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AL DESCASCARSE ( Neosurrealista)
Cuando la desesperación se palpa, con cada pupila vacía y desarmada, por las sillas indiferentes que borran, las huellas funestas ocultando.
Los vergonzosos sucesos de la espuma, ocurridos, no mucho antes de las olas, en el desierto, convocadas, por la más absoluta confianza del otoño, con sus hojas, por el destino común de las uvas. ¡Añejas desmemorias!.
Por las palabras a gran distancia perdidas, salpicando con osadía y gracia las nubes. ¡De informática y siderurgia!. En las modas esporádicas olvidadas. Con el don de la ubicuidad en el vacío. Con la intensidad de un susurro descuidado.
A pesar de todo, esas decisiones no suscitaron el eco dulce, ni la protesta de las campanas en la década siguiente, lejos, de conspirar contra el frío de la nieve, y los falsos problemas, antes que la mayoría de los peces vendieran su redes rotas, en la medida que las tortugas atrapaban a los guepardos, exacerbando innecesariamente, el sexo con balas y sangre.
¡Al descascarse! Y descarrilarse, las carretas. ¡Descascaradas!.
En el curioso desfile de las voces. Por la danza de las pupilas extrañas. En el ciclismo felino. ¡Con el circo de los anhelos!.
¡Al desclavarse la realidad con agujas!.
En el deporte de las ranas por las ramas, con la reverencia al revólver. Dónde la desesperación aún conserva su fuerza ¡Bajo el dosel incólume que la claridad tornasola! Porqué al mar no le interesa, ni la luna se ocupa de ello.
Al descascarse, al divulgarse domesticado, la dureza duerme.
Por los efectos de la lluvia, del argumento mejor redactado, con las brillantes mentiras de arena, ¡Qué llegaron tarde a clase!.
Por el traje de soledad que viste las pestañas de sonrisa y al camino alma de sandalia ¡Desesperada, gastada y sin voz!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Canto mientras alzo la vista hacia el interminable cielo estrellado, una melodía sobre la limitada eternidad de nuestros sueños, las gotas de amor que rebosan en mi corazón, me pregunto si algún día alcanzará a alguien, confiaré en ello.
Una canción de amor escribo, un poema romántico, una rosa negra, dejo sobre tu ventana.
A través de los tiempos, nuestros llantos se convertirán en una hermosa canción, puedes empezar a hilar nuestro amor, aunque todavía solo sea una diminuta luz.
Llamando a tu corazón estoy, no dejo de pensar ni un segundo en tu cariño, eres la persona mas amable que he conocido, eres mi musa y encanto de la luna.
En esta noche, nuestros corazones arden de pasión, rezando que esta noche sea eterna, que nuestro amor dure para siempre.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Andantes Después
Caminaban como el viento lejano cambia, siempre un paso adelante, al romperse un perfume en voz alta, a partir de controlar el flujo del tiempo, a lo largo de la historia, venerado como objeto definitivo, contra la ignorancia que más se escucha, muy lejos de caducar donde se mueve continuamente, y nunca se descompone, y puede durar cientos de eternidades en un instante, por la penumbra, e incompatibilidad entre dos universos ligeros, y simultáneos, como parte de la vida cotidiana, entre la imagen de los números que preparan, su propia versión de la realidad, blanda y rauda, sin espacio, por el corazón de la rosa donde los ayeres crecen, acusando a la tradición dura, injustamente de lograr tocar el cielo, de suave soledad serena, en largas noches de almohada, como viajeros constantes, y exigentes en el rostro, de la confianza, cuando uno aprende a fusionarse, sin siquiera tocarse, en el largo descenso que sobrevolamos piloteando sueños.
Sobre vientos domesticando las olas salvajes del océano que recibe con seguridad los pasajeros, donde nunca hubieran imaginado, estar dos veces más rápido, y donde solo se decide el destino sin horizonte.
Andantes del después de la vida mortalmente. En la dicha de verse surgir nuevamente del abismo, que llega iluminando cualquier momento, y que invita a partir de ello, cuando nada hay para impedirlo, avanzando mucho tiempo todavía en la tempestad de acogedoras sombras vencidas y agobiadas, las falsas esperanzas aferradas al contorno de lo etéreo, al impulso favorable del retroceso diligente, desencadenado, y esperando donde nadie se refugia ni detendría, quieto, tratando de olvidar el desierto de las casas entre los platos, de los pájaros al dibujar.
El cielo en sangre señalando en secreto el vestido claro de las calles acostumbradas, al abandono de las esquinas distraídas, o absortas en la contemplación, de las miradas vacías, en los hijos de las mañanas bajo los techos obscurecidos, que ya no hablan caminando entre los charcos, con rabia negra todavía.
Y tratando de entender lo que no puede cambiarse al acarrear los tumultos de las ventanas sin gestos, sin expresiones, que crecen como las malas hierbas en los propios gritos del cementerio aplastado dentro, de los zapatos al matar las últimas tumbas calumniadas con las lámparas que duermen, y caen rendidas sobre las espaldas del suelo en el cielo enroscado humeando, inocentemente en cada ceniza empleada, y capturada refulgente por el camino del Caos después de tibios andares.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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No mires hacia atrás, no te arrepientas, el tiempo se está cayendo de estas manos, voy a dejar que me dejes.
No tengas miedo, no te lamentes, estoy aqui contigo, para dejarte ir, al destino que buscas.
Cada precioso momento, déjarlo ir, en algún lugar, muy lejos, tu aprenderás, y amarás,, perdona el pasado y puedes continuar.
Mi querida y fragil niña, abre tus ojos, no llores mas, sere tu hogar, sere tu consuelo, te protegere de todo lo que te hace daño.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Espiritual ventanal
Abriendo Los Ojos del espíritu Encontramos La Estatua de conceptos rígidos, azada y azabache, al tomar la dirección derruida, batuta, bazofia, befa, en cenizas, de cosas ilusas, orujo de ornato, en la brasa, del agua, quedaba la vida, consumida, y las corrientes qué la mueven con la arcilla con todo lo inmenso dentro, en continuo flujo, de los procesos secretos, de ayer, de cambio, sin principio ni fin, nunca dos veces por igual, formando la vida, rehusando recibir algo por nada. ¡Quedaba la vida! En el centro En la suma de muchos esfuerzos En la solución de arduos problemas En el cultivo veraz, de serenidad y firmeza, de honor, valor y dignidad.
¡Quedaba la historia! En el mundo En la transparente memoria En la práctica de virtudes correctas En el cultivo honesto, de respeto y humildad, de lealtad, confianza y bondad..
Por la fermentación vital, Ultramontana, De la envoltura y la forma, Sajadura, De la substancia y el contenido, ¡Zurcido! En La franca discusión de las divergencias Sin Evitar oír amargas verdades Sin Negar los fracasos dolorosos Abrir Las ventanas Las mentes En Los espíritus nobles. ¡Ventanales!.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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