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ESTOY TRISTE Autora: Else Lasker-Schuler Alemania 1869-1945
Poeta, novelista y artista plástica alemana nacida en Elberfeld. En 1894, se trasladó a Berlín, estudió pintura en la escuela de Simon Goldberg. En 1902 publicó su libro de poemas de corte expresionista bajo el título de "Styx". En 1932,recibió el Premio Kleist por el conjunto de su obra, y en este mismo año emigró a Suiza. Esta obra es versión de Sonia Almau
Estoy triste
Tus besos oscurecen, sobre mi boca. Ya no me quieres.
¡Y cómo viniste! Azul a causa del paraíso;
En torno a tus más dulces fuentes Revoloteó mi corazón.
Ahora quiero maquillarlo, Igual que las prostitutas Colorean de rojo la rosa marchita de sus caderas.
Nuestros ojos están entornados, Como cielo agonizante
Ha envejecido la luna. La noche ya no despertará.
Apenas te acuerdas de mí. ¿A dónde iré con mi corazón?
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Poeta
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EN LA CIUDAD FLOTANTE
Nunca se sabe cuando las noches lejanas vienen del futuro tras de ti, tan violentamente lentas son las... películas diminutas qué guardas en la... memoria de la cámara refinada, digitálica, con las rodillas en el micromotor lumínico alrededor del pasado, pálido lamento inútil.
Salían las palabras mecánicas, sin ritmo, ni entonación, frágilmente seductoras, blandas, en una lágrima brillante, restaurada, por la mejilla, metálica, de una arruga tierna, y en las caderas transparentes, oleosas, firmes. Así fue. En la ciudad, qué flota por los tiempos, en los espacios de húmedos sueños dócil, flotante, antes relegados por las cumbres, analógicas, entre dos elementos opuestos, en una síntesis de procesos inductivos. Se Veía, imaginando, los mínimos orbitales saltando cuánticos latidos en el bajo vientre vertical, pulsando. En el espejo cóncavo y cuadriculado del fondo, flexible, en el borde ajustable del encarnado traje.. Seguí mirándola a medida que avanzaba, y pensé, creo, en la irrealidad de la... sonrisa... En una isla, solos, con la energía, fotónica, abotonada, desnudando tres lunas, en la fresca miel de fresas noches, entre las botellas, añejas, del placer, libremente endodérmico, pleno, morfinesco, en cada molécula móvil y termoestable, acompañados de brisas juguetonas, en la piel de las olas. Como eran espumosos, los montes de Venus, en un elixir concentrado de "Afroditas y Mauinas", al volverse instantáneos los universos quedaban fundidos, en una enorme fisión, en cadena desencadenada, y el tiempo se contraía y el espacio en expansión, aparecía pequeño, en este momento, aparecía diciendo. Ginecoide, casi humana. ¡En el momento qué usted lo desee!. Solo piense en ello y suspire profundo. Es un viejo truco, electrónico y minúsculo, pero teletransferido. ¡Qué registro, ecográfico y micrométrico!. Y el mecanismo automático se autolubrica. Usted sabe. Durante el breve viaje apenas intercambiaron palabras y algunas frases convencionales. Las relaciones biomecánicas, humanoides juveniles y las termogénicas androides, no eran tan rápidamente ensamblables. A pesar de sentirme impulsado a ser tierno con ella___Pensaba, bueno, creo, qué pensaba, ó sentía el aceite multigrado en un tono enrojecido, cercano. Y especialmente para que en sus profundos circuitos de recubierta endorfínica auténticamente humana en su origen, no se sintiera desamparada.
Entonces fue cuando escribió él. El último renglón.. En un telón del teatro nebuloso, le temblaban las manos, el aliento ardía, en el vientre bajo un volcán submarino, polar y estrellado, fijo en los puntos del cosmos conocido... Y dejó, respetable la colección de... "Astroerótica ficción androide".
¡Yo no creo en Venus, ni en Eros!. ¡Solo soy un ingenuo Cupido cibernético!. Con todo lo flotante de esta Ciudad, sin nombre, perdida entre microscópicos teleféricos dementes. Y creo, voy a contarles, tal vez lo entiendan. ¡Creo recordar, ó localizar el archivo en la llamada perdida!. Éstas. Pulsátiles. Líneas. Versátiles. Datilescas. En ese microcósmico y orgasmático instante. Lo escrito."Los universos quedan reducidos a fuego. Volcánico Al instante derramando Se esculpe La eternidad anhelada Cuando La sonrisa nieva insaciable Y en el fuego helado el vapor renace En La belleza bajo una flor madura En Lo agudo. ¡Queda invisible reposando!. El amor inmaterial. Dónde... ¡Las transparencias, destilando, arden" Y cibernéticamente el Nuevo Cupido, regresó a la pantalla. ¡Nunca se sabe, en la ciudad flotante, las noches lejanas... Vienen del futuro tras de ti.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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OLORAMADO
El silencio cae, incesante, catarata. De la quietud difícil. De la concha frágil. ¡Y los murmullos de las flores!.
Olor Color Amado
La solemne soledad mecen, al cuerpo de cada momento, amado, los labios mordidos de la cereza. ¡El fruto profundo!.
Color Olor Amado
El recuerdo de la lejana tierra. ¡Un columpio inexpresivo!. Al impulso.. ¡Dónde la orilla vibra núbil!.
Amado Olor Color
De las márgenes madeja. ¡Al mover la historia el tiempo!. En la claridad misma. Pegado. Al. Suspenso. Penetra.
Olor Amado Color
La mirada peregrina del ave, en el destello de las caderas, del árbol, en las chispas multiplicadas del nido, el silencio, que mece después al canto.
¡Oloramado...Amadolor!.
¡Cómo acaricia un suspiro, la memoria!. ¡Al abrir la puerta del pasado!. La ventana, de los pétalos. ¡Y el perfume...Amado...Del pasado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¿Irreversible?
Porqué dice demasiado pronto ya es muy tarde. No volverá del océano descalzo. Con las manos del corazón en el alma. La misma ola. Con las metáforas, amelonado, eréctil. Sana y salva, burbujeando. ¡Unos fragmentos del sentimiento!. En las caderas de la luna. Unos canarios del pensamiento. El rayo asido al clarín del alba. En la copa, hoy, árbol seco.
¿Quién compra la felicidad yerta ...de un pueblo ahogado inerme ...en lágrimas, desarmado antes ...y aterrado?.
___¡Cuerpo, mente y vientre vacíos!. __Congelada y petrificada el alma. ¿Habremos perdido ya toda confianza, de la vida misma en nosotros?.
Ya es muy tarde ó demasiado pronto. Siendo la humanidad. Su mismo desconsuelo. Cuando.
Huraño abraza la tierna primavera el viejo, pasajero del invierno con el verano que ven- drá tejiendo al otoño finalmente la blancura, del lenguaje invernal la humanidad perdida pa- so a paso. Paz, por una vaga soledad vagabunda ¡Qué pone a prueba!. Los almacenes apagados de los hielos, las camas quietas de vacíos del hablar el sillón de lentes brumosos huesos de cabeza, y el saludo, la llave, del candado miope. ¡Nada ve!.
Porque Dice Demasiado Pronto Ya es Muy tarde Fragmento del pensamiento. Canarios del sentimiento. Al desfibrar hojas del árbol vida. Al desfondar hogares del hermano. ¿Puede ser fluviátil el desierto sangre, sangre?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LEÑOS DE FUEGO...
¡Fuego, fuego, fuego!. Feuer Fuoco Fogo, feu, fire.
La muerte pura y blanca de serenos leños extraños, Del Herido guijarro sagrado habla solitario al río, Cuando La miel de la sangre es tesoro carnal tranquilo, Y Nada sigue cuando nada hay de la gran falta poco, Desatados De los motivos inmediatos del arado y la calleja. El Pequeño cielo no pasa de su color de lluvia noble. Donde Aúllan los deslizamientos de los temblores tibios. Antes Entretejidos de los gránulos de fuente amantes. Nunca Iguales que constatan si aquéllo, empaña la penumbra. Merecida En una mirada, azabache, de algas asombradas mojadas. Resbalando.
Corazones Descompuestos de azucena han crecido sorprendidos. De Faroles por una manera batiendo nácar ausencia. Las Corbatas, corpiños y caderas hermosas cinturas. No Siempre tienen poco de mayor importancia gimiendo. Sentadas. Por el golpearse las mejillas de níquel y anfibio. Un Enorme poco de las pestañas y largas trenzas, ladrando. Casualmente.
En Los anuncios dispersos hay laureles y cristales ardiendo. Lo ¡Qué es difícil contemplar espigando silvestres sueños!. Por La hermosa hoja fluyendo y ardua distancia de las ramas. Elegantes. Sin la presencia del muslo de un guijarro como fragua. En La lejanía de la estatua perfilada y ardua disputa del mármol. Despierto. Con las hermosas cadenas de grandes alas y caderas enamoradas. Reposadas.
El Alfabeto de la pasión humana está en el horizonte. Enmudecido. ¡Qué asciende antes de qué lo verifiquemos!. En La cantera de los buscados anuncios esperados. Por La vida candil que siempre fue la orilla confusa. Herradura.
Y ¡Cuándo el amor verdadero llega solo!. De Pronto, inesperado, de girasoles de noche. ¡Quedamos!. Atados, y pensamos, y sentimos y soñamos que nada hace falta. Eternamente.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Erogénesis cicloide Por los muslos de la historia se resbala, cada tierna memoria desencajada, desnudándose, derramándose frenéticos. ¡Latidos aferrados afiebrados!. Piel con piel, infinitos, ardorosos, los humedecidos tiempos imborrables.
Deshabitados los pecados escriben olas, alientos, placenteros, encumbrados. ¡Con cada manzana, con cada paraíso!. Patriarca vertical del paroxismo, del colosal arrobo, fusión insólita. ¡Labios apasionados de virginal pureza!.
En el pecho de los paisajes despierta, cada monte, Venus, florecida carne. ¡Que dibuja perfumadas sinfonías!. Líquidos rumores, fértiles amores. ¡En las caderas de leyendas ondulantes!. Están las ovejas descrucificadas.
Ningún olvido muestra fangoso rostro. ¡Ni queda serpiente condenada núbil!. Hay volcanes, cobras, flechas y palomas, soles enlunados, sumergidos y perennes. Auroras vistiendo, crepusculares anhelos. ¡Donde los espejos diseñan las retinas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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*** MANUAL DE AMOR ***
En las manos vacías están mejores. Los peces que los dedos tejen. Las redes que los aires atrapan. Las ausencias destruidas.¡Sin jaulas!.
Inocentes conciertos en gotas urgentes. Pueden con la lluvia de cien espejos. Dejar las ausencias de las nubes. Paisajes inmemoriales, túneles, túnicas. Mientras bordadas alfombran las lágrimas. ¡Secan relojes esféricos al alba!.
Creo amor, amarte y en Venus bañarte. Escultural y musical pintura escrita. En la lira de los años. ¡Qué no importan!.
Creo de corazón a corazón. ¡Un nuevo rubí!. Con el espacio insaciable de distancias. Con el jardín enjoyado. ¡Caricia y latido!. Sitio sin pretexto. ¡Campo qué ondula infinitos!. Amor, amor. ¡Sin retórica cadera!. Solo latidos, encuadernados, de libro abierto. ¡Al tiempo de péndulas ediciones!.
En las manos el tiempo se escurre. Amor, sin amarte. ¡Inexorables burbujas!. Los siglos cierran las puertas. De signos, sierras y valles. Amor, amándonos. ¡Las cadenas son libres!. Corazón, corazón. ¡Qué nada traiciona!. Amor. ¡Amando la cáscara y el fruto!. El terciopelo sinfónico. ¡De un momento!.
Momento transparente. ¡Eco palpitante cultivado entre dioses!. Amor... Amor... Amor... ¡Amor más allá de la muerte!. Amor que... ¡En las manos tenemos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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