. ¡Devorado por viejas rimas!.
La luz del ayer enterrado. Ahogando al sol sombrillas. Del paragüero, en el ayer del lecho. Donde son, siempre, los risueños castos henos. ¡Aquí viéndolos!___Del cuello al rabo. En las tintas inquieta palidez. Ayer enterrado y mañana tal vez de nuevo. ¡Con hilos dibuje su loto!. ¡Qué la elocuencia del hambre!.
Embellece. Donde... ¡El más pequeño sueño anida!. ¡Bien qué nadan en la nada está mal!. ¡Bien qué se hinchan símiles frutales!. En la caída insensata lluvia. Exclusiva. Con hielos virtuosos dibuja el cisne fuego.
....Aún olvidado, enojado, yace.... De seca hierba en viejas rimas, desnuda. Por la redondez profundo vaso. ¡Reviviendo en su palidez inquieta!. Y dibuja, su lluvia, dibuja. ¡Embruja!____ El cisne letra pétrea cálida. Acorralando al progreso sus alas. Bebiendo al comedor almíbar de manzanas.
Naturales compartires. ¡Oh, simultáneos lagos multiplicándose!. Intérpretes del subterráneo. Aún adolorido al destajo de la ceniza. ¡De algún modo incólume!. El cuello ancestral al alba. ....Lo qué a solas lento y aprisa cuento.... Acisnado deletrear de libro viejo Entre la sombra ebria brilla. Porqué... Del humo al hueso nada quedó. Del agua triste y amarilla. La paja arde al aparecer desembarcando. ¡Pluma a pluma su viejo olvido!. Deletreados. Los risueños castos henos. ...Lagos frutales robles quimicares...
¡Qué se hinchan humedades!. Retornando inquietos. Cuantos cisnes anidados en viejas rimas. Pero...Pero... Cuando___Se ___Arriman ___Al volcán. Las faldas frías la nieve encienden. Las relecturas___Verduras___Lechugas. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Cierta vez con su caña un pescador Apoltronado en un rincón del muelle Abúlico esperaba, que algún pez picara Más la marea, era quién sólo su pies besaba. Por la tarde ya, casi entrada la noche Macilento y sin bocado alguno La luna, ante sus ojos pareció emerger, Calmando las aguas undívagas del mar. Una figura sin embargo a sus ojos deslumbró Radiante, mitad humana, mitad pez; Una diadema en la frente apenas sostenía Su negra, larga y abundante cabellera. Ojos grandes para su cara pequeña Sus senos descubiertos, naranjos de miel Y una cintura de aquellas que hacen los orfebres O han perpetuado en oleos los artistas. ¡Tú debes amar al mar y todo lo que guarda! No te has movido desde que te vi, y era al alba Tus ojos fijos en el horizonte del inmenso mar azul… ¿Acaso me esperabas? ¿Aguardabas por mí?
Días ha que desde mi cueva en lontananza Te veo inmóvil, taciturno… como esperando No te alegra el sol, ni la luna te entristece ¡Vamos… dime algo y tal vez te lleve conmigo!
Sus ojos yertos, ya sin vida el pescador Con la mirada fija parecía que escuchaba Aquella dulce voz que sus oídos acariciaba ¡Y el alma le volvió… volvió a la vida! Agarró en el aire la última frase que ya expiraba… ¡Si… te aguardaba! Respondió resuelto, inmutable. ¡Entonces ven conmigo y disfruta de este reino Yo soy princesa… y príncipe te haré! Al cabo de unos años, volvió el pescador Hablando de otros mares, de quimiosíntesis, y más Hablaba entusiasmado de otra vida, y luego Para siempre se marchó, es inverosímil… pero es cierto. Delalma 02/08/2012 11:40 a.m.
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Un cuento de hadas, un cuento sin final, esto no acaba, esto no tiene final feliz.
Cuento de hadas, cuento de un final interminable, cada noche, cada historia, tiene algo que contarse.
Cuento de hadas, que termina en final feliz, que termina en tragedia, que no tiene final.
Cuento de hadas, cuento sin final, cuento que termina en final inesperado, cuento que no termina siempre.
Erick R. Torres (Ángel Negro)
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EL BAGRE MAGRO
¡Aquí!.
Cuando el vacío agrieta el vinagre. Los meses maltratan semanas. ...Los años al revés En los caminos donde la razón vacila. ...Al diario destino. (Osificando). Solo huésped meritorio. ¡Del ruiseñor laberinto!. ...Rincón del invisible amargo. ¡Más allá___Del___ Eco de las puertas!.
Magro el bagre llueve escamas.
Antorcha del rostro abrumado. .....En la sabiduría de la hierba. ¡Lágrimas filas, vigor de jungla!. Altura del vacío de las circunstancias. ...De pié frente a la enorme red. Magro, el apego al lugar inconcluso. ...Incierta variedad en destrucción ___Por el ánimo de grasa___ ¡En el meñique mutuo!.
El pobre magro bagre.
Es la cuerda de palabras agrias. ¡Un burbujear los obstáculos de arterias!. Con la mejilla caída. ¡Balanza de flechas llena de hienas!. Una llanura, acuerdos del cuento sopa.
Deterioro. De verde. Caja y canto. ¡Flaca fuerza del gesto!. (Ingesto) Con el diccionario.___Perdido luego el abecedario.
De Alarma Lengua frágil.
¡Pobre, pobre, el bagre magro!.
Magro Bagre ¡Sin vigor!. Abrumado. ¡Por las escamas!. De la enorme red. ¡Amarga la caja!. El Bagre Magro____¡Atrapado sin escamas, en la lluvia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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[img width=300]http://2.bp.blogspot.com/_lhNXJZiOrds/TQayXQCwVnI/AAAAAAAAAY4/9YPbGMcNxWA/s1600/santa%2Bchimenea.jpg[/img]
Del meridiano hacia abajo era asarse como pollo embutido en una olla a presión, a mil grados celcios. O esa era la sensación térmica, al menos. Le empezaba a picar todo, especialmente los rincones más oscuros del cuerpo. El traje se estrechaba más en cada parada, y su panza se inflaba monstruosamente. Y no es que no estuviera bastante inflada desde siempre, pero con el calor empeoraba la hinchazón. Además, ni siquiera había chimeneas por las que bajar. Eso no facilitaba el trabajo para nada. Las casas eran pequeñas, estrechas, algunas casi se caían a pedazos y muchos de los techos estaban llenos de baches y cuarteaduras. El más leve toque del trineo las haría derrumbarse y jojojo, feliz y última navidad. Ni hablar de los polvos mágicos; siempre funcionaban mejor en un ambiente adecuado, o sea frío, nevado y blanco. Pero en esos parajes no había una pluma de nieve o brisa fresca, no a esa altura del año, y los polvos solían humedecerse hasta el punto que tendían a fallar en los momentos más inadecuados. Ni siquiera en las grandes casonas con chimeneas perfectas y aireadas estaba seguro en esas latitudes: una noche se había quedado atascado en una por casi dos horas. No sabía en qué momento se le había ocurrido extender su perímetro al resto del globo ni ese ritual de entrar por el techo y las chimeneas. Tenía que haber estado o muy entusiasmado o muy aburrido.
Por eso evitaba quedarse mucho tiempo en lugares como esos. Estacionaba el trineo en una ladera o una loma cercana y bajaba hasta las casas más aceptables para su peso y anchura, dejaba uno o dos regalos y partía un poco más abajo, muy rápido, más rápido cada vez a medida que el calor se hacía insoportable dentro del traje. Antes de que terminara la noche apuraba el paso para volver al norte y refrescarse con una buena bocanada de aire frío y una bebida en las rocas. Ah. Mejor. Y se dormía, agradecido de las grandes tiendas, el afán de consumo y la falta de fe, que harían menos notoria su discriminatoria negligencia.
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