Noche de samba
Sinuoso tu cuerpo de canela subía y bajaba ante mis ojos Cimbreabas tus caderas Trastornando galaxias Inflamando el cielo
Las luces de cristal giraban… en el centro de la pista dejaste caer tu blusa, asomaron las manzanas maravillosas de tu pechos En la quebrada insinuante de tus muslos se instaló mi deseo sin tapujos
Percibías mis orejas rojas de ti seguía tu ritmo, te cercaban mis brazos, te detenías y reías girabas elíptica y sensual abrazando una imaginaria barra luminosa
El devaneo invadió la piel Te quedaste estampada a fuego en mis primarias ansias
Mujer desenfadada y ondulante danzante carioca de Copacabana dueña de mi admiración forastera Me traje tu voz de terciopelo que en cada esquina de nostalgia me susurra insinuante “Você sabe muito, professor, meu professor”
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Poeta
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