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En la piel marchita
se concilian los momentos vividos
dejando espacios blancos para el perdón,
para que las miradas vuelvan su cara
a la ingenuidad de una sonrisa,
de un simple soplo de esperanza
con que acallar la pena que fluye
como agua de tormenta
en el manantial de la conciencia.
En la piel marchita
se dibujan los anhelos por vivir…
formando surcos en los caminos incomprendidos
donde barrizales inmensos amasados por la duda
ciegan la belleza del ocaso soñado despierto;
caminos confundidos por huellas marchitas
ajadas por los silencios que estallaron
en el clamor de una verdad.
Es la piel de la vida
que se entrega voluntaria a los días,
que se arrastra por un beso
perdiéndose en el miedo de la noche,
amando y muriendo en la concordia
de la resignación que no sabe del universo
que pervive límpido en el silencio
de una simple caricia.
©Jpellicer
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Poeta
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P.O.L.V.O.R.I.E.N.T.O.
Por ese frágil instante, del humo sólido, el silencio, ha sido liberado, grito nublado, de congeladas caricias, que purifican la soledad porosa, por la brisa que al sol arruga.
Acaso... ¿Sentirá sus latidos en metálicas sonrisas?.
Con el polvo de respuestas ignoradas, que pierden en la espuma, la brújula del llanto, que pierden en el viento, la brújula del justo, que pierden en el suelo, la brújula del bien.
Aunque... Si es todo, es una idea, pero nunca una idea soluciona todo, ni hay idea ninguna que todos aprecien.
Y tampoco miles de mieles, suprimen una sola ausencia, tan poco dura como blanda sea la memoria, del mal que nunca será bueno, ni, en la más mínima eternidad, ni, en el máximo olvido infinito, Ni en la inmensidad frágil.
De la ignorancia indefensa. De la verdad perversa. De la inmundicia lujosa. De la indiferencia venenosa. De la putrefacción exitosa.
Del aliento polvoriento, polvoriento, polvoriento.
Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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NO Por: Juan Ignacio Macoñó Alba [email protected]
No te agradaré No pronunciaré jamás tu nombre No pensaré más en ti, No eres para mí.
No vuelvas a mi lado No digas que me extrañas No mientas que me engañas No vivo para ti.
No quiero tus caricias No quiero tus palabras No quiero agradecimientos No quiero nada de ti.
No siempre comprendiste No siempre lo entendiste No siempre valoraste Lo mucho que di.
No te amo es infamia No te siento aquí a mi lado No eres la de siempre No estás dentro de mí.
No, enemiga es la palabra Del no encontra del sí, No niegues tus mentiras Que son parte de ti.
Pues siempre quedaré Negado en tu existencia Aunque en el fondo de tu alma Sientas el amor que no expresé Pues siempre para ti Estaré cegado por un No.
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Poeta
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A pesar de que tu pequeño suspiro, quiere creer en mi, desapareció sin poder llegar a ninguna parte, mientras la lluvia nos golpeaba con fuerza, entrecerraste tus ojos.
Una palabra reconfortante, una suave caricia, no podíamos hacer nada, así que soltaste mi mano, y solamente te fuiste.
Una noche lluviosa, un corazón ilusionado, con el verdadero amor, con un beso en los labios, con una caricia en tu cuerpo.
No sé adónde quiero ir , aun así esa voz me llamaba con insistencia, así que doy mi enfado eligiendo la tormenta, no tengo energías para gritar, cuando las nubes desaparezcan.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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ATERRADO
De la tierra embriagado. El timonel. Del principio avivado flaco. ¡Está!. El polvo infértil. Por la fuerza aterrorizado en la ruina. La sequía. ¡Bebe... Ahogando!. Bebe. Más allá de la debida. La sed terrible de la miseria. Hermana de la impotencia. ¡Qué repite asfixiante, su beneficencia!.
En la desgracia. El vino seco, eco. Vino embriagado postrero.
En
La última vez dulce, ilusionada verdosa. ¡Polvo aterrado!. De las recurrentes evocaciones lazo. Del pesar comprometido ímpetu. Entre. La tímida aurora breve. La propaganda plácida impecable. La infalible degradación afortunada. La razón excesiva del títere. ¡Celeste, celeste!.
¡Oh, sorda esperanza!. De la música recorte delicado. ¡Oh, prolija beligerancia!. Del compás desfalleciendo. Aterrado. En la colección de los escombros. Aterrado.
Repite el catálogo de gérmenes. Las púas de los colgajos. En las caricias de las tumbas. ¡Incansables obsesiones!. Del más allá. Los parpadeos de las ventanas. Del más allá. Las palabras cómplices. ¡De pólvora!. Del mercenario azar perpetuo. ¡Una isla joven sabia!. ¡Una púrpura doncella!.
El Tiempo aterrado, el polvo en la tierra, el tiempo a la eternidad teme. Por... El hacha entre las yerbas del centeno. La cuchara tragando tenedor y cuchillo.
Aterrado solo. En la intimidad avasallante. Solo aterrado. En el paisaje descolorido crudo. ¡Por los confines del eco!.
Del zapato estupefacto. Del bramido asustado. ¡Inefable invierno sin reparos!. ¡Infalible ancla decorada!. Va, va ya vacío, el polvo de su aliento.
Al borde broncíneo. Huidiza orilla. Lúcida. Figura plácida de la desesperación primera. ¡Dónde la estrofa llora rima polvorienta!. Infértil impotencia de la mísera desgracia.
Ha quedado sólo.¡Aterrado!. De la tierra. Los vendedores del cuello tácito. De la tierra. El desplome arriero del vergel. ¡Solamente aterrado reverdece celeste!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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He vivido cada luna llena, he visto la luz, he visto las sombras, estoy solo por completo. Anhelo sentir esas caricias tuyas, ese beso de tus labios, tocar tu suave y bella piel, mi querida niña de la luna. Cuida mi corazón de cristal, cuídalo para que no se rompa, ya sufrió mucho daño, por un amor que nunca fue. No esta roto ese corazón, pero tiene fisuras, que no han sido cerradas, solo te pido este favor, que cuides mi pobre corazón de cristal. Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Tuerce tus palabras una vez más, dame los silencios necesarios para enamorarme socava al mundo que todo lo rodea acorrálame eternamente con besos y momifícame con caricias frutales dame todas tus lágrimas las beberé, a partir de hoy no te harán falta a ti me entrego, exprimido de amor, delirante, atrevido. Bajo la sombra de una gaviota desnudaré tu manso aroma y con hebras de un suspiro escribiré: te necesito amor
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Poeta
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En aquel valle de color a esperanza, Vera bella, con su cuerpo desnudo, Acercó su mano a mi rostro. Con la suave caricia del viento
Sembró en mi corazón la ilusión, De un amor eterno, Mi corazón palpitó al ritmo de mi respiración, Uniéndose en un solo son.
Mis parpados se cerraron un momento. Mis labios se abrieron sedientos. Y al despertar de mi sueño Me rodeaba el envejecimiento.
Vera bella no era más que el Fantasma del tiempo.
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Poeta
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ANTE EL ALTAR
AUTOR: Juan Ignacio Macoñó Alba Email: [email protected]
El altar de nuestros anhelos Hoy quiero pintarlo de amor Para colocar tu bella imagen En un trono celestial.
Quiero adornarlo de besos De alegrías y caricias enmarcarlo con suspiros Y tiernos lazos de amor.
Ante el altar, ¡Oh princesa! He escrito un poema de amor Diciéndole a Dios que te amo Porque hoy serás mi mujer.
Hoy se celebra la boda Ante un Dios lleno de amor Un Dios que ama y perdona Porque hoy me uniré con vos.
Nuestros hijos nos esperan En el hogar del mañana Donde juntos viviremos Hasta que nos lleguen las canas Enseñándole a nuestros vástagos Que existe un Dios que nos ama.
Ante el altar, ¡Oh princesa! Hoy haré un juramento de honor Por los años venideros Oraré ante el Señor Pidiendo bendiciones Para ti querida esposa, que seamos fieles por amor.
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Poeta
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MIL AMOR AHORA
Tausend... Liebe... Jetzt. Amor de mil siglos. Redondos terneros. Son la ternura asombrosa. Raíz del árbol virginal.
Fiebre. Pedazos de palabras. Te veo en la firmeza frágil. Mille... Amore... Adesso. Amor de soledad plateada. Palpitan rotundas las tardes Álamos de ternura y caricia.
Nácar que oprime la hermosura. Cuello, vientre, sagrada hiedra. Piedra profunda de hormiga y cuchillo.
Mille... Amour... Maintenant. Donde las piernas parpadean. Sonoros, pescadores de sal ceniza. Aquí, allá, por ciclos de siglos.
Agua dormida y sepultura pasajera. Verte alba. Tesoro erecto por tu anillo. Thousand... Love... Now. Espigan los capullos candados dulces. Bien de arco. ¡Iris de flechas!.
Un siglo tras otro, Cupido herido. ¡Soberano páramo de ardiente vellocino!. Amor, amor, amor. De mil siglos. ¡Mil ahoras de amor, mil de miles!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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