|
ÁRIDO IMPÁVIDO (Experimental).
El cernícalo de esta esquina fresca, besó la estatua del ángel congelado, con la voz valiente más visible, entre la nube más fervorosa y pura. El resto de la historia la sabe el enemigo del agua. ¡No vale ninguna divina flor de mayo!. Porque guardan la semilla del brillante cosmos, en el martirio de la sed con sus demoras. No sembraré en el mundo castigos y tragedias, ni execrables momentos en cosas con trastornos. DETER MINA DO. Con ojos perseguiré tan sólo esos retablos. Impávido, sin anarquía, con el clarín infalible, del oleaje mudo, de arena en arena. ¡Áridamente profundo, árido náufrago!. Duele saber, amistad, que las aguas, de ese bullente azul te han asesinado, con la paz del cementerio, silencio, en las barcas dormidas del cerro, convertido en palabras, hojas en blanco, así que marcho al pueblo. RECON CILIA DOR. Con la lluvia de cera, que empuja incansable, la fantasía del alma. En versos como gotas, de rocío mañanero, en el espíritu dulce, que resbala del manto rosado del alba. ¡Cubre y preserva todo!. No te plantes oyendo la funeral paloma, que azulea en los cabellos del glaciar enfermo. Ya deja poroso al océano, en el salitre del cuerpo, y la mirada, peligrosa del mundo, meditabundo. ¡Solo acaricia la mística paciencia suave!. CONFRA TERNI ZADO. Con el rumor de los labios, que rompen los hechizos, de la noche. ¡Que la serenidad celeste procura!. Sin desperdicio, aquí, cobran vida los fantasmas, disueltos en la memoria, y en la piel sin acordes. ¡Mira!. Ya empiezan a galopar como hacen los caballos, en la promesa de la espiga, del duelo que aflora, aparece, se va, esclaviza y libera, y solo enseña. Después de haber pastado, en el rudo infinito, y en la tierna tierra, en los campos de euforia, y el circo del tirano. Ya vendrá la última carta. COMPA SIVA MEN TE. ¡Mira el reflejo!. En la pesadilla adversaria, lágrima y veneno. ¡Látigo a la turbamulta desarmada e inocente!. Ya deja su azuloso mortuorio, impávido, gris. Solo lecho sin reposo, solo injusta sequía. Con aridez en cada recuerdo, con perfumes destruidos, con el rigor del olvido. ¡Ciego mundo puro!. ¡Árido impávido!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
AFEITE Y VISCOSIDAD
En las pasiones petrificadas por la seda de mejillas blancas, las espinas destejen los espasmos, de las ebrias, miradas, en la culpa del sendero en calma, que deja seca el alma, del camino sin rumbo cierto, en la barranca estridente.
Con el pasado renovado el aire crea, la cera de las velas de los barcos, de las olas angustiadas, aplanadas, por el azar de las palabras, ojos, por la piel de los silencios, uñas, por el hueso de las noticias, pelos, por la lengua de los gritos, dedos, de los males serenos. ¡Fabricados!.
Cuando el ojo estaba cojo, por el ojo rojo y azulejo, en la plenitud bermejo, en la indigencia larga.
Matando del futuro la experiencia, y de las agujas la emoción, matando al lector obscuro, y frío lenguaje conceptual, matando al texto burdo, y abandonado comprendiendo, lo cotidiano de la sorpresa, en el minuto inmaculado ido.
Al observar una línea en el espacio espesa, donde la niebla se multiplica y concreta, la empresa colectiva del mal común, en la inercia victoriosa del olvido.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
ESCONDER EXPEDITO
Guar Daba... La mirada la lechuza noche, la cortina, el viento del momento, al batir las alas. Ccon el rojo huyendo!. Al fondo de las calles.
Guar Daba... El eco absurdo del veneno solicitando, audiencia de alcobas al fantasma, del rostro de los renglones colgando, el eco encerrado, en la cera prometida. ¡Del violín enfebrecido y alberca dura!.
Guar Daba... El precipicio al primer paso respirando. El brutal desprecio de cualquier vida. El vicio hecho virtud, de todo subsuelo. ¡Al peinar la plata incomprensible!. ¡Al estupor de las nubes acomplejadas!.
Guar Daba... El drama atroz. La lengua de paloma disfrazada. El premio a la ignorancia imprescindible. La rapaz fuente, bordando los manteles. El arte dormido de los instintos.
¡Guardaba el encanto de los sueños!. In Vi Si Bles. En los rincones. De la memoria. ¡Olvidada de sí misma!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
PROMESAS Y SONRISAS
Sonrojadas, pensativas, las sonrisas y promesas. ¡Da la mañana, el eco, del mañana!. Donde emprende, vuelo largo, el olvido. ¡La música tejiendo e incubando nidos!.
Pregona fe de la victoria el sol. ¡Sobre la noche!. Una vez y otra vez. ¡Encarcelada siendo su luz!. Donde él, en el cielo, se quiebra.
¡Qué altas que están las sonrisas!. ¡Promesas del mañana!. ¡Qué bajas que están las lágrimas!. ¡Olvidos del sonrojo!.
Van volando tres sonrisas. Por el castillo del hoy. Ya la toma la promesa. Con ella se la lleva. Ya la llama pensativa. Hasta las tres una vez.
Sonrojadas emprenden el vuelo. Por el eco del mañana. Por el largo del olvido.
Sonrojadas, tejen y tejen nidos. Incubando, la música del sol. Incubando, la libertad de la luz.
¡Oh, promesas del mañana!. De calma placentera. Vendrán... ¡Tiempos llenos de paz!. Sublimes. Sonrisas. Amargas.
Esas sonrisas están. Dolidas de ausencias Esas promesas están. Ahogadas de lamentos.
¡Cerradas!. Cerradas están las pupilas. Bajo las noches insomnes. ¡Callando las lechuzas!. Los lingotes de cenizas.
¡Promesas!. Promesas y curvos paisajes. ¡Son de cera elefantes!. Serpientes. ¡Entre montes!. Épocas manchadas de nieves.
Sonrisas que por tierra ruedan. Sonrisas que ya no reposan.
Ante los corazones la noche cae abundante. Alfombrado el horizonte teñido de rojo. ¡Húmedas de lágrimas sábanas y colchas!. Cuelgan sus miradas las paredes agrietadas.
Sonrisas entre tormentas. Promesas entre dolores.
Acérrimo vivir inquieto. Paupérrimo soñar despierto.
Puro alardear de fracción milésima. Pura vanagloria de sonrisas.
¡Sonrisas, sonrisas!. Cegadas las vidas entre las tumbas. ¡Promesas, promesas!. Seda cegada entre los espantos.
Promesas siempre. Sonrojadas sonrisas. ¡Olvidos del hoy!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|