“Llanto, penas, tú sufriste . . .”
Por el rumbo de Popotla registro de historia docta, persiguiendo castellanos en aquellos tristes llanos.
Enfrentando a los soldados los mexicas, sojuzgados, les perdonaron la vida en ferviente plena huida.
Lancetas, dagas, rodelas, van dejando sus secuelas imponiéndose al acero del invasor trapacero.
Hernando Cortés sangrando inerme, lágrimas llorando por los muertos, sus despojos postró ante ti de hinojos.
Perdiendo, así, la entereza, mojó tu dura corteza con sal de espanto, de miedo, pidiendo la paz, . . . sosiego.
Por conquistas tan sufridas lamer con saliva heridas, ¿tesoros?, pa’ Los Remedios españoles, sus misterios.
Aliados de Tlaxcaltecas rivales de los Aztecas con hostilidad a ultranza, preparando la venganza.
Amigo de mi enemigo ¡Dios bendito, otro enemigo!, “aquel que perdona pierde”, tu follaje era . . . muy verde.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 30 de junio del 2016 Reg. SEP Indautor No. 03-2016-07010930200-14
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Poeta
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