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LA CERTIDUMBRE DE EXISTIR Autor: Aldo Pellegrini Argentina 1903-1973.
Poeta, ensayista y crítico de arte. En Buenos Aires 1922 se gradua como médico. Es uno de los iniciadores del vanguardismo de su país junto a E. Pichon-Rivere, F. Madariaga entre otros. Fundador de la revista Qué. Es autor de la «Antología de la poesía surrealista de lengua francesa» 1961, «Antología de la poesía viva latinoamericana» 1966 y de «Panorama de la pintura argentina» en 1965. Libros de poesía, se cuentan: «El muro secreto» en 1949, «La valija de fuego» en 1953, «Escrito para nadie» en 1973. El conjunto de su obra fue editado en 2002 con el título de «La valija de fuego».
La certidumbre de existir
Si lo he visto todo todo lo que no existe destruir lo que existe la espera arrasa la tierra como un nuevo diluvio el día sangra unos ojos azules recogen el viento para mirar y olas enloquecidas llegan hasta la orilla del país silencioso donde los hombres sin memoria se afanan por perderlo todo
En una calle de apretado silencio transcurre el asombro todo retrocede hasta un limite inalcanzable para el deseo
pero tu y yo existimos
tu cuerpo y el mío se adelantan y aproximan y aunque nunca se toquen aunque un inmenso vacío los separe tu y yo existimos
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Poeta
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Y DE TODOS MODOS (Vladimir Maiakovski)
La calle se ha hundido como la nariz de un sifilítico. El río es voluptuosidad que se prolonga en saliva. Lanzando su ropa interior hasta la última hoja los jardines yacen derrengados obscenamente en junio. Salgo a la plaza, me pongo en la cabeza la calle ardiente, como una peluca roja. Los peatones me eluden con temor: en mi boca agita las piernas un grito a medio masticar. Pero no oiré un reproche, no escucharé ladridos, y habrá flores a mis pies como a los de un profeta, porque ustedes, narices hundidas, lo saben muy bien: yo soy su poeta. ¡Vuestro juicio final me da tanto miedo como una taberna! Pero tan sólo a mí, a través de edificios en llamas, me sacarán en andas las prostitutas como a efigie sagrada, y me mostrarán a Dios en su descargo. ¡Y Dios llorará leyendo mi brevísimo libro! Hecho de temblores en compactado ovillo, no de palabras; y echará a correr por el cielo estrechando mis versos y los recitará a sus amigos conteniendo el aliento.
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Poeta
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GANAS...
Cuando el agua bebe la sed del sol. El fuego incendiado apaga la ceniza. Parada en las alas rojas del aire. La lluvia toma una siesta. En una gota un día una hoja.
Del libro inseparable de la vida. Con el paisaje desprendido de la noche. En las tumbas salvajes de la piel. De la blanda desnudez de la calle. De la puerta vacía de la luna. De la casa llena de la muerte.
¡Ganas... Si perdiéndola aprendes!. ¡Ganas... Si olvidándola recuerdas!. ¡Ganas... Si meciéndola enterneces!.
Por el campo que sangra en la tarde. ¡Dad!... Alimento a las nubes. Dad, dad sustento a los granos. Dad, dad fuerza a las almas. Dad, dad impulso a los sueños. Con los días los meses los años.
¡Ingenioso inmenso inolvidable!. Un espejo se refleja en otro. Un año se abona en otro. Una vez se cultiva con tino. Una vez de muchas muchas... ¡Ganas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EXIGÜIDAD (Ultraísta)
Pasó aquella sonrisa amarilla deshaciendo su hielo de violines. Con el humo agotado corriendo en la voz de la arena en la hoja.
Allá el sol extiende sus alas en el eco de la sombra de una noche que vuela entre los sueños de una almohada.
Impaciente la calle sube al árbol descolgado de una tarde llena de auroras perdidas en las esquinas del viento triste espejo con el reflejo seco. En la tempestad solitaria de una mano el recuerdo duerme un remoto azul del rítmico rencor de las brumas en la sinfonía de la distancia convexa atada al fervor de los cristales delirantes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez Referencia útil es... https://definicion.de/ultraismo/
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Poeta
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DIFUMINADO TAFILETE...
El futuro estuvo recordando anochecerse desocupando las pesadillas pasadas gris entre las botas diminutas el invernal enrejado entre los tibios ecos secos sin abrigo en los cabellos impares por el nombre de la tarde dueña que no importa a las botellas del tabaco despreciado allí por el humo recóndito ya de la mirada del viento que viste la vista rala que desnuda la ropa cultivando sequías pedestales islas momentáneas mecánicas marfiles largas púas lápidas lágrimas lastimeras lamentables pliegues plata El futuro estuvo Ingrávido sentado con el vacío anegado y las calles de amargas fiestas en un quizás sin ser y un simple tal vez recíproco y un dónde sólo palabras están entre las inquietas letras no escritas entre las mejillas de las hojas y el ojo en la cumbre del néctar peregrino y soñado en el aroma de noches lejanas y jardín núbil en la lumbre perenne del hielo y el duelo frágil Difuminado tafilete por los senderos del existirse
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Desencaracolándose...
Y así fue al tiempo quitando, las ideas y la cabeza, un alfiler al cruzar la calle, sola, por el sonar___¡Desencaracolándose!. Saludando las campanas, desarmando los carneros. ¡Al frente del gesto!...¡Qué grita!. Escapando, acelerado, la esquina, herida sincera, doble novela. ¡Lámpara en vidrieras!.
¡Qué repiten y repiten__ ¡Polvo al polvo!.
De la tienda... (Tundra en tinta). Vendiendo los recuerdos. Tabernas ojerosas. (Asados caracoles). ¡La sed embotellada!. En el tranvía del desayuno.
Al Fondo De La lluvia____Un caracol. Al tocar la puerta. El espejo, en la escalera. Reflejó, una, una, una, distante luna____Un caracol. ___¡Sin serlo!___
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Harina cruda, harina es alimento, cruzando la calle.
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DESAHOGADO EL ARENAL
Alegre, silbando, el agua, se colocó, bajo el paraguas, la lluvia siempre, atormentaba grises nubes, nu...¡bes!.
Alo lejos el arenal. La calle hormigueaba flotando. Inexplicables lagos. En la taberna de cerveza. Llena de carcajadas adornadas. Silbando en los baños.
Del hilo sudoroso. El estómago se derramó. En un manojo de mañana. De algún modo metálica. ¡Empastada en siete to-mos!. Recién arrancada la montaña.
Un A Mont Aña... Araña...Años...Mañas.
Una punzada___Chasqueando___En la mitad. Incomprensible de la rodilla raspada. Del avión que anoche reía con el boleto. En la ventana con botas negras. Los muros laten-tez-caras. ¡Asaltos, embriagadores!. Aborre--Gados. Cuelgan. De las. uvas. De las. vigas.¡Agotadas de la cosecha!. Hecha Represiva. En la presa de los arroyos. En. La. Sequía de los ignotos. De. La. Cueva... Caba...Corva...Cabran. Los. Barriles beben como escarabajos. Sin agua, sin arena...¡Desahogadamente!. Al. Desierto, arenoso, diluvio, silbando, alegre.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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EL PÓSTUMO ADIÓS
Por El Adiós. Adieu, addio, farewell, Lebewohl!.
Del Último Adiós En la mirada De la tarde Pálida...¡Con al amor al hombro!. Y el sueño debajo del zapato.
Con los símbolos. Complejos y perplejos. Y el asombro por impulso. Universo sonoro playa, del antiguo cielo imprevisto. En los rubros rutilantes, catarateando albas las manos, de las promesas, del ardor, del tamboril, el último adiós exhala las caricias escarlatas.
Y está, luego, la soledad sola, en el fondo del cabello, del aliento, del sueño, como quejándose, detrás del quizá, mariposa entre tosco arrullo. Y oye, desde lejos. ¡Cuándo la realidad está ausente!. Y la voz, no alcanza. ¡Todo lo errátil cierto!.
Y el silencio deja que calle. ¡Cuándo el futuro ya no existe!. Con el viejo Caos del siempre, con el ensordecimiento enmohecido, el vaho trashumante almohadillado, silencio del embermejecer palabras.
El último adiós que penetra el aire. De las cejas arqueadas. De la muralla presurosa. De las ruedas interminables, frágiles, ataduras velas desnudas montañas. Armónicos montículos marmóreas copias, incandescentes por la ruta lábil. Turbado decoro rumor mudo transformado, derramado del anhelo en flor. Enjambres de piedras mieles pálidas exuberantes, estatuas vanidosas.
En El Último adiós, último, último, del solitario sale la pregunta.
¿Y si el tiempo se termina, qué sigue?. Solo Lo que Fue Lo qué fue la vez que vino de ninguna parte. ¡Lo qué fue la vez qué nunca fue!. Por encima del último principio. Por la única diversidad. Por... ¡Este mundo qué ya no es aquél!. Por... ¡Este mundo qué ya no es lo qué sería!. Del Ultimo adiós. ¡De otra manera diferente!. Del Ultimo adiós, último, último. ¡De la misma forma igual!. El Principio del último adiós.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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DESCOLORIDAS AVENIDAS
Al asfáltico Principio metalúrgico dormirse Del arado simbolismo S.O.L.A.M.E.N.T.E. Nur, soltanto,only, seulement, apenas, só, bloB...
Si. Si. Sí... Si las mejores fórmulas lo anuncian. Mismo carruaje. ¡Cómo lo nuevo se repite y se repite!.
Y el pasado. Ya no pasa, solo pesa, mucho duele y se queda. Para siempre, lejos lentamente en los mañanas. Solo Pintura, del amor y la locura. ¡Pasión! Es del automóvil sueño. Nuevamente antiguo. Es el. ¿Quién en el lugar del otro?. Compro Miso, la masa, misa, mesa, muesca y mueca. Descolo Ridas, avenidas, avenas. Coloridas muchas veces. ¡Antes!. ¡Hoy ya no caben más mañanas iguales!. Ni colores. Ni callados los silencios. Ni perdidos los olvidados. Voluntarios.
Dentro del alma. ¡Del alma, del alma gran podredumbre!. Del aire de la silla. ¡Podridos del poder!. ¡Enfermo está el poder del desprestigio!. Solo calles, callejones y ratones. ¡Callejones sin salida!. beco sem saída...dead end...cul-de-sac... sackgasse...vicolo cieco...impasse,impasse.
¡Asfáltica opinión de los semáforos!. Entusiasmo confundido trigo. Asombrado congelado tubo.
Sabores. Grandes desgracias. ¡Móvil herradura del zapato!. Con la abundante cosecha de jumentos ensillados. Enlatados. Resortes, espirales tuneleros. ¡Mínimas, libélulas, mínimas!. Parpadeantes nueces. Nogales. ¡Entre los vientos sin los alientos!. Ave Ni Das...Allee, viale, avenue, s-s-s-s.
Descolo Ridas Ave Ni Das. ¡Sin la verdad absoluta el amor perece!. El amor. ¡Cojín gelatinoso fajín!. Des Colo...Ridasave...Nidas
Es Lo... Grácil dócil, carátula trabécula. Asfáltico montículo solícito.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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