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AVIVAR EL ALIVIO (Neosurrealista)
Hermoso es recorrer el pasado encendidos los viejos latidos de nuevo azucarados en la miel sin tiempo sinfonía de suspiros inundados por fuera satisfechos del fondo.
¡Por avivar el alivio!.
Ardió desnudo el hielo, con el hilo de la noche, roja la hoja tibia.
Más allá del otoño del fuego innegable, derivado de las circunstancias, los pianos y las tortugas, por las décadas que presenciaron el rápido abandono, de las flores del armario y nube con perfume delicado, exótico, vigoroso, propietario voluntario del tiempo, en los arroyos, que no sólo se adapta bien a las exigencias, sino también busca y da los sonidos a los limones, y estímulos adecuados, favorecidos y recompensados del mismo modo.
En el silencio de la tarde, del cielo abolido sin latir, el concierto fresco del ayer.
Ayer, de lectura y escritura bajo la piel, que deleita sin culpa el paladar, y la espalda de la curiosidad satisfecha, por el texto interesante de sus nubes, de su cama y en la brisa, más allá de las palabras cóncavas, que hacen que los rayos de luz una camaleón angustiado y se separen, antes de llegar a la erupción, de aquéllas cosas que no nos dan, y tienen en el brazo las pestañas adormiladas, las cejas sorprendidas, los párpados inquietos.
¡Piénsalo, siéntelo, míralo!. Antes que forcéis los sueños, porque contradijeron tus deseos.
Una vez reconocido este hecho, que se muestra inclusive dispuesto, a ser pluma y paisaje, es necesario aceptarse, para que fuere dichoso, sin ser forzoso, dulce consuelo, salado y ácido soberano conjunto, que ilustra y esclarece, el hechizo y delicioso encanto, en la piel húmeda la forma de reajustes fáciles y discretos, sin intentar causar ningún daño, con ligas y arena en la libertad concedida a las cadenas, y a los más íntimos secretos cobijando.
Con la espuma suave de los anhelos. ¡Qué avivan!. El rubí encendiendo, derramándolo, por el alivio verde de alegría junto al desierto. ¡Con el polen del oasis!.
¡Por avivar el alivio allá, ahí!.
Abeja el polvo la humedad, en la miel posible del mármol, que las caricias penetran prudentes.
Porqué durante tan largo tiempo se abandonó, creyéndolo inofensivo, como una mariposa de nieve, que fuera flor de lis, por el rico fruto, que el labriego implora, con las alas azotando el aire, y la dulce sonrisa del aliento, por las aguas cristalinas del momento tibio, del sendero ligero, de la noche que no quiere dormirse, por la efusión ardiente perla sin concha. La fruta despierta al espejo, un instante delicioso, que aún breve. ¡Es inolvidable!.
Por avivar el alivio. Discreto, prudente, sensato, factible, ameno, flexible. Por el alivio avivar. Íntegro, puro, natural, libre, excitante y delicado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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C.L.A.R.E.C.E.R.
Cu Rio Seo Del brillo obscuro. ¡Interpelación del cabellero!. ¿Albar acaso al sol de ocaso?. Encuesta profunda inclinación. ¡Cuestión de enfoque, cuestión de enfoque!. La ceguera desayuna obesa. Con Toda La evidencia. ¡Por el aire qué se respira!. Por ¡Dónde la nada fluye a torrentes!. De Lo Tanto... Tanto... ¡De lo tanto musmusitar!. Casi Casi simiesco el ámbito en la anécdota. ¿Clarecer?. ¡Sí!.¿Para quién, dónde, cuándo?. Solo veo, al estar discerniendo la criba. Por el acierto, concierto, desconcierto. ¡De aquéllo qué discerniría simple recua!. Porqué... Asimilada a lo lejos, una polémica huye. Para poder vivir. ¡Mientras algo le quede de aliento!. Ya sabe___Por lo desigual, aquéllo que un primate acoge. ¿Clarecer?___Aún me lo pregunto cuando dejo de serlo. ¡Encefaleando mis palpitares!. Y Veo. ¡Casi ciego hogaño!. La presencia del ojo al disfrazar. Eso del rígido pulsar sobreviviendo. Y dices, digo, tal vez sí, no lo sé. ¿O sí?. ¡Una dimensión. De otro clarecer. Indefinido!. Porqué... La corriente es afín al gorro. ¡Y ahora, sí!. ¡Vamos a requiempezar!. Vamos, vamos. Del claustro vigilante añejo. De la simulación cosmopolita. Porqué... La catarata es señal inesperada. ¡En toda su acuosidad oftálmica!. ¿Clarecer?. En las calles.El discurso, del abandonar ocultando, el plato pidiendo sopa, la cuchara llena de hambre, la conciencia perdida, entre sus huesos, y sin saber con que al honor se fuma, menos que nunca mucho. Tal vez. Habré discernido un poco. Tal vez. ¡Un mucho de lo qué discierne cualquier oruga!. De aquéllo del bisbisear. En la dramática multitud estática. ¡Por el rechazo del torbellino al sentarse!. ¡Por lo tímido del impulsar al viento!. ¡Hogaño, sí, hogaño, vamos a requiempezar!. Con toda la dimensión del inútil polo ¡Del potaje de lóbrega robustez! Musmusitar, a veces, musmusitar. En éste clarecer. De la progresiva eliminación peculiar. ¡Por la distinta sensibilidad del saxofón!. ¡Por la cadena marginación encadenada!. Libre, libre...¡Ahora esta desencadenada!. En las paredes demasiado desnudas. Entre las camas dormidas solamente. Entre los futuros olvidados pensé que pensaba.Y Por Haber ¡Quedado!. En el clarecer. En el cogimeditambular.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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PARECÍA SER
Soñando. Un concierto. Del mundo al gritar silencio. ¡Silencio, silencio!___ Nada explica. Y nada tejía palabras.
Nada escribía. Pensaba. Sentía. Dormir borrada su silueta. En los huecos escondido. ¡Ah, ése nada!. Nada sabía. Y lo sabía. Y vaya que sí, saber era éso. Simplemente, nada, nada sabía. Por Lo Qué... Entonces. Lo explicaría. (Pero entonces, no quería). Silencio. Un concierto. Soñándose. Nada al gritar al mundo. ¡Palabras y palabras!. Nada. Sin sentido, sin sentirlo. ¡Solo siendo, una nada, como cualquier otra!. Parecía ser, parecía. ¡Ser, ser un poco!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DESFALCADOS COLMILLOS
En el bostezo retorcido, de los años curvos, son las cabras giratorios leones, de vértices concierto del tumulto, del doble reposo inservible, del fondo deteriorado, de las pestañas. Antes que cada sombra flotara, finalmente apagada en blanco, queda un azúcar árido zig-zag.
Insertando al cielo el pecho un disco pululan los tigres un gigantesco sedimento de escombros que hablan con las ventanas estrechas.
Aquéllo. elevando el agobio retorna lento. la solapa que sopla cortada. en la pinza de la panza un vaso excesivo que, no es preciso... ¡Discutir!.
Una vez más, los reflujos, limitan rojos, los claveles del nada, que se disculpan, al cuento harto de razones, y escarabajos pacientes.
Más convencida, quedó alegre, la sensibilidad del automóvil, atrás del columpio recobrado.
Tan torpe, era cada hilo, un prurito, atrapado, merced al miedo, aclarando, de la inexistencia, un mordisco.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VIBRAR ACORDES
Verdad Era Mente. ¡Verdadero!. -Wircklich, vero, verdadeiro, véritable, actual- De Acuerdo -Agree, einverstanden sein, essere d´accordo-
Mas antes que el acorde vibre lo dicen desde hace miles de años, de la vida la lluvia enriquece ríos, sin riquezas ni oropeles, naturalmente como el viento se levanta, y el sol duerme, ahora amado, por el ayer con la mañana envuelto, entre montañas vistiendo su armadura con arrojo y ardor, cuando sonoro acaricia la tarde, aurora, tierna en la tristeza y la vida cuando abruma, cuando al suelo cubre un verdor interminable y la muerte solo piensa labrar el viento de coraza helada y dorar los labios vivos, solo reposa en el concierto del pájaro primero y contempla amablemente cada siempre, cada nunca, cada tal vez, cada cual, como es eternamente, contigo, conmigo, con el otro, de todos igualmente, aún antes del tú y del yo, sumergidos en todos los infinitos y en el más antes que el acorde vibre.
Como Un susurro Invisible Fragante Tejedor De múltiples arañas De nieve tempestuosa En La sencillez más exquisita La primavera enamorada Junto Al fuego libremente Saliendo del Caos Difícil de arrugarse En la imagen transparente En la profunda cumbre En la corriente.
¡Del más antes que el acorde vibre!. En... Todos los tipos de cristales. Isométricos deleites francos. Tetragonales sentires inalterables. Ortorómbicos certeros vibrando. Hexagonales vigorosamente humildes. Monoclínicos legítimos y claros. Triclínicos pacíficos, púdicos y castos.
Vibrando Acordes Con el universo que vive infinito en el corazón humano.
¡Más antes que todos los antes juntos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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