OÍDOS MUDOS
Después del aguijón de nieve dame la mano,
glacial vapor hirsuto muy lejos,
en la orilla comunión del espejo,
sin remedio la verdad al amparo,
del clavo castigar espinas al temblor,
del claro caminar espigas al tambor.
OÍ
DOS
MU
DOSOÍDOS
Del mar sumiso cuerda inquietud,
del mal inciso cardo inicuo,
sin remiendo la virtud al imperio,
en la orquídea combustión del espanto,
grácil tumor insulto muy cerca,
Antes del apretón de níquel toma la nuca.
DOSOÍDOS
MU
DOS
OÍ
En las letras que llorar dijeron.
Al párpado renombre de la sombra.
La sed muere acompañando la pobreza.
Del atajo al sembradío de las abejas.
La sed vive encontrando la riqueza.
Al monedear calibre de la siembra.
En las tretas que callar oyeron.
¡OÍDOSMUDOSOÍDOS!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez