|
Pies que vagan en la sombra, pies que merecen alfombra, pies que al pisar bien aroman flores, piedras, que se asoman.
Pies que han andado el suelo buscando, a veces, consuelo, pies de empeines, dedos, uñas, que han transitado entre brumas.
Pies de tendones muy sanos metatarsos cortesanos, pies que me cargan sin queja, pies de un alma que se aleja.
Pies que dentro del calzado siguen el rumbo trazado, pies de tobillos, tropiezos, de falanges, de regresos.
Pies que fríos sienten que arden ¡caminantes no se tarden!, pies de articulaciones que ameritan oraciones.
Pies de plantas de un atleta que corre cual fiel saeta, pies que tan encallecidos son por Dios más bendecidos.
Pies que me han dolido tanto, pies por los que brota el llanto, brindo a Ustedes un descanso, agua tibia, sal, . . . remanso.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F, 05 de diciembre del 2012. Dedicado al Sr. Rafael Carlos Castrejón Salgado (Huarachín Huarachón) Registro SEP Indautor No. 03-2013-051712171201-14
|
Poeta
|
|
Esta sensación de angustia y cansancio no rige los cimientos de nuestra relación. Lo nuestro es el acoso de las horas marginales que se han quedado clavadas en las paredes, los rincones, las ropas del día a día, los sabores del guiso, la sopa, el asado y las bebidas.
Lo nuestro es el tedio gustaivo de los besos gastados, la despreocupada alerta del próximo encuentro en sábanas cotidianas que poco dicen de la pasión habtiual.
Lo nuestro ya no sé como entenderlo sin desesperarme, porque he decidido amarte ante la angustia y el cansancio.
Lo nuestro como una nube tiene la forma que los vientos modelan.
|
Poeta
|
|
Este artículo o categoría puede incluir contenido sensible. ¿Seguro que quieres leer?
Hoy eh querido escribirte esta carta, no se si al leerla te recuerde algo,
Las tantas veces que te repetí estoy harta, de vivir esta vida así hagamos algo.
Nunca hay tiempo siempre trabajo, el espacio que debería ocupar tu familia y yo
Lo ocupa el casino y tu oficina, no es queja, es suplica es llanto.
Te necesito, tu compañía me hace falta, no es solo dormir juntos y escuchar ronquidos
Por las mañanas quiero tenerte a ti y sentir que estoy viva.
En tu ausencia el destino trajo a mi compañía, no era la tuya, el me oía
Se me ofrecieron otros labios, en esos días, mi alma ansiaba de ellos todo el día.
Los años pasaron, los meses los días, y ese cariño hacia el crecía, día a día.
Mi tiempo contigo ya no existía, te sigo esperando vida mía, deje esos labios
Esa compañía, esperando tuvieras tiempo de darme lo que tanto insistía.
La melancolía me consume, ya no se que duele mas, tu ausencia, o la oportunidad que deje pasar, pudiendo haber vivido, apagar este fuego que aun esta encendido.
Antes te esforzabas, prometías, hoy se ah vuelto rutina, costumbre, que hago yo me pregunto, si siempre escucho mentiras.
El pasado quedo atrás, el amor que no tome por miedo también; cometí errores, bien lo se, aprendí de ellos, solo ah quedado un recuerdo, una promesa de amor.
Dime que hago con mi vida, ¿sigo esperándo?
|
Poeta
|
|
Estrellado Polar...
¡Antes de nacer!.
Dicen que le dijeron, más allá del cansancio. ESTE Un poco más que pésimo, si fuera el primero, algo más que excelso, si fuera el último. OESTE ¡Genial!. Hasta haber escrito la primera letra. NORTE De la ofensa y el disgusto, que con sutileza de gusano, vierte... Nada preocupa, antes bien, debe verse con cuidado, si de ahí proviene, un solo gusto, por una sola letra. SUR ¡Pobre de ti, estando, allí desorientada, toda brújula, se esconde!. El aborto. Del jumento. Aún respira... ¡Míralo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Oda al olvido incoloro
De mañana por el sol petrificado derribando las murallas del recuerdo impermeable por el agua perdida en cuanto gota seca hialina en diagonal en cuanto laguna oblicua entre zoquete en cuanto mar altisonante y barroco en el subsuelo.
Perdido entre palidez sin sombrero ni paraguas con chaleco de guerrero diminuto nave desdentada por ennoblecerse abribonado en la ígnea extensión del tedio encerado nácar de primavera.
En la nimiedad un churumbel fortuito remoto de pronto esfumada la tintura vibración por la niebla saturándose de huecos sobre tiempos secos años dentro del camino sin cifras por el vidrio plano entre charcas y lagunas, No sé ¿Quién? Está cribando al cedazo. ¿Cuándo?... El suelo tortuoso empezó a gritar era o no así repitiendo hasta el cansancio el relámpago.
¿Gris memoria extraviada?. Por las campanas que lloran la muerte insepulta palpitando en las hojas de los ecos impacientes por el mar golpeado ennumerando las burbujas del polvo triturado y sin aliento, soñoliento y sin amartelarse, truhán en la fimbria de franqueza por el suelo oprimido en la sed sucesiva de la sangre descabellada de la telaraña de la frente sin saberlo el hueso en el letargo abejas inmóviles hormigas sin negocio bebiendo indiferencia por las calles y los campos hechos añicos del grano obscuro, germen intemperante inexorable caída de nuevo ... No sé, soy invidente al horrísono ambiente de orfandad incólume vetusto retorcimiento, rumboso el tiempo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
SOÑARES INQUIETANTES
Son En La Horrible Tempestad Por donde El gusano Invisible Vuela.
En medio de la noche que gira y flota.
Arrastrando Remolinos Por las Orillas Inquietantes.
___Soñares, soñares, soñares___ Por el mármol muerto de cansancio. _____Soporoso____ Por los pobres bosques desamparados. _____Somnolientos____ Por las risas de las piedras. ____Sonámbulas____ Por el agotamiento del viento.
¡Inquietantes, soñares, inquietantes!.
Al Sentir Que se Agarran Rocas que se desmoronan Arrastrado Por La Corriente.
¡Cuándo todo se aleja!. De la mano Del tiempo Del punto Del apoyo Esfumado Arrastrado ¡Por la corriente!.
Soñares, soñares, soñares. En el miedo sumergido. Inquietantes. En una esponja espinosa. Inquietantes. En una lenta sorpresa. Inquietantes. En el medio sugerido.
Soñar. Es La ventana buscando su libertad. Soñar Es La puerta encontrando su esclavitud. Soñar Es El techo perdiendo su cielo. Soñar Es El piso recibiendo su filo.
In Quietantes Cuando el miedo Se entierra en las Nubes de soñares inquie tantes. ¡Dónde el mundo!. Solitario vive. Por el fantasma. Nunca engendrado de las pesadillas reales.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Cuánto caminar, mi Dios, para mantener, como neutro status, ser decente.
Para amamantar mi insomnio de talveces, para seguir como renegado gorrión hurtando migajas.
Para…, no sé, para algo… Para frenar, tal vez… Para el ojalá callado… Seguramente.
|
Poeta
|
|