“Engaño, abuso, traición . . .”
Con espíritu de magma consagra la Carta Magna garantías individuales para seres muy iguales.
Su objeto son ciudadanos, protegen sus derechos humanos, son para particulares, no para las autoridades.
Estas se cuecen aparte, en la dogmática parte de dicho cuerpo de normas se cuidan bien fondo y formas.
La libertad de expresión que está en la Constitución como garantía individual, lo reitero muy puntual.
No le aplica al “presidente” aunque él se la unte ferviente, aquí, no hay duda ninguna siempre que usa la tribuna.
El micrófono sin piedad ejerce actos de autoridad, desde ahí no es ciudadano, ante la crítica es insano.
Se dice “indefenso” y replica con poder crueldad salpica detrás del aparato de estado contra el que sea, desalmado.
López la mentira suelta, nada de que hay ida y vuelta en eso de los mensajes que ya nos haga majes.
Con sus ataques bestiales usa y abusa de los canales once, catorce, veintidós, de “La jornada”, su voz.
Así, el buen artículo sexto constitucional, al texto, no le es aplicable al peje sus habladas no protege.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 14 de julio del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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