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HAY Autor: Vladimir Holan República Checa 1905-1980 Estudió Leyes, y es considerado por la crítica como el más importante poeta checo de la posguerra (2da.) en el Siglo XX, aunque su obra fué reconocida internacionalmente, en su país lo fué tardiamente. Este es versión de Clara Janés.
Hay
Hay destinos donde lo que carece de temblor no es sólido.
Hay amores en los que el mundo no te basta, falta un pasito.
Hay placeres en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.
Hay momentos de mutismo en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo cuestión de sexo.
Hay cabellos teñidos por un meteoro donde es el diablo quien hace la raya.
Hay soledades en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.
Hay momentos de frío en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.
Hay momentos de gravedad en los que sientes que has caído ya entre los que caen.
Hay silencios que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!.
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Poeta
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BLASONADO ESCARNIO
En la voz de los cabellos obligados. Las corcheas se desencorchan. Página a página, donde los párpados se cierran. ¡Corbeta esencia de copela!. En las puertas prisioneras de los otoños. ¡Glauca gleba generosamente yerta!.
En la flor acariciante del turbante. ¡Del bureo buzamiento lleno!. El
Rojo suelo techo sangre lecho frío. Alicates sinuosos adinerados. Almaradas alígeras claraboyas.
En Los velos de lutos amarillos. Pedestal de astricción y crasis. ¡Blasonado perjudicial!. Del suspiro vilipendio, del inquietante abandono.
Por El Blasonado escarnio. ¡Van los ramilletes de nidos!. Van ¡Los nidos en ramilletes!. Van ¡Apuñalados, apiñados, acribillados!.
En la sonrisa de la corbata. En la piel de la argamasa. Van
Los rocíos verticales del abanico. Los impávidos acordeones agrios. Sembrados por las hachas de pájaros goteando. Los estanques del pálido silencio. Y luego ríen.
Por el escarnio. Blasonado. Sin las pruebas imposibles. Flagrante filamento.
¡Del subterráneo qué late sus vacíos!. En la lengua de cuatro patas. ¡Al filo inmóvil de la cadena!. ¡Al sacrificio del precipicio!. Guillotina en cada esquina, plomo en el aire.
Blasonado. Escarnio.
¡Como ladran los huesos al vacío enredados!. Que ya no tienen. Ni al desamparo en su lecho. Ni al árbol en su cuna. Ni al sueño de lentejuelas. Que ya no tienen. Plegables frases, palabras plenas. Años ningunos, inexistencias imperturbables. ¡Como enredados al vacío los huesos ladran!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Me levanté temprano y anduve descalza Por los corredores: bajé a los jardines Y besé las plantas Absorbí los vahos limpios de la tierra, Tirada en la grama; Me bañé en la fuente que verdes achiras Circundan. Más tarde, mojados de agua Peiné mis cabellos. Perfumé las manos Con zumo oloroso de diamelas. Garzas Quisquillosas, finas, De mi falda hurtaron doradas migajas. Luego puse traje de clarín más leve Que la misma gasa. De un salto ligero llevé hasta el vestíbulo Mi sillón de paja. Fijos en la verja mis ojos quedaron, Fijos en la verja. El reloj me dijo: diez de la mañana. Adentro un sonido de loza y cristales: Comedor en sombra; manos que aprestaban Manteles. Afuera, sol como no he visto Sobre el mármol blanco de la escalinata. Fijos en la verja siguieron mis ojos, Fijos. Te esperaba.
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Poeta
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INSTANTES DE ARCILLA
Antes que el ayer muera en arena, y la playa desierto en acuoso óleo, y la estrella estalle enrejada, astillando el aliento celeste. ¡Ahí dónde!...
Duelen demasiado las manos del fuego. Dos blancos hielos tendidos al sol. Herida el agua cayendo bajo el silencio. En las nieblas sonámbulas bondades. En el mundo de los gusanos aterrados.
Por Los Instantes De Arcilla.
Aurora de trinos desvaneciendo tarde. En la mirada de las campanas qué vuelan. En la espada asustada del fantasma. Ágiles copas del grillete perdido. ¡Cómo dos limoneros agudos!.
En Los Instantes De Arcilla.
Con la noche de los cabellos incienso. En el cuerpo de los mojados colores. Corazón de la infancia, mariposa larga. ¡De nuevo playa en lo más alto!. Tirando, distraído, el naranja río.
Instantes de arcilla, solo, solo instantes. So Mos Solo, sólo, instantes de arcilla.
Caminos salidos de las palabras ignoradas. Dedicadas dos gavetas en un asterisco. De diez desconocidos textos iniciales. Un libro libre libra sus batallas. ¡Lo confiesa el cadáver más fugaz!.
Por los... Demasiados argumentos embalsamados. Por las... Medallas del coleccionista natural. Unos instantes de arcilla.
Con las espaldas pegadas al mundo. Flotando en la garganta del siglo. ¡Integralmente mezquino algodón!. Sin la vanidad sentada en el techo. En el vientre del gran sueño.
Solo Hay Instantes De Arcilla.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A SIRA-TATÁPERI
Con La Esperanza Del sol nuevo. ¡Oh!. Deidad Tarasca Raíz Principal. Padre de la humanidad. (Deidad Tarasca). ¡Qué del tronco suyo hace brotar los hombres!. Los Hombres ¡Cómo ramas laterales!.
Hojas del tiempo ramas. Donde. Álamos sueños. Entre alamedas dormidos plumajes.
Álamos como las hojas los vientos. Los amarillos otoños. Álamos con plumas las noches. ¡Qué duermen entre alamedas!.
En el sol viejo, tú, padre. ¡Cupantzieeri!. Sol despojado de los cabellos. Hoy en el corazón de ahora. ¡En el corazón de las tinieblas!. En la obscuridad. Mi cabeza se reclina. Por el día. Tejido de infinitos desconocidos. Por la noche. Destejida de instantes desventurados.
A Sira-Tatáperi. Recuerdo. ¡Cuándo fué, a la casa de la noche!. Y resucitó al abuelo. Jugador de pelota, sol viejo. ¡Al amo sol sin sombra!. Al amo sol nuevo con la esperanza. ¡Dónde la luz se hunde!. Y sale. De los días tristes que vienen de la altura. En los sueños. Álamos desnudos. Vestidos De Tiempo Solo. Vestidos de tiempo, solo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LAGRIMAÑOSA
En los párpados de una lágrima. Corre lenta pestaña un año. Abajo del castaño palpitar. ¡Del las orugas y las tortugas!.
***¡Madreridamada!***
Vaya bien ahora se mostró. En aquélla hora un grande bulto. ¡Con lo qué en la vida no se puede!. Asir en el pecho que espira.
***¡Huerfanobscurolvidados!***
Espiral que se estremece... Mes a mes. Sobre la mesa masa clara. Del fuego gran juego de la fuente. ¡Cuándo del día incrédulo el bien parte!
***¡Apartadolordenado!***
Dentro de la obscuridad siguió. ..Serenamente ardiente callando. ¡Con la plata en los cabellos!. Del sombrero de los sitios asoleados.
***¡Asoñamirgaldes!***
Lágrima del sol del blando cielo. A través del girasol azul espéculo. .Un latido muerto pestañea. -Un siglo enfermo. ¡Párpado volátil!.
***¡Hoyosordo... Odrosoy... Oh!***
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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+ SANGRADO CIELO +
Por aérea sangre crecen hondas conchas. En el tacto de sumergidas flores En la danza de las perlas Hojas de voces noches ¡Arboles del aire! Marfil triunfal de los canguros Enciende los caminos azorado. ¡Por cada litoral un espejismo!
Los números elementales de la mañana. ¡Beben los congelados lutos!.
Por aérea sangre sabor tragedia En cálidas maderas encarnadas En las márgenes absortas Hombros del silencio llueven ¡Atormentados estigmas! Matriz perseverante de los años Escribe los nombres truncos. ¡Por cada cántico disuelto!.
Los incomparables tímpanos de la campana. ¡Bañan los estragos inhumanos!
Por aérea sangre perforado cielo En el absoluto los cabellos. ¡Envilecidos! En la duna de las tardes ¡Ojos de lenguas hienas! +++ Anidan balleneros +++ Marcha tenebrosa de los metales Escala los evasivos fieles. ¡Por cada fúnebre sosiego!.
Los Desesperados Árboles de la vidriera. ¡Barren los súbitos abismos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AMOR AZABACHE
De las estrellas un simple, pastor soy... ¡Alado y complicado!. Me he quedado. ¡Solo en el pecado!. De los sueños. ¡Oro y azabache!.
Pretendiendo Haberme encontrado. En un espejo. ¡El corazón!. ¡Qué brilla en el fondo!.
De perlas carnales. De diamantes entretelas. ¡Espejos de suspiros!.
Amor, sí. Amor que enciende. ¡Amor que enciende astros!. Amor, que, tinieblas muere. Vegetación. ¡Pedregosa y salada!.
Marinos cabellos. Y de tu vientre. ¡Cada perla!. ¡Cada anhelo en cada muslo!. De la noche aquélla. Eres Eres La Estrella, donde anido. ¡Lluvias de blancos vinos!. He quedado. ¡Ensueño de oro!.
En los pechos. ¡Qué te bebo!. Gotas del tiempo. ¡Amor!. Del tiempo, de la tierra, del agua. ¡Con el fuego!.
De ti. ¡De tu aliento! Amor, amor. Amor Oro. Y... ¡Azabache!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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