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ENCOMIO A BACHUÉ
¡Oh, mujer eterna!. De la benevolencia madre. Luz del lago cósmico. El lago mismo seguirá. ¡Sagrado y serpentino!.
Por los tiempos espirales. Por las lunas universales. ¡Sagrado y serpentino!. El lago mismo seguirá. ¡Oh, mujer eterna!.
Perenne engendradora. Elixir de la luz misma. La esencia de los inciensos. Te ofrendo. Hoy como ayer y mañana.
Te ofrendo. ¡Hoy, hoy mi canto!. A ti. A ti, hoy elevo mi canto. Mí canto más allá.
A ti llegue. ¡Oh, de las cosechas protectora!. A ti mi canto llegue. ¡Oh, madre del universo!. Perenne engendradora.
Elixir de luz, más allá, más allá. De Bochica y Chibcha-chum. A ti, hoy elevo mi canto. Para que todo mi incienso recibas. En estas serpentinas flores.
¡Serpentina esencia serpentina!. ¡Oh, mujer eterna, la benevolencia misma!. Bachué Bachué Bachué. ¡Todas las lunas te vivan juntas!. A ti hoy elevo mi canto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Referencias útiles son: https://es.wikipedia.org/wiki/Bachu%C3%A9 https://www.youtube.com/watch?v=P6-k2ZVNiIM
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Poeta
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Campestre infancia lejana...
¿Éstá allá?, Si... Sí. Si en el fondo Último de las horas... Enrojecidas. ¡Cómo el desierto en una gota crece, después de cultivar los lagos en la leche del establo del relato!.
Campestre Infancia... Lejana, lejana, muchas veces, tan cercana e invisible a muchos.
Pero, no sin antes iluminarlas, estrellas en torno, mezcla de palomas, blancas, blancas, en cierta forma, raíz. ¡Raíz del aire!. De la mesa imagen almendrada. ¡Cada tarde al salir del ánfora!.
Infancia lejana. Infancia campestre, muchas veces, y cercana otras. Visible recuerdo.
Intentándolo como la manzana, muerde la transparencia, y de los labios, niños, juegan, con las nubes, y el rostro, por los tiempos, de la luna dulce viña. ¡En su mundo!.
Lejanía campestre. Lejanía de infancia. Tan cercana a veces, tal vez, en los sueños hay campanas y canciones.
¿Serán acaso ellos?. Los pequeños, los rincones, y sus murmullos, unos de papel multicolor, otros, dulces, como las pelotas, y las viejas canicas, en las frutas frescas, en los años. Adueñados. ¡Adueñados de las cosechas!. De la infancia lejana.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ELECCIÓN VIVIENTE
Ayer cumplí con la muerte vestido. Por el viaje de circular resurrección. En la voz de perlas limpias. Y con los años de cien nubes.
Mañana con la mano dos caricias. Plantan equipajes y sombreros. Anuncian escaleras y acuarelas. Entre las hojas del agua.
Después le importa beber mis dudas, al olvido aglomerado.¡Gorjeo de abecedario!. En los pómulos amargos de clorofila. Por el musgo de pernas primaveras, y los pechos con hachazos vegetales.
Luego, luego, húmedo el sol aplaude. ¡Cada lucero substancioso doble!. Peregrinas cosechas obedientes, y cordiales las mandíbulas alivian. ¡Cada nueva diadema tierna!.
Hace poco, un siglo pasó desnudo, con la memoria de geografía cara, sonriendo a las tardes aquéllas, con el perfume de turquesa oleosa. Y el rumor entre noches arboladas.
¿Porqué debe haber guerras intocables?. ¿¡Porqué matar los astros nuevos!?. Si se nace del agua madre tibia. Si se vive del cielo cobijado. ¡Nadie muere si la vida planta!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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