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“Sus notas quedan silentes . . .”
Un manto negro se cierne cuando una vida se pierde, pero, es lúgubre y funesto cuando se muere un Maestro.
Las notas callan silentes feneció Don Rubén Fuentes, llora lágrimas amargas todo su Mariachi Vargas.
De Tecalitlán canciones laten penas corazones en Ciudad Guzmán, Jalisco, hay silencio nunca visto.
No se oye “El son de la negra”, hoy, de algarabía no alegra, se extrañará allá en su casa en Garibaldi, La Plaza.
Música no dará fruto “La Bikina” está de luto, pues, le falta su creador gran genial compositor.
Nos deja de herencia hermosa sus obras: “Sabes una cosa”, “Flor sin retoño”, se estima, “Camino Real de Colima”.
“Que murmuren”, “Las alazanas”, un Grammy premio de hazañas por “Ni princesa ni esclava”, “El carretero se va”.
Sin “Que bonita es mi tierra”, su trayectoria se cierra, Discos de Oro, de Platino, se nos fue el talento fino.
No llegó a vivir “Cien años” el folclor resiente daños, queda en blanco desolado el fiel cuaderno pautado.
Las cuerdas de aquel violín, el que tocaba sin fin, no tendrán quien las escuche resguardadas en su estuche.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F. a 05 de febrero del 2022 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Ayer se murió un poeta ya nos quedan solo algunos, entre ellos Martín Urieta ¡como sus versos ningunos!
Del bien forjado en Huetamo de su amado Michoacán, quien del bolero es el amo grato musical sultán.
Ya que pone sentimiento con su martillo es Dios Marte lanzando su estilo al viento cual artístico estandarte.
Martín de padre es Urieta por su madre es Solano, anda con el alma inquieta en el “feeling” busca hermano.
De pequeño, a los quince años, compuso primeras odas, coplas, tonos aledaños, febril imponiendo modas.
Surgió el especial talento que incrementó con el tiempo llegando sutil con tiento y sin algún contratiempo.
A ser gran Señor que escribe al amor al ritmo de su corazón, todo un Maestro en fiel clamor que al crear nos da la razón.
Así, le inspira la vida con alegría o triste llanto, en repertorio va herida o anécdota vuelta canto.
Como en “Mujeres divinas”, por mucho su mejor creación, todas musas adivinas de su genial devoción.
Convirtió “Paso a la reina” en pautado monumento, tal pieza tornó en virreina de melodioso ornamento.
En “Urge” pulió su brillo, perpetuo será baluarte aunque por siempre sencillo del fino ranchero arte.
Dicen que no canta . . . encanta expresando su canción de lo íntimo, en su garganta, compungida adoración.
Su voz es letra dolida que sufre frágil, pausada, vibra tenue redimida le sale queda, quebrada.
Así que por eso y también por Dios, como en cántico se diría con rúbrica de “Aquí entre nos” les transmito mi osadía.
Pues, “Qué de raro tiene” si cual “Bohemio de afición” brota leal, no se contiene, esta mi composición.
Ya que, gracias al Creador, en fin, para nuestra suerte el virtuoso sensible autor aquí se encuentra presente.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, Distrito Federal, a 03 de diciembre del 2007 Reg. SEP Indautor No. 03-2008-071113112400-14
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Poeta
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“De la canción . . . lustre, brillo.”
Jamiltepec, sentimientos, centuria mil novecientos diecinueve, por cierto año, día caliente sol de antaño.
Dos de diciembre la fecha de la poesía, de la endecha, armónicas melodiosas como lo exigen las Diosas.
Trinaron aves canoras muy rítmicas bien sonoras, silbó bello esa mañana una calandria castaña.
Hace un siglo, aquí les digo con el Creador por testigo y también Santa Cecilia, los músicos, su familia.
Álvaro Carrillo nace virtuosísimo con clase para brindarnos canciones, las “chilenas”, sus pasiones.
“El Camalote” lo mece, tal ranchería se estremece “Cacahuatepec”, Oaxaca, coplas de oro, son de laca.
En “La Negra Cortijana” polifonía para dama, afroamericano reto “La Amuzgueña”, “El Amuleto”.
Que hoy se trove en Costa Chica con tonada excelsa rica en matices musicales de inspirados manantiales.
Recordemos al autor, al genial compositor de trescientas melodías de tristezas, alegrías.
Al que pautó el “Charco Choco”, “lingo, lingo”, poco a poco, que engrandeció a “Pinotepa” pieza regional de cepa.
Recordemos al cantor, al bardo, al Gran Señor de la pista, el escenario, al “Andariego” del radio.
Al humilde “Cancionero” del bolero misionero, al “Negro de Costa Chica”, “Sabor a mí” así lo indica.
Recordemos al bohemio que nació con Don, con premio, “Sabrá Dios” romanticismo convertido en misticismo.
A “San” Álvaro Carrillo que le diera lustre, brillo, a la canción mexicana con la nota más lozana.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 02 de diciembre del 2019 Salvo las expresiones: “De la canción, lustre, . . . brillo”, “chilenas”, “El Camalote” y “San”, todas las demás palabras y frases entrecomilladas, son de la inspiración de Don Alvaro Carrillo . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Agustín, tin-tin, la-ra-la-ra-la.”
Entre palmas y un cometa brillando de admiración, nació el Músico Poeta entonando una canción.
El alma de Agustín Lara resuena por la mañana, se la pasa tra-la-la-ra al son de bella jarana.
Ese jarocho de ensueño resultó tlacotalpeño, su Río de las Mariposas le inspiró cosas hermosas.
Bien sabe mi “Flaco de Oro” que, de México, es tesoro, que al piano se le recuerda, que por él toca la cuerda.
Clave de sol don, primor, rumbero ritmo de amor fiel propiedad de Agustín, trovando llegó su fin.
Sotavento, yo no miento, ¡pensando en el gran poeta! Papaloapan le interpreta linda música . . . del viento.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 30 de agosto del 2007 Dedicado a mi hermano del alma y primer “larista” del mundo, Maclovio Ortiz López Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14
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Poeta
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“Llanto amargo en su sepelio . . .”
El Lago de Pátzcuaro llora el deceso del gran Maestro Aurelio, congoja hay por eso las aguas y el viento le rinden tributo, el silencio reina, es triste, absoluto.
El luto ha asolado los alrededores no zarpan las lanchas de los pescadores lágrimas, tragedia, colman la tarraya, la muerte triunfante, pues, jamás desmaya.
Sinfonía de sombras la dirige el llanto, la pena, a las olas, cubre con su manto el vaivén restringen, la aflicción las mece, el pescado blanco bailar no apetece.
Este golpe es duro pa’ la danza, seco, de las mariposas queda solo el eco; tanta inspiración que dio el fiel cerebro del compositor cuidemos su acervo.
La música calla mustia en su “orillita” por la ausencia, sola, se encuentra marchita, sufren un martirio el tul, la chuspata, las aves no graznan por desgracia ingrata.
Al prócer Morelos, magno monumento, llegan desconsuelo y aciago lamento, la efigie del “Siervo” en cantera rosa conoce el trayecto, la historia gloriosa.
Del genial artista, con el puño al cielo le dice: ¡presente! en un vivo anhelo de que sus pirekuas rítmicas virtudes impregnen los aires de otras latitudes.
Falleció Don De La Cruz Campos Aurelio, “Los Hijos de Itzihuapa” están en su sepelio las islas Yunuén, Tecuena, Pacanda, le preparan misas porque Dios lo manda.
Tan huérfana armonía enmudece presta en Janitzio hay duelo no toca la orquesta, quedan en paz la vihuela, el sax, la trompeta, la infausta guitarra desdicha respeta.
El arpa, violines, bajo, el mismo piano, se van con su Tata lejos a lontano, instrumentos varios resguarda un estuche que el músico inerte nuestro rezo escuche.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda. Ciudad de México, a 01 de marzo del 2021 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“Do, re, mi, . . . magistral.”
Canciones de magia con ritmo de alquimia, fantástico músico eres Flaco de Oro.
Tus dedos delgados parecen espinas que, en finos vaivenes, acarician teclas.
De un piano muy negro que sangra doliente sus notas más tristes por amor teñidas.
Eres un venero, gran preclara fuente, manantial que solo inspiración tiene.
Compones con arte alegre o doliente, al pueblo transmites esa exquisitez.
Escribes tus versos con métrica y rima, la pasión te anima, Dios te dio ese don.
Combinas sonido con tiempo, talento, haces tuya la armonía, el compás y melodía.
Se anima la clave, la llave de sol, tiembla el diapasón se ha entonado un son.
Maestro: te adora, te admira la gente Músico Poeta sobrio, elegante.
Yo quiero que sepas por este conducto, te escribo mis letras y rindo tributo.
Para mí estás vivo, pues nunca te has ido, sigues en los discos, en los cancioneros.
Postrero recuerdo, homenaje leal, por el sentimiento al hombre cabal.
Sabes tú, Agustín, que eres musical, Agustín, tín tín, Lara, la-ra-la.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 30 de agosto del 2007 Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14
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Poeta
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