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A SU TIEMPO ES MEJOR...
¡Claro que sí!. Porqué. El gris vuelo de las blancas esperanzas. Fue un reflejo que devoró al espejo. En retirada extraña de su guarida. ¡Espesa en la fuente libre!. Donde escapa callado el suspiro. Entre un huracán del alba. Entre la pira emplazado. ¡Sí qué sí!. Mira...Mira.
En lo nuevo del mar dulce. Blancas son las esperanzas. Como el aroma que anochece. Una y otra vez, una y otra vez. Con los días perdidos de noche. Con las noches sin las tardes. Y las tardes con alas de mariposa. ¡Mar y rosa!... Posa y posa. Hundiéndose cómoda la manzana. Porqué abandonó el paraíso frutal.
Es mejor, es mejor... ¡Sí, claro!. Tan purpúrea la llama como caballo. ¡Qué llama al cabello por su nombre!. Acampanando en el desván las penumbras. Entre la mayor razón de los relojes. Con el dulce ventanal del tiempo olvidado. En los cajones enemigos de nostalgias. Lejos de párpados estremecidos. Lejos de vigas ansiosas mecidas. Al tiempo que cae la noche suave.
Mejor es a su tiempo, mejor, mejor. Que la burla de cada ausencia inútil. Con la peor lentitud del torbellino. Y la calidez del hielo ilusionado. Con el fuego congelado verdadero. En los colgajos del sueño de noche. En el rumor que recuerda la tarde. En el silencio indeleble de mañana. En los anzuelos cortos mediodías. A su tiempo, a su tiempo, es mejor.
Porqué retoña amarillo el otoño. Entre el vuelo del sol sobre luna. Y en la tierra velas de la tarde. Van volando las sonrisas habitadas. Habituadas a encenderse hábiles. En los mismos pasos del pasado. Dónde los meses mecen recuerdos. Y años muchos al vino mejorando. ¡Qué de añejo espera serlo!. Tanto tanto... Para ser bebido debido.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EXCELSO VILIPENDIO
La región extraña vaga, en la incógnita viajera de noche umbría, en la campiña esmeralda del reposo, en el abismo soporífero del olvido. Contrario contrasentido del contraste, ingenuo ingrato del ingrediente. ¡Vilipendio!.
¡Excelso!.
Ardiente activo, suave solidez aconsejable, calidez diligencia y dinamismo, y probidad, y sensatez, y entereza, temple generoso, recato, comedido mesurado. ¡Oh, artífice de las virtudes!. Encomio de humildad y de prudencia. Elogio de cordura y de respeto. ¡Oh, benévola lucidez!.
¡Excelso!.
En la dulzura de la lira que fugaz murmura, a los ritmos del rebaño vanidoso, estrépito, en leves brumas, en pétalos de aurora gris, de los espejos sonoros, en la espuma verde, con la gentil mortaja, del derroche castaño, en las cumbres calladas, del cielo rojo vano, en la mirada de un adiós, en el último hielo, con el cuchillo ahorcado, y espada piadosa, por el eco de las ventanas, y las puertas ya. ¡En el techo deshojando, pasiones y campanas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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No puedo dejar de pensar en ti, en tu mirada, en tus labios, no puedo dormir.
Me tienes a tu merced, con tu silueta, belleza y encajes, que cubren solo tus zonas íntimas, solo eso y nada mas.
El dulce sabor de tus labios, quiero probar su néctar, probar tus delicados besos, tocar tu bella y desnuda piel, amada mía, quiero enamorarme de ti.
Esa sensación de tu perfume, esa caricia en tu piel, estoy enamorado, no lo puedo evitar, eres la mas hermosa que hay, sin ti, no se a donde iría.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Quiero ver que tu amor brille a través de mí, quiero sentir tu toque y tu gota en mi cuerpo, nadie más puede hacerme sentir tan loco, al igual que lo hace mi niña. Querida mía, esta noche taciturna y quieta, melancólica y traviesa, te quedes junto a mí. Te siento en mi cabeza, cada palabra que acabas de decir, por eso nunca me dejas ir, nunca pensé dentro de ti. ¿Podría alguien quererte? ¿estarías dispuesta a mostrar todo? ¿a sentir todo tu amor por mi? ¿estas lista? Me siento hipnotizado por tu belleza, no lo puedo negar, eres tímida lo se, pero aún así no dejo de enamorarme de ti. Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Dijiste que me querías, eso fue solo una mentira, dijiste que me amabas, eso fue solo una mentira.
Todo lo que quería, era alguien que pueda mantenerme cálido, toda la noche, lo intentaste nena, pero no funcionó, y ahora se que será el final.
Se lo que sientes, se lo que piensas, pero esto se acabó, ahora solo vete y sigue tu camino.
Dijiste que me necesitabas, pero era una mentira, dijiste la verdad, pero solo son mentiras, ahora te vas, solo fue por una noche, no fue lo mas sincero en tu vida.
Es momento de irme, la noche seguirá presente, sigo en busca de una mujer, a quien pueda amar y cuidar, quien sepa decir la verdad y no mentiras.
Esta noche seguiré solo, si estas aquí nena, estaré esperándote, besar tus labios carmesí, tocar tu desnuda piel, solo una regla quiero pedirte, que no me mientas.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Extraño tu sonrisa, sin ti las noches de luna llena, no serán lo mismo, todo se ha vuelto oscuro. Echo de menos tu belleza, tu caricia sobre mis labios, extraño también tus besos, susurrarte cosas bellas al oído. Eres todo para mi, pero ya no estas, no sera lo mismo sin ti, te echo de menos. Extrañare esas noche cálidas, al estar junto a mi querida niña, ahora estoy solo, al borde de las lagrimas, al caer en soledad. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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